Ruiz Carrillo, Pedro. ?, c. 1315 – 18.IX.1359. Noble, copero mayor.
Hidalgo castellano de ascendencia incierta, pues, aunque las crónicas reales indican que fue hijo de Gómez Carrillo de Mazuelo, para algunos genealogistas era hijo de Juan Alfonso Carrillo y para otros de Fernando Díaz Carrillo y María García. Es más, su genealogía se complica al constatar la existencia de dos individuos homónimos y coetáneos: este Pedro Ruiz Carrillo, implicado en la política y hechos militares de los reinados de Alfonso XI y Pedro I y al que se le atribuyen los señoríos de Santofimia y Villaquirán, y Pedro Carrillo, sobrino del anterior y, como aquél, partidario de Enrique II de Trastámara, que cobrará relevancia en la década de 1360.
Pariente suyo fue Sancha García Carrillo, quien pudo introducir a Pedro Ruiz en el ámbito cortesano, pues era esposa de Sancho Sánchez de Velasco, figura destacada durante los reinados de Fernando IV y Alfonso XI. Sancho, que falleció en torno a 1315, debió de contar con los servicios de Pedro Ruiz Carrillo, pues en 1335 acompañó a su hijo Fernando Sánchez de Velasco en la defensa de la frontera aragonesa.
Leal a Alfonso XI, Pedro fue armado caballero por el Monarca e ingresó en la Orden de la Banda, sufrió los ataques de Juan Núñez de Lara, que protagonizó varios alzamientos en contra del Soberano, y participó por orden regia en el ataque a Navarra de 1334. En la década de 1340 tomó parte en las distintas acciones militares contra el Islam, pues se sabe que Pedro y su hermano Fernando defendieron Tarifa de los musulmanes.
Fruto de sus afinidades políticas debió de ser su matrimonio con Urraca Lasso de la Vega, sobrina de Garci Laso de la Vega, adelantado y merino mayor de Castilla. Por eso Pedro le acompañó en sus intrigas políticas durante el reinado de Pedro I y, cuando el Monarca ordenó la prisión y muerte de Garci Laso (1351), debió de salir de la ciudad y huir a Asturias, donde se refugiaron sus leales. Se sumó al bando del conde de Trastámara —el futuro Enrique II— y al igual que éste prestó pleitesía al Soberano al año siguiente.
Pedro I le reclamó entonces que no usase la divisa de la Orden de la Banda, a la que tenía derecho y, pese a tal afrenta, acató la autoridad del Monarca, siguiendo los designios de Enrique de Trastámara. No duró mucho su lealtad, pues en 1354 se encuentra entre los nobles rebeldes que marcharon a Aragón, donde se había refugiado el conde. Quizás por ello perdió sus propiedades en el adelantamiento de Cazorla, confiscadas por el Monarca y entregadas a uno de sus partidarios.
Regresó a Castilla en 1357 con la falsa promesa de someterse, pues se trataba de una maniobra para rescatar a la esposa de Enrique de Trastámara y llevarla al reino vecino. No obstante, al año siguiente cambió de actitud, cuando Pedro I lo designó su copero mayor.
Su renovada fidelidad facilitó la entrada en la Corte de su hijo Gómez Carrillo, distinto de Gómez Carrillo de Quintana. El hijo de Pedro Ruiz Carrillo murió por orden regia en 1360, aunque este suceso no llegó a vivirlo su progenitor, pues falleció un año antes.
Además de este vástago, tuvo otro hijo, Garci Laso Carrillo, aunque cobró mayor relevancia su sobrino Pedro Carrillo, privado y mayordomo del conde Enrique de Trastámara.
Bibl.: Crónicas de los reyes de Castilla, ed. de C. Rosell, Madrid, Rivadeneyra, 1875 (Biblioteca de Autores Españoles 68); A. y A. García Carraffa, Enciclopedia heráldica y genealógica hispano-americana, Madrid, Hauser y Menet, 1962; S. de Moxó y Ortiz de Villajos, “La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia de España, 6 (1975), págs. 187-326; Gran Crónica de Alfonso XI, ed. de D. Catalán Menéndez Pidal, Madrid, Gredos, 1976; L. V. Díaz Martín, Los oficiales de Pedro I de Castilla, Valladolid, Universidad, 1987; J. de Salazar Acha, La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Real Academia de la Historia, 2000.
Antonio Sánchez de Mora