Sánchez Arbós, María. Huesca, 31.X.1889 – Madrid, 15.VIII.1976. Pedagoga y maestra.
María Sánchez Arbós constituyó un ejemplo señalado de la maestra por vocación. Creía en la enseñanza y a ella dedicó lo mejor de sus afanes y de su actividad, siempre impregnados de inquietud social. Nació en el seno de una familia acomodada: el padre era secretario del Ayuntamiento de Huesca y la madre pertenecía a una familia terrateniente. Desde la infancia destacó María en los estudios: tenía un marcado afán de conocimiento, buena cabeza y tesón en el trabajo. Obtuvo el título de maestra elemental en Huesca y de allí pasó a la Escuela Normal de Zaragoza para alcanzar el de maestra superior, con el apoyo de su padre, ya que la madre mantuvo siempre la idea del papel tradicional de la mujer en la sociedad.
En 1912 viajó a Madrid para hacer oposiciones a Escuela primaria y precisamente llegó el día del asesinato de Canalejas en la Puerta del Sol, lo cual le produjo gran impresión. Tras ganar la oposición fue destinada a la escuela de La Granja. En estos años entró en contacto con la Institución Libre de Enseñanza, con la cual mantuvo fuerte vinculación durante toda su vida: primero a través del Museo Pedagógico dirigido por Manuel Bartolomé Cossío seguidor directo de Francisco Giner de los Ríos, al que acudían maestros en busca de orientación y de formación y María encontró en el museo ambas cosas. Esta etapa, hasta su matrimonio en 1920 con Manuel Ontañón —alumno e hijo de profesor de la Institución Libre de Enseñanza— fue crucial en la vida de María Sánchez Arbós. Cursó estudios en la Escuela Superior del Magisterio, donde se formaban los profesores de Escuelas Normales; se licenció y doctoró en Filosofía y Letras, sección de Letras en la universidad Central de Madrid, para lo cual tuvo que pedir una excedencia en su trabajo y en 1915 obtuvo una beca en la Residencia de Señoritas el mismo año de su fundación por la Junta para Ampliación de Estudios. A través de la Residencia conoció y entró en contacto con el Instituto Internacional, creación filantrópica de universidades femeninas estadounidenses para impulsar y apoyar la educación de la mujer española, cuya colaboración con la Junta para Ampliación de Estudios fue un importante apoyo. Allí comenzó su relación con la familia Menéndez-Pidal: fue discípula de María Goyri en las clases que impartía a las jóvenes residentes y al mismo tiempo, profesora de su hija Jimena Menéndez-Pidal que asistía junto a otras niñas al Instituto Internacional. También fue profesora en la Institución Libre de Enseñanza y tomó parte en las colonias de vacaciones de la Institución que eran ya una referencia pedagógica. Cuando en 1918 se funda el Instituto-Escuela, última creación de la Junta para Ampliación de Estudios, fue seleccionada para formar parte de su profesorado y en esa fecha empezó a escribir un diario profesional que —con algunas intermitencias— no se interrumpió hasta su jubilación en 1959. Hay publicados algunos de sus textos.
En 1920 contrajo matrimonio con Manuel Ontañón y se instalaron en La Laguna de Tenerife, donde trabajaron, ella como profesora en la Escuela Normal y él profesor del Instituto y colaborador de la Universidad. En 1926 se trasladaron a Huesca y María continuó las clases en la Escuela Normal, pero cada vez se fue decantando con mayor claridad su vocación por la escuela, sobre todo por la escuela pública y en 1929 un nuevo traslado de la familia a Madrid, ya con cuatro hijos, la llevó provisionalmente al Instituto-Escuela mientras preparaba oposiciones a escuelas públicas, cuyo papel consideraba necesario en la sociedad.
De este modo María Arbós —como frecuentemente se la llamaba— fue maestra en el Grupo Escolar Menéndez Pelayo de Madrid, hasta que en 1932 opositó a Dirección de Escuelas. Obtuvo el número uno y le asignaron un edificio de nueva planta que llevaba el nombre, muy significativo, de Grupo Escolar Francisco Giner. La nueva directora se entregó a la organización de esta escuela, poniendo en ello lo mejor de sus ilusiones y capacidades. Los textos escritos por ella en esos años lo acreditan y reflejan una labor llena de esperanzas y sinsabores entre los cuales avanzaba su proyecto.
