Garay, María de. Asunción (Paraguay), ú. t. s. XVII – s. XVIII. Mayordoma de la Virgen de la Asunción.
Descendiente del capitán Alonso Riquelme de Guzmán y de la indígena Úrsula, nieta del gobernador Domingo Martínez de Irala. Contrajo nupcias con el capitán Nicolás Delgadillo y Atienza. En el siglo XVIII y por herencia de sus mayores, María de Garay tenía en su poder la imagen de la Concepción, la cual había arribado a la tierra de los guaraní-carios en una de las naves capitaneada por Juan de Salazar de Espinosa, en 1537. La fundación del fuerte militar coincidió con la festividad de la Asunción de María y, aunque no contaban con una imagen suya, el mismo quedó bajo su protección y amparo. A pesar del cariño y devoción que les inspiraba dicha imagen, los vecinos de la ciudad manifestaron el deseo de contar con una auténtica Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad. El canónigo de la catedral, el doctor Alonso Delgadillo y Atienza, encargó una talla en Nápoles, que llegó a finales de 1741. Una vez en Asunción, Delgadillo obsequió la imagen a su sobrina Lorenza, hija de María de Garay, quien se había casado con Juan Antonio Zavala. La imagen quedó en su oratorio familiar y la acompañó durante el nacimiento de su primogénito, que luego fue el canónigo Juan Antonio de Zavala y Delgadillo.
La antigua talla fue desarmada y guardada con mucho cuidado en casa de los Zavala y sus herederos la conservaron hasta su desaparición durante la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870). La familia Zavala, descendiente de María de Garay, siguió con la mayordomía de la imagen para luego entregarla a los Machaín Zavala, los Haedo Machaín, hasta llegar a la actualidad. La talla que arribó a Asunción en 1742 quedó en casa de María de Garay y sus herederos hasta la terminación del oratorio que Francisco Solano López mandó construir en 1863 para la patrona de Asunción. La guerra lo había dejado inconcluso y en 1936 el presidente de la República, el coronel Rafael Franco, lo convirtió en Panteón Nacional de los Héroes; al año siguiente otro presidente devolvió a la patrona su oratorio sin dejar de ser morada de los prohombres de la patria.
Bibl.: R. Lafuente Machaín, Los Machaín, Buenos Aires, 1926; R. Quevedo, Paraguay años 1671 a 1681, Asunción, El Lector de Historia, 1984; M. Durán Estrago, Oratorio de la Virgen de la Asunción, Asunción, Arzobispado, 2000.
Margarita Durán Estrago
