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Luciano Francisco Ramón Murrieta Ortiz

Biografía

Murrieta Ortiz, Luciano Francisco Ramón. Marqués de Murrieta (I). Arequipa (Perú), 22.IX.1822 – Logroño (La Rioja), 22.XI.1911. Militar y empresario.

Su vida discurrió entre su dedicación a la carrera militar, junto al general Espartero, y la explotación de vinos, actividad emprendida después del exilio que sufrió en Londres. Nació en el seno de una familia comprometida con el Gobierno de Madrid cuando se fraguó la independencia peruana. Su padre, Francisco Luciano Murrieta y Mello, natural de Santurce (Vizcaya), había emigrado a Perú, donde contrajo matrimonio con la criolla peruana María Ana Ortiz y García Lemoine. Establecida la familia en Arequipa, abrió una casa mercantil dedicada al tráfico ultramarino.

Tras proclamarse la independencia en Perú, parte de la familia Murrieta debió trasladarse a Londres, habida cuenta de su alineamiento político. En la capital británica continuaron y ampliaron sus negocios mercantiles y, sobre todo, bancarios. No obstante, Luciano permaneció en Perú durante sus primeros años y posteriormente se trasladó a España, donde —como coronel de Dragones—, se puso al servicio de Baldomero Espartero. Los acontecimientos políticos de 1843 en España obligaron a Espartero a exiliarse en Londres en el verano de ese año. Entre los pocos fieles que acompañaron al duque de la Victoria estuvo Luciano Murrieta.

Durante su estancia en Londres, Luciano fue acogido por su tío Cristóbal de Murrieta y Mello, quien regentaba la casa-banca Cristóbal de Murrieta y C.ª. Allí comenzó su idea de dedicarse a la explotación vinícola una vez pudiera volver a España, al observar la estima que se dispensaba al buen vino. Con esa intención, viajó a Burdeos con el fin de adquirir conocimientos sobre su elaboración.

De regreso a España en 1849, Espartero y su esposa, Jacinta Martínez-Sicilia, pusieron a disposición de Murrieta las viñas que poseían en Logroño, dando comienzo a su aventura empresarial. Los vinos elaborados por Luciano Murrieta comenzaron a exportarse a Cuba y México, donde tuvieron una buena acogida. Para su exportación y colocación en el mercado americano pudo beneficiarse de los servicios de la casa Murrieta de Londres o de sus corresponsales bilbaínos Ibarra y Mier, que colaboraron en el transporte. El éxito alcanzado por los caldos riojanos fue en aumento. Con el fin de ampliar su explotación, en 1872 Luciano Murrieta adquirió la finca Ygay, cercana a Logroño.

La calidad de los vinos elaborados por Murrieta fue premiada en exposiciones universales como las de 1878 y 1889. También su labor fue recompensada con el título de marqués de Murrieta, honor concedido por Amadeo de Saboya a Luciano en 1872, a petición de Espartero. Y como muestra del agradecimiento del lugar donde creó su empresa, en 1907 fue proclamado hijo adoptivo de Logroño.

 

Bibl.: M. Llanos Gorostiza, Los vinos de la Rioja, Bilbao, Indubán, 1974, págs. 58-70; M.ª M. Gárate Ojanguren, “Los Murrieta: comerciantes banqueros de Londres en el xix”, en R. M.ª Mieza y Mieg y J. Gracia Cárcamo (eds.), Haciendo historia. Homenaje a M.ª Ángeles Larrea, Bilbao, Universidad del País Vasco, 2000, págs. 163-176; “Los modelos de trasvases de capitales de América a Europa e inversiones en el siglo XIX”, en J. M.ª Beascoechea Gangoiti, M. González Portilla y P. A. Novo López (eds.) La ciudad contemporánea, espacio y sociedad, Bilbao, Universidad del País Vasco-Universidad Autónoma de Puebla, 2006, págs. 737-766.

 

María Montserrat Gárate Ojanguren