La guerra de 1936 destruyó la obra comenzada y la posguerra fue marcadamente dura para María Sánchez Arbós y su familia: depuraciones, destitución, incluso cárcel durante unos meses, todo lo cual llenó de dificultades la tarea de rehacer su vida profesional, dedicada a trabajos y clases particulares eventuales y mal remuneradas. El padre de unos de estos alumnos, Rafael Cavestany, que la apreciaba por la labor realizada con sus hijos le gestionó en 1953 el reingreso en el escalafón de Magisterio (no en el de Direcciones) y recuperó la escuela antes de la jubilación, no su escuela, pero una escuela pública no sin pasar por uno de esos castigos burocráticos consistente en ser destinada unos meses a un pueblo terrible y atrasado en la periferia de Madrid. En la Sección Preparatoria del Instituto Isabel la Católica de Madrid, situado en el mismo edificio en que estuvo el Instituto-Escuela, transcurrieron de modo satisfactorio sus últimos años de vida profesional activa, en armonía con el director del centro, Manuel Fernández Galiano.
La jubilación se vio empañada por la muerte de su esposo y pasó sus últimos años encontrando consuelo en la publicación de algunos de sus textos, la lectura y el cariño y la compañía de hijos y nietos. Dejó una imagen entre los que la conocieron de mujer enérgica y trabajadora capaz de afecto y generosidad con todo el mundo y llena de entusiasmo por su profesión.
Obras de ~: H. C. Morrison, La práctica del método en la enseñanza secundaria, trad. de ~, Madrid La Lectura, 1930; Don Marcelino Menéndez Pelayo al alcance de los niños, Madrid, Diana Artes Gráficas, 1931; “El paso de los niños a otra clase”, en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE) (1932), pág. 330; “El número de alumnos”, “Los programas escolares”, “El ensayo de los métodos”, “El dominio de la clase”, “La valoración personal del niño” y “La asistencia escolar”, en BILE (1933), pág. 1, 68, 102, 225, 289 y 353, respect.; “El juego”, “La coeducación”, “Un mínimo de contenido en los conocimientos”, “El programa de la escuela rural” y “La sesión única”, en BILE (1934), pág. 73, 27, 73, 241 y 45, respect.; C. Muresdan, La educación de la adolescencia por la composición libre, trad. de ~, Madrid, Espasa Calpe, 1934; “La preparación de las clases”, “El valor de lo pequeño”, “La colocación de los niños en la clase” y “El horario escolar”, en BILE (1935), pág. 1, 49, 45 y 225 respect.; El Grupo Francisco Giner. Sus dos primeros años de funcionamiento, Madrid, imprenta La Rafa, 1935; “La intervención de los padres en la escuela”, en BILE (1935); “El trabajo manual”, “Los libros”, “El arte de perder el tiempo” y “La biblioteca escolar”, Madrid, en BILE (1936), pág. 1, 49, 97 y 193, respect.; “La escuela primaria española” y “La enseñanza de la lectura y la escritura en la escuela primaria”, en Libro-Guía del maestro, Madrid, Espasa-Calpe, 1936, pág. 87-107 y págs. 335-358, respect.; Mi diario, México, Tipografía Mercantil, 1961; “Recuerdos de una maestra”, en Asociación Española de Mujeres Universitarias, El Centenario de la Institución Libre de Enseñanza, Madrid, Tecnos, 1977, págs. 19-21.
Bibl.: P. Álvarez de Miranda, “La última enseñanza de María Sánchez Arbós”, en El País, 11 noviembre, 1976; E. Martínez Medrano, “María Sánchez Arbós, una maestra oscense”, en Alcorces, Zaragoza, (1980), pág. 21; V. M. Juan Borroy, “María Sánchez Arbós una maestra aragonesa en la edad de oro de la pedagogía”, en ROLDE, Zaragoza, año 23, n.º 90 (octubre-diciembre, 1999), págs. 12-21; E. Ontañón, [“Comentario, artículos y nota biográfica”], en Un estudio sobre la Institución Libre de Enseñanza y las mujeres, Valencia, Editorial de la Universidad Politécnica, 2003, págs. 100-115 y 169; E. Ontañón, “Prólogo” y A. Viñao, “María Sánchez Arbós, biografía de una maestra”, en Mi diario, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2006 (2.ª ed.), págs. 21-27 y 40-62, respect.
Elvira Ontañón