Böhl von Guttenberg (Wolff von Gudenberg), María Josefa Gertrudis. Baronesa y Condesa viuda (desde 1695) de Berlepsch. La Perdiz. Langenschwarz (Hesse), 1654 sup. – Mylendonk (Alemania), 1723. Favorita de la reina Mariana de Neoburgo.
De familia noble, oriunda del principado alemán de Hesse, entró al servicio de la princesa Isabel Amalia de Hesse-Darmstadt, mujer del conde elector palatino del Rin, Felipe Guillermo de Neoburgo, padres de la futura reina de España Mariana de Neoburgo.
Junto con los condes de Mansfeld, la condesa de Starhemberg y el confesor padre Rhem, formó parte del séquito que acompañó a la reina Mariana en su viaje a España para contraer matrimonio con Carlos II, con el cargo de guarda mayor mientras durase el viaje. Llegó a España en 1690. Fue sustituida oficialmente por la duquesa de Alburquerque, pero, de forma oficiosa, actuó con más atribuciones que una camarera mayor y ejerció gran influencia sobre la Reina. Se encargó de rodear a Su Majestad de una serie de personas de diversa extracción social —Enrique Javier Wiser, secretario, apodado el Cojo, hijo del barón Godofredo von Wiser, y Juan de Angulo, apodado el Mulo, a quien la Reina vendió el cargo de secretario de Estado, fueron con ella los más influyentes— que formaron una camarilla que sirvió fielmente sus propósitos. Se atrajo el odio de los españoles, quienes, por una defectuosa pronunciación de su nombre, la Berlips, derivaron a apodarla la Perdiz.
Bajo la dirección de la Perdiz y el Cojo, se creó una red de corrupción, cohecho, venta de influencias, de hábitos, de cargos y honores que reportó grandes beneficios tanto a la reina Mariana, que cobraba las comisiones, como a los miembros de la camarilla, que se embolsaban propinas sustanciosas. Junto con el Cojo dirigió una oficina de gestión de negocios diplomáticos que contaba con el apoyo de la Reina para resolver los más complicados. La Perdiz consiguió para uno de sus hijos el cargo de legado del rey de Polonia; su otro hijo fue archimandrita de Messina.
Participó, junto con la comadrona alemana y el médico Geleen, en la ficción de los embarazos de la Reina, por lo que corría por Madrid la cancioncilla: “La Perdiz, poderosa / más que el Monarca, / cuando quiere, a la Reina / la hace preñada”. Participó, también junto con el Cojo, en la oscura ceremonia de exorcismo del Rey.
En la complicada cuestión de la sucesión en el trono de España coqueteó con los bandos alemán y francés, representados por los embajadores conde de Harrach y marqués de Harcourt, respectivamente. Defraudó al conde de Harrach, que la acusó como cabeza de la camarilla. Con el apoyo de la Reina y del padre Gabriel de la Chiusa, la Perdiz resistió. Pero también arremetió contra ella y la camarilla el cardenal Portocarrero acusándola de entorpecimiento de la justicia y de especulación en la venta de mercedes y cargos; y se aconsejó al Rey su expulsión de España. En la difícil negociación, la Reina pidió para la Perdiz el puesto de aya de los futuros hijos del Rey de los Romanos —futuro Emperador—; para uno de sus hijos un puesto bien retribuido en los Países Bajos y para el otro el puesto de consejero en Flandes. Finalmente se le concedió el puesto de dama de honor de la Corte de Viena. Exigió entonces que se le girase una letra de doscientos mil escudos del reino de Nápoles, siete mil doblones de renta anual sobre el condado de Güeldres, quince mil doblas como dote para su sobrina y otras tantas para gastos de viaje.
El 25 de marzo de 1700 salió de Madrid protegida por una escolta militar y un importante cortejo, del que formaba parte la enana Barbarica que había llegado a España con la reina Mariana. Atravesó Francia hacia Westfalia, donde pasó unos días en el señorío de Mylendonk, que había comprado al duque de Croy en 1701. Fue Reichsfürstin abadesa de la abadía de Damas llamado de los Ángeles de Praga (1706-1709). Vivió en Mylendonk hasta su muerte en 1723.
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Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente