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Rodrigo Carrasco Gallego

Biografía

Carrasco Gallego, Rodrigo. Consuegra (Toledo), c. 1640 – Madrid, 5.I.1690. Arquitecto y marmo­lista.

Arquitecto y maestro especializado en cantería y marmolistería, bien acreditado en el ámbito madri­leño del último cuarto del siglo xvii, y cuyos inicios se sitúan en Toledo poco antes de 1660. Nacido en torno a 1640 en la villa de Consuegra (Toledo), se re­gistra una breve estancia en Madrid en torno a 1658, quizás para participar en alguna obra. De regreso a Toledo, ciudad donde estaba avecindado, se casó con Isabel Bautista el 30 de abril de 1662 en la parroquia de San Miguel el Alto. La ejecución de la decoración marmórea de la capilla de las Reliquias, el llamado Ochavo de la catedral de Toledo, a cargo del arqui­tecto Bartolomé Sombigo y Salcedo, entre 1656 y 1671, permitió a Rodrigo Carrasco Gallego integrarse dentro de un cualificado círculo artístico formado al­rededor de esta empresa decorativa del cardenal Bal­tasar Moscoso y Sandoval. Colaboró, junto a los can­teros toledanos Juan de Mendoza y Juan de la Fuente, en el labrado de zócalos y las dos portadas de sillería de la iglesia de las Capuchinas Descalzas de Toledo, fundación expresa del cardenal Pascual de Aragón, que entre 1665 y 1672 dirigía su autor el arquitecto Bartolomé Sombigo. Por entonces, en 1668, Rodrigo Carrasco hizo las jambas de la portada de piedra de la parroquia mozárabe de las Santas Justa y Rufina de Toledo, y el Ayuntamiento de la Ciudad Imperial le encargó desde 1670, en compañía de los arquitec­tos y canteros Francisco de Huerta y Pedro González, el enlosado y antepechos del puente de San Martín, siempre a las órdenes de Sombigo, maestro mayor de las Obras reales. Mientras que entre 1673 y 1674 ya frecuentaba la villa de Madrid e intervenía en el con­vento de Santa Juana de la Cruz, en Cubas de la Sagra (Madrid), la actividad de sus últimos años en Toledo se reduce a ciertas obras hoy perdidas, como la escalera principal del claustro conventual del Carmen Calzado y los cuatro lienzos o tapias que cerraban el jardín del convento de Mínimos de San Bartolomé de la Vega, ya en el año de 1675 y junto al cantero Alonso Moreno; y en la provincia, los chapeados de mármol en estancias del palacio del Priorato de la Or­den de San Juan de su villa natal y en la cantería de la capilla del presbítero Pedro Ortiz en la iglesia de las Ventas con Peña Aguilera. Afincado definitivamente en la Corte, su actividad teórica y práctica, tanto en el papel de arquitecto como en el de constructor, se hace más intensa y en 1674 contrata la obra de can­tería de la iglesia benedictina de Montserrat, en 1676 está con otros maestros en la construcción del puente de Toledo, en 1677 en las obras del convento de Tri­nitarias Descalzas y de la Cárcel de la Villa, supervisadas por el arquitecto Marcos López, y en 1678 se encargaba de trazar el claustro del colegio dominico de Santo Tomás de la calle de Atocha, que ejecutó primero Melchor de Bueras y él volvió a perfeccionar desde 1685. En 1680 se obligó a ejecutar el sagrario y pedestal de mármoles para el baldaquino de madera de la capilla del Santo Cristo de los Dolores de la Ve­nerable Orden Tercera (VOT) de San Francisco, a la vez que el lavatorio y aguamanil de su antesacristía, y en 1681 ajustaba la cantería del edificio hospitala­rio de la misma Orden Tercera, trazada por Marcos López, aunque en 1683 Rodrigo Carrasco diseñaba la portada; y a su cargo había estado la ejecución del retablo mayor de mármoles de la parroquia de Santa María la Real de la Almudena, como dice en su tes­tamento. Estas y otras obras, como la cantería del pa­lacio madrileño del Marqués de Astorga, en la calle de Barquillo, las acometió Rodrigo Carrasco quien acrecentó su prestigio como arquitecto y artífice de la piedra, hasta lograr ser distinguido en 1686 por Car­los II con el cargo de sobrestante de las obras del caz del río Jarama, reconocido como “maestro de hacer presas”, para supervisar esta empresa hidráulica pro­movida por la Corona. Llaguno recogió el testimonio de que fue sepultado en la iglesia de los Padres Míni­mos de la Victoria, debajo del púlpito, tras su muerte acaecida el día 5 de enero de 1690. El testamento de Rodrigo Carrasco, otorgado en Madrid a 29 de di­ciembre de 1689, revela que era hijo de Martín Ca­rrasco (también maestro cantero), natural de Ajo, en­cartación de Vizcaya, y de María Gallego, natural de Consuegra. Como herederas suyas, sus dos hijas y su mujer fueron las depositarias de un legado de trazas, plantas y dibujos arquitectónicos, y también de una rica biblioteca de varios autores y tratadistas de ar­quitectura (Serlio, Vignola, Fontana, Scamocio, Fray Lorenzo, etc.) que por vía materna recayó posterior­mente en el arquitecto Alberto de Churriguera, ca­sado con una de las nietas beneficiarias, y que confir­man la sólida educación artística de este arquitecto de origen y formación toledanos que culminó su carrera en obras tan dispares del barroco madrileño y cuya mejor faceta artística fue el trabajo del mármol, en un estilo influido por el arte decorativo de Bartolomé Sombigo, mientras que el gusto italianizante de la or­namentación se evidenciaba en el desaparecido claus­tro de los dominicos.

 

Obras de ~: Portadas de la iglesia de Capuchinas Descalzas, Toledo, 1666; Portada de la iglesia de las Santas Justa y Ru­fina, Toledo, 1668; Cantería de la capilla de la Concepción en la iglesia parroquial de San Pedro, Ventas con Peña Aguilera (Toledo), 1673; Cantería de la iglesia benedictina de Montse­rrat, Madrid, 1674; Lavatorio en mármol, antesacristía de la capilla de la VOT de San Francisco, Madrid, 1680; Sagrario, basamento y pedestal en mármol, baldaquino de la capilla de la VOT de San Francisco, Madrid, 1680; Portada de la Enferme­ría de la VOT, Madrid, 1683.

 

Bibl.: E. Llaguno y Amírola, Noticias de los Arquitectos y de la Arquitectura desde su Restauración, Madrid, Imprenta Real, 1829, 4 vols.; Marqués de Saltillo, “Arquitectos y alarifes madrileños del siglo xvii (1615-1699)”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, LII (1948), págs. 1-61; V. Tovar Martín, Arquitectos Madrileños de la segunda mi­tad del siglo xvii, Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1975; D. Suárez Quevedo, Arquitectura Barroca en Toledo. Siglo xvii, tesis doctoral, Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1988; M. Verdú Ruiz, “Nuevos datos sobre Al­berto de Churriguera y su obra en Madrid: el retablo de la capilla mayor del convento de San Basilio Magno. Herencia de la biblioteca del arquitecto Rodrigo Carrasco”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XXXVI (1996), págs. 153-162; A. J. Díaz Fernández, “El maestro de cantería Rodrigo Carrasco Gallego (c. 1640-1690) y su período toledano”, en Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Historia del Arte, t. 14 (2001), págs. 73-87.

 

Antonio JoDíaz Fernández­