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Juan Bautista de Donesteve

Biografía

Donesteve, Juan Bautista de. Mendaro (Guipúzcoa), 1704 – Guipúzcoa, 1787. Ingeniero naval, teniente de fragata y constructor de la Real Armada.

Este guipuzcoano, padre y abuelo de insignes marinos, adquirió su formación como constructor naval en los astilleros vascos. Sin embargo, su carrera profesional la desarrolló en la Real Armada, cuerpo en el que sirvió desde 1728 hasta 1785. En esta larga carrera profesional fue requerido para el desempeño de diversos cargos, todos ellos relacionados con la construcción de navíos.

Su primera etapa la pasó trabajando como constructor de navíos en Guarnizo (Cantabria). En este tiempo, además de los barcos labrados para el servicio de la Corona, fabricó otros bajeles por encargo de particulares que tuvieron como destino el corso y el comercio. La profesionalidad que acreditó en estas construcciones, así como en el acopio de maderas para obras fábricas navales, le sirvieron para que el Rey lo nombrara en 1749 ayudante de construcción.

A partir de este momento, Donesteve dirigió todas las cortas y labras de maderas que se realizaron en la provincia de Santander para los barcos que se ejecutaron en los departamentos de Marina de Ferrol, Cádiz y Cartagena.

Después de ello y hasta 1766, Fernando VI le encargó la manufactura de un notable número de barcos para el servicio de la Real Armada, así como la conclusión de las obras de los seis navíos de línea que el constructor inglés David Howell dejó a medio fabricar en Guarnizo. Todos estos trabajos le valieron para que el 18 de julio de 1766 fuera nombrado constructor de la Real Armada.

En 1767 abandonó las tierras santanderinas y pasó a desempeñar su servicio a la Real Armada en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra, labor que fue clave, tanto para los intereses de la Real Hacienda como para el sector naval guipuzcoano. Concretamente, para el Estado, porque fue juez y árbitro en las controversias que surgieron con los asentistas madereros Iriarte y Belaundia. También porque fue la persona encargada de acondicionar y preparar el astillero del Barrio de Vizcaya (Pasajes) para la construcción de un navío de línea de setenta cañones y de separar para tal fin las piezas principales de la quilla, branques y codastes. Por lo que respecta a los intereses de la industria naval de Guipúzcoa, porque construyó en el astillero Santa Catalina (San Sebastián) el paquebote San Román y la balandra San Sebastián, y proyectó la obra de remodelación del dique de la Herrera, sito en el puerto de Pasajes, para la conservación de maderas con destino a la manufactura naval.

Pese a la brillante trayectoria profesional que tuvo Juan Bautista de Donesteve, el final de su carrera fue un tanto desalentador. Una vez retirado, a la edad de ochenta y un años, la Real Hacienda lo privó del goce de la gratificación de cuarenta reales diarios por la Comisión de Montes de las provincias de Guipúzcoa y Navarra, y lo dejó tan sólo con la asignación que le correspondía como constructor. Las diligencias de Donesteve y su familia y la intervención mediadora que hizo a su favor el ministro de Marina de San Sebastián de nada sirvieron.

 

Fuentes: Archivo Municipal de Rentería (Guipúzcoa), A-1-36; Archivo General de la Marina, Álvaro de Bazán (Viso del Marqués, Ciudad Real), Arsenales-Individuos (1785- 1786), leg. 2604.

 

Lourdes Odriozola Oyarbide