Brum, Simón (Segismundo). Colonia (Alemania), m. s. XVIII – San Ildefonso (Segovia), 8.II.1785. Vidriero.
Maestro de la fábrica segunda de entrefinos de la Real Fábrica de Cristales. Simón, también llamado Segismundo Brum, llega con su madre y sus tres hermanos, Enrique, Daniel y Juan, a San Ildefonso en el mes de enero de 1751 para trabajar en la fábrica de entrefinos o de alemanes bajo la dirección del maestro Juan Eder.
Como menciona el segundo libro de fallecidos de la iglesia de la Santísima Trinidad de San Ildefonso, su hermano Enrique era natural de Colonia, obispado de Osnaprík, por lo que muy posiblemente todos sus hermanos nacieran en la misma ciudad.
Según la documentación, hacia el año 1767, Simón Brum trabaja de ayudante del maestro alemán Joseph Eder y más tarde, del maestro alemán Juan Eder, hasta el año 1770, cuando es nombrado por fin maestro de la recién creada fábrica segunda de entrefinos, con un sueldo diario de 12 reales.
Simón Brum casó con Manuela Cienfuegos, con la que tuvo un hijo llamado Juan Antonio Brum, maestro que llegó a ser también de la segunda de entrefinos, hasta el año de su fallecimiento, acontecido en 1798.
Simón Brum aprendió con gran celeridad las distintas técnicas de vidrio bohemias, junto a los dos maestros alemanes. Perfeccionó la composición del color oro, del blanco de leche y del esmalte negro; mejoró además la técnica del dorado a fuego, e incluso logró reducir en las composiciones un cierto porcentaje de salitre fino. Con estos adelantos, la manufactura consiguió un ahorro anual de aproximadamente quince mil reales (Archivo General de Palacio AGP, leg. 1).
Simón Brum pidió al maestro de la fábrica de la China, Domingo Chorli, algunas composiciones de los vidrios que aparecían en la edición italiana del libro de Neri L’Art Vetraria. Recetas que le envió Chorli por mediación del aparejador del Real Sitio, Joseph Díaz, en 1772, y que tradujo con la ayuda del aparejador Bartolomé Reale. Pudo así perfeccionar los dos métodos de dorado, tanto a fuego por disolución o molido, como en frío, permitiendo el primero de ellos una mayor adhesión del oro a las paredes del cristal, lo que no permitía el dorado en frío que con el uso terminaba por desaparecer. El dorado a fuego, frente a su perdurabilidad, ofrecía el inconveniente de ser muy vulnerable en el momento de su elaboración, ya que la gran mayoría de las piezas se quebraban al ser recalentadas en el horno o mufla, pues los maestros de la sala de dorado aún no habían adquirido un conocimiento práctico de la graduación de los hornos (AGP, leg. 211). Como premio, Simón Brum quedó al frente de la recién creada sala de Dorado, en 1778, formando parte de la misma además de un aprendiz, tres oficiales, todos ellos procedentes de la sala de Grabar: Pedro Rubio, Patricio Sanz y Pedro Arquelló. Su hijo Juan Antonio Brum fue agraciado además con 2 reales más de sueldo diario.
Junto al maestro de la primera de entrefinos, Simón Brum llevó a cabo distintos encargos de faroles destinados a iluminar las calles de Madrid, 1766-1767, o el camino de El Pardo, 1770; frascos para la Real Cava, 1765-1766, y vidrios planos para las ventanas del Palacio Real de Madrid, 1764.
Simón Brum falleció el 8 de febrero de 1785, en San Ildefonso, y fue enterrado en el convento de los Dominicos de la Santa Cruz, en Segovia.
Obras de ~: Vidrios planos para los faroles del alumbrado de Madrid, 1766-1767; para los faroles del camino del Pardo, 1770; frascos para la Real Cava, 1765-1766; vidrios planos para las ventanas del Palacio Real de Madrid, 1764.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, fondo San Ildefonso, San Ildefonso, 27 de septiembre de 1775, leg. 1.º Fondo Fábrica de Cristales, al Sr. D. Miguel de Muzquiz, en 13 de octubre de 1775, leg. 211.
P. Pastor Rey de Viñas, Historia de la Real Fábrica de Cristales de San Ildefonso durante la época de la Ilustración (1727- 1810), Madrid, Fundación Centro Nacional del Vidrio, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Patrimonio Nacional, 1994.
Paloma Pastor Rey de Viñas