Rivillo Uceda, Francisco. Campo Real, 27.I.1726 - Madrid, 17.V.1804. Boticario Mayor del rey Carlos IV.
Sin desatender su responsabilidad de jefe de la Real Botica, será el gran organizador de la profesión farmacéutica, consiguiendo las primeras enseñanzas exclusivamente para boticarios, y, por primera vez, el autogobierno de la profesión.
Tras más de cuatro años de práctica en la farmacia que su hermano tenía en su pueblo natal, es recibido a examen extendiéndosele el título el día 14 de agosto de 1750, por las señas personales que figuran en él, conocemos que era de buena estatura y pelo rubio.
El 18 de febrero de 1797, tras el fallecimiento de Juan Díaz, se propone al rey el nombramiento de Rivillo como su Boticario Mayor ya que era el Boticario de Cámara de Primera más antiguo. En Aranjuez a 11 de marzo de 1797 se certifica la jura del cargo, por parte de Rivillo. Seguidamente se procede a la toma de posesión como protopharmacéutico y presidente de la Audiencia de Farmacia.
En abril de 1799 por Real se extinguía el Tribunal del Protomedicato, como consecuencia, el rey por orden de 27 de noviembre establece que Rivillo, como presidente del Protopharmacéuticato y los boticarios de Cámara que lo integraban redactasen una Concordia con los componentes de la Facultad Reunida de Medicina y Cirugía, Concordia aprobada por el rey el doce de diciembre y en cuyo artículo octavo se creaba la Real Junta Superior Gubernativa de Farmacia y se establecía que debía estar presidida por el Boticario Mayor de Su Majestad.
Seguidamente, Rivillo prepara unas Ordenanzas que se publicarán del 24 de marzo de 1800 bajo el título Concordia y Reales Ordenanzas para el Régimen y Gobierno de la Facultad de Farmacia en que se declara la autoridad de la Junta Superior Gubernativa de la expresada de Farmacia en todos los dominios de S.M., el método de estudio que han de seguir los que se dediquen a esta ciencia y los grados y prerrogativas que se les conceden. Las competencias de la Junta abarcarían la expedición de los títulos; autorizar la impresión de obras de farmacia; nombrar peritos boticarios que reconocieran los géneros medicinales en las aduanas; nombrar a los visitadores de boticas (inspectores farmacéuticos); las boticas de los ejércitos, etc.
Por Real Cédula de 28 de septiembre de 1801 el rey aprueba la creación de los Colegios de Farmacia, sus cátedras y títulos. Esta era otra de las grandes apuestas de Rivillo para la formación académica de los profesionales, serán por tanto precursores de las Facultades de Farmacia y como tales se incorporarán a las Universidades a partir de 1845. Rivillo propone tres Colegios, pero la situación económica solo permite dotar uno; establecido en Madrid, que se denominará Colegio de Farmacia de San Fernando en honor al heredero del Trono.
Rivillo, como presidente de la Junta, en febrero de 1802 solicita permiso para reimprimir la Farmacopea Hispana con el fin de “apropiar la nueva nomenclatura metódica en la parte de la chimica”; en mayo presenta al rey, para su aprobación, las nuevas Ordenanzas. En 1803 apremia a rey las apruebe pues incluían el Plan de estudios que urgía poner en práctica. Por fin, en Aranjuez a cinco de febrero de 1804, sale de los talleres de la Imprenta Real las Ordenanzas bajo la denominación Real Cédula de S. M. y señores del Consejo por la que se aprueban y mandan observar las nuevas Ordenanzas formadas para el régimen y gobierno de la Facultad de Farmacia. Su capítulo III, dotado de diecinueve artículos se titula “De los Reales Colegios de Farmacia, de los Catedráticos, y enseñanzas que ha de haber en ellos, y de las circunstancias de los alumnos para matricularse, y estudios que deberán hacer”; el Capítulo IV, de diez artículos, se titula “De los Títulos de Bachilleres, Licenciados y Doctores que se han de conferir en los Reales Colegios de Farmacia”.
El 17 de mayo de ese año (1804) fallece Rivillo, exactamente un año más tarde (9 de mayo de 1805) el rey aprueba el nombramiento de los catedráticos y sus ayudantes para que inicie su andadura el Real Colegio de Farmacia de San Fernando, se culminaba el gran proyecto de Francisco Rivillo.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, (A.G.P.), Sección Administrativa, Botica, leg. 648, 649 y 651.
M. E. Alegre Pérez, Veinticinco años en la Real Botica (1783-1808), tesis doctoral, Madrid, 1976; R. Roldán Guerrero, Diccionario Biográfico y Bibliográfico de autores farmacéuticos españoles, t. IV, Madrid, 1976, págs. 277-278.
María Esther Alegre Pérez
