Ortiz de Paz, Laureano. Segovia, 1733 – 1788. Industrial.
No se sabe mucho de su vida personal. Aunque de condición humilde —era hijo de un maestro curtidor que tenía arrendada una tenería—, logró acumular muchas riquezas. El aumento de su fortuna provino de actividades bastante diversificadas, como el abastecimiento a carnicerías, la ganadería trashumante, la exportación de lanas propias y ajenas, etc. También llegó a hacerse dueño de unas tenerías en las que emprendió la fabricación de curtidos.
Su personalidad emprendedora le llevó a ampliar el campo de sus actividades. En 1779 adquirió en pública subasta las instalaciones de la antigua Real Fábrica de Paños Superfinos de la Compañía y puso en marcha su propia producción de paños tanto superfinos como de calidad común con la denominación de Fábrica Real de Paños de Ortiz de Paz, lo que significaba que esta fábrica contaba con el apoyo y confianza del Monarca. De hecho, Laureano gozó de la máxima protección del rey Carlos III y de sus políticos más cercanos —el conde de Floridablanca especialmente—, con quienes mantuvo buenas relaciones aprovechando sus estancias veraniegas en el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. El favor del Monarca se mostró, por ejemplo, en la concesión de un crédito sin intereses de una enorme cantidad de dinero y, posteriormente, la condonación de parte de la deuda.
También le otorgó, en el momento de la fundación de la fábrica, privilegios como la completa libertad en las técnicas de fabricación, una serie de exenciones fiscales, etc., que provocaron la hostilidad de los demás fabricantes de la ciudad.
Gracias a la benevolencia real, pero también a su ingenio como empresario, sus negocios prosperaron, lo que se evidencia por las apreciables inversiones que realizó en la construcción de un edificio nuevo, la compra del batán, la apertura de un almacén en Madrid para vender los tejidos, la fundación de unas ochenta escuelas de hilazas, etc. En la década de 1780 llegó a producir casi un quinto de la producción total de la ciudad.
Los distinguidos méritos de Laureano le permitieron culminar su vida con todo éxito: en 1787, un año antes de su fallecimiento, la Corona le concedió el derecho de mayorazgo colectivo sobre su propiedad y la carta ejecutoria de nobleza.
Bibl.: E. Larruga, Memorias políticas y económicas sobre los frutos, comercio, fábricas y minas de España, t. XII [seguida y conclusión de la historia de la fábrica común de paños de la ciudad de Segovia y origen, progresos y estado actual de la fábrica de paños superfinos establecida en la misma ciudad], Madrid, 1791, págs. 262-308; M. Laínez, Apuntes Históricos de Segovia, Segovia, 1896, págs. 264-268 (Segovia, Instituto Diego de Colmenares, 1964); A. García Sanz, “Industria textil tradicional y las reformas de la Ilustración”, en VV. AA., Actas del Congreso Internacional sobre Carlos III y la Ilustración, vol. II, Madrid, Ministerio de Cultura, 1989, págs. 376-381.
Kaori Nakamoto
