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Tomás Pérez Estala

Biografía

Pérez Estala, Tomás. Villel (Teruel), 1754 – Segovia, 1827. Técnico y empresario industrial.

De familia humilde, empezó su trayectoria profesional como artesano cerrajero y completó su aprendizaje en Valencia y Barcelona, donde ya dio muestras de extraordinaria habilidad para las artes mecánicas, llegando a inventar diversas máquinas. En 1776 marchó a París, incorporándose a un grupo de pensionados por la Junta de Comercio de Barcelona, para ampliar sus conocimientos técnicos. Allí permaneció hasta finales de 1780, trabajando junto a artesanos de renombre y pudiendo acceder a algunas fábricas para informarse del funcionamiento de nuevas máquinas. Tras regresar a España, hasta 1783 no se le presentó la oportunidad de poner en práctica los nuevos conocimientos técnicos que había adquirido. Fue entonces cuando, poco antes que Agustín de Betancourt, recibió del conde de Floridablanca el encargo de visitar las minas de mercurio de Almadén para tratar de mejorar sus sistemas de desagüe, cuya insuficiencia impedía incrementar la producción, de tanto valor estratégico. Después de efectuar dicha visita, Pérez propuso sustituir los sistemas tradicionales por la nueva tecnología de las máquinas de vapor, que había visto funcionar durante su estancia en Francia en la mina de carbón de Fresnes.

La propuesta de Tomás Pérez no fue aceptada de inmediato, pero en vista de que seguían sin resolverse los problemas de desagüe en Almadén, en 1786 fue enviado a Inglaterra como espía industrial, con la misión de comprar varias máquinas de vapor. A tal fin, entró en negociaciones con J. Wilkinson, el gran empresario siderúrgico que también se dedicaba a la fabricación ilegal de máquinas de vapor, vulnerando las patentes exclusivas de J. Watt, y acabó encargándole, por cuenta de José de Gálvez, secretario de Indias y Superintendente General de Azogues, la construcción de las piezas de tres máquinas de efecto simple y condensador independiente, que importaron más de 3.000 libras esterlinas. Las piezas llegaron a Almadén a mediados de 1787 y Tomás Pérez se hizo cargo de su montaje. Pero muy pronto abandonó esa tarea, encomendándosela a su hermano Manuel, pues en 1788 la vida de Pérez Estala dio un giro tan inesperado como definitivo: se trasladó a Segovia para casarse con una hija de Laureano Ortiz de Paz, el mayor empresario pañero de esa ciudad, y asumir la dirección técnica de su fábrica. No obstante, al menos en dos ocasiones –en 1799 y en 1804- Tomás Pérez volvió a Almadén y siguió de lejos el dilatado proceso de montaje de la única de las tres máquinas de vapor que llegó a ponerse en marcha efectivamente.

A la muerte de su suegro, en octubre de 1788, Tomás Pérez se hizo cargo de la fábrica de paños y se convirtió a partir de entonces en un próspero empresario textil, además de ganadero y exportador de lana. En calidad de tal, en 1803 fue designado por la Secretaría de Hacienda para formar parte de una comisión sobre la supresión del derecho de tanteo de lanas, y emitió un importante dictamen al respecto. Por entonces ya le había llegado la hora de los honores: en 1798 fue nombrado comisario regio, y posiblemente, con ocasión de ese nombramiento, Goya pintó su retrato, que se conserva en el Küntshalle de Hamburgo. También fue nombrado caballero de la Orden de Carlos III e intendente honorario de provincia y, en 1807, recibió privilegio perpetuo de nobleza, por extensión del mayorazgo que había fundado su suegro. Pero no por ello dejo de interesarse por cuestiones técnicas. El inventario post mortem de sus bienes, fechado en 1829, revela que poseía una importante biblioteca especializada, y un verdadero gabinete de máquinas, que incluía varias maquetas operativas y una máquina de vapor.

 

Bibl.: A. González Enciso, Estado e industria en el siglo XVIII: la fábrica de Guadalajara, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1980, págs. 558-560; R. Franch Benavent, “Ganadería, exportación de lanas e industria pañera al final del Antiguo Régimen: El dictamen de Tomás Pérez en 1803”, en Cuadernos de Investigación Histórica, 14 (1991), págs. 107-133; J. Helguera Quijada, “Tomás Pérez Estala y la introducción de las primeras máquinas de vapor en las minas de Almacén a finales del siglo XVIII”, en VV. AA., Homenaje a Jordi Nadal, vol. II, Barcelona, 1999, págs.. 827-844; F. J. Mosácula María, “Real Fábrica de paños superfinos de la Compañía y Fábrica Real de paños de Ortiz de Paz”, en Espacio, Tiempo y Forma, 13 (2000), págs. 273-318.

 

Juan Helguera Quijada