Piedra Cueva, Gabriel José. Betanzos (La Coruña), s. t. s. XVIII – América del Sur, 11.VIII.1779. Boticario.
Estudió en Madrid y se graduó como boticario el 4 de setiembre de 1761. En 1768 llegó al Río de la Plata en la fragata Santa Rosa y presentó sus títulos de boticario. En marzo de ese mismo año el gobernador Bucarelli extendió la pertinente licencia para que Piedra Cueva se pudiera establecer en cualquier lugar de estas provincias y Montevideo fue el destino elegido. Allí extendió la correspondiente petición al gobernador, Agustín de la Rosa, quien la elevó al Cabildo para que examinara sus títulos. Tras la aprobación de los cirujanos José Casal y José Plá, Piedra Cueva obtuvo la licencia para abrir su botica pública, la primera en esta ciudad de Montevideo con fecha 17 de mayo de 1768, en que fue inspeccionada satisfactoriamente. En el año 1771 intervino junto con Agustín Pica y Milans en la confección del inventario de la botica del Colegio de San Ignacio que había pertenecido a los jesuitas. Aunque ambos especialistas recomendaron a la Junta de Temporalidades que, en caso de ser vendida o arrendada esta botica, los tuviesen en cuenta por ser especialistas, este organismo ignoró tal recomendación y la botica fue puesta en subasta pública sin éxito, por falta de oferta. Cuando aparecieron algunos interesados y Piedra Cueva y Pica intentaron intervenir fueron fácilmente superados. Más tarde Piedra Cueva se desempeñó como asentista de los Reales Hospitales y Presidios. Por su gran idoneidad profesional fue examinado por el Tribunal del Real Protomedicato para ser nombrado boticario visitador en compañía de un escribano. Aunque algunos –como el fiscal Dr. Pacheco– opinaban que la presencia de un médico era imprescindible en esas visitas, finalmente en enero de 1778 el virrey Cevallos aprobó la propuesta y se abstuvo de nombrar médico visitador hasta tanto se estableciese el Protomedicato. De esa forma, el 27 de enero Piedra Cueva fue designado como el primer inspector de farmacias. Al año siguiente falleció y su esposa, María Antonia Pérez, siguió al frente de la botica que poseían en Montevideo. Algunos de sus hijos, que siguieron con el oficio del padre, se establecieron en la ciudad de Buenos Aires. El Argos de Buenos Aires, en su número de marzo de 1825, contiene un anuncio referido a “las boticas de los Piedracuevas, farmacéuticos de esta ciudad”. Su hijo Gabriel Felipe se hizo cargo, junto con Tomas G. Pearson, de la botica del Hospital General de Hombres desde junio de 1828. Otro de sus hijos,
Bibl.: M. Castro Lopez, “El primer boticario de Montevideo y su esposa”, en Almanaque gallego (Buenos Aires) t. XXII (1920); F. Cignoli, “D. Agustín Pica y Milans, primer boticario laico con título y D. Gabriel Piedra Cueva, primer visitador de boticas en el Buenos Aires Colonial”, en Revista del Colegio de Farmacéuticos Nacionales de Rosario, n.º único (1954); C. A. Garcia Belsunce, Buenos Aires. Salud y delito, Buenos Aires, Emecé
Distribuidora, 1977; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino, t. 5, Buenos Aires, Ed. Elche, 1978, pág. 488.
Andrea Maria Bau
