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Pedro Novia de Salcedo Castaños

Biografía

Novia de Salcedo Castaños, Pedro. Bilbao (Vizcaya), 18.I.1790 – Madrid, 1.I.1865. Historiador, político, escritor.

Perteneció a una familia en la que varios de sus miembros habían desempeñado cargos públicos.

Estudió Filosofía en el Colegio Imperial de San Francisco de Bilbao, así como recibió una esmerada instrucción en Matemáticas por Alberto Lista. Al parecer, la compleja coyuntura política que se vivía en Vizcaya le impidió seguir cursando estudios universitarios.

Su carrera política se inició en 1812 con el nombramiento como adjunto responsable del Consejo de la Provincia. En ese mismo año se opuso enérgicamente al establecimiento de la Diputación Provincial de Vizcaya exigida por la Constitución. En 1815 fue elegido miembro de la Junta Superior de Sanidad creada por la Diputación. Al mismo tiempo se encontraba también realizando las labores de tesorero de la Corporación bilbaína.

En 1817 fue elegido alcalde de la villa de Bilbao, y como tal, actuó también como juez ordinario. En 1818 fue apoderado de la villa en las Juntas Generales de Guernica. En octubre de 1820 ejerció de comandante en jefe de una corporación realista denominada Milicia Reglamentaria de Bilbao. Con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis fue nombrado comandante en jefe de las Guardias de Honor de Bilbao, milicia también realista que tenía como objetivo el mantenimiento del orden público. Hasta 1824 ocupó, además, los cargos de regidor del Ayuntamiento, vocal de la Junta de Pósitos y Panadería y la de Escuelas y Estudios de primeras letras.

Además de los cargos que ejerció en el ámbito municipal, su labor se extendió en su vida pública. Entre 1820-1822 ejerció de diputado provincial. También tomó parte en la gestión del Consulado de Bilbao, siendo primero cónsul y en 1824, prior. En 1825 fue elegido diputado en Cortes para representar al señorío de Vizcaya. Durante su representación consiguió evitar que el Gobierno absolutista de Calomarde homogenizase la elección de los cargos municipales en toda la Corona. Durante estos años combinó la representación en Madrid con el ejercicio de diputado general por el bando oñacino, cargo en el que se mantuvo hasta 1827. Aproximadamente también durante este tiempo se le atribuye la escritura de dos obras con las que Novia de Salcedo pretendía revitalizar la industria del hierro y fomentar la realización de una línea de ferrocarril que uniera Bilbao y Burgos por Valmaseda. Es muy posible que interviniera además en el proyecto de instalación de la línea del Ferrocarril Bilbao-Tudela.

Novia de Salcedo no quiso verse inmerso en la contienda carlista, por lo que tomó la decisión de marcharse temporalmente a Aragón. A su regreso volvió de nuevo a ocupar cargos públicos. En el bienio 1833-1835 fue nuevamente elegido diputado general. Desde su puesto realizó todo lo que estuvo en su mano para impedir la reforma foral prevista en la Ley de 1839. Entre 1841-1843 nuevamente ejerció de diputado provincial. Entre 1846 y 1848, y nuevamente entre 1852 y 1854, fue nombrado como diputado general.

En 1852 las Juntas de Guernica lo proclamaron Hijo Benemérito del País.

Novia de Salcedo combinó su dedicación a los cargos públicos con el trabajo intelectual. Dejando las obras derivadas de su trabajo como Reglamento provisional de incendios o Reglamento General de Caminos de Vizcaya, merece la pena destacar su aportación a otros ámbitos como la lingüística o la historia, a través de obras como su celebérrima Defensa histórica, legislativa y económica del Señorío de Vizcaya y provincias de Álava y Guipúzcoa.

Novia de Salcedo comenzó su redacción a partir de la fuerte propaganda antiforalista lanzada desde el Gobierno central y, sobre todo, en contestación a la obra de Llorente que había sido encargada por Godoy. Como el mismo título indica, se trata de una defensa del señorío de Vizcaya y de sus tradiciones, intentando justificarlas a través de la existencia de importantes diferencias culturales e históricas que asegurasen el mantenimiento de la tradición foral y la necesidad de un pactismo entre la Corona y el señorío. La obra se encontraba finalizada para 1829, pero la censura evitó su publicación. Con el fin de la Primera Guerra Carlista se realizó un segundo intento de edición, también fallido, debido a la desaparición del original. La primera edición tuvo que postergarse hasta 1851-1852.

Tras su muerte en 1865 se hallaron algunas obras, sobre todo de índole religiosa, así como cartas manuscritas. Cabe destacar el Diccionario etimológico del idioma bascongado, manuscrito editado posteriormente, en 1887, por Eusebio López en Tolosa.

 

Obras de ~: Defensa histórica, legislativa y económica del Señorío de Vizcaya y provincias de Álava y Guipúzcoa, 1851; Diccionario etimológico del idioma vascongado, ed. Eusebio López, 1887, Tolosa; Reglamento provisional de incendios; Reglamento general de Caminos de Vizcaya.

 

Bibl.: A. Artiñano Zuricalday, Biografía del Sr. D. Pedro Novia de Salcedo, padre de la Provincia y Primer Benemérito del M. N. y M. L. Señorio de Vizcaya, Bilbao, Editorial Juan Delmas, 1866; J. de Manterola Beldarráin, “Apuntes necrológicos”, en Euskal-Erria, 5 (marzo de 1882), págs. 187-188; J. I. de Arana, “On Pedro euskaldun aundiari”, A. Arzac Alberdi, “Sinopsis biográfica del eximio patricio bascongado Sr. D. Pedro Novia de Salcedo”, y VV. AA., “Homenajes a don Pedro Novia de Salcedo”, en Euskal-Erria (San Sebastián), 22 (1.er semestre de 1890), pág. 37, págs. 34-36 y págs. 61-64, respect.; E. de Urrutia Ugarte, “Biografía. Pedro Novia de Salcedo”, en Euskalerriaren alde, año 14, n.º 243 (1924), págs. 118-120; J. M. Beascoechea Madina, Bilbao en el espejo. II parte. Hacia el ocaso del Régimen Foral. Bilbao y los Borbones 1700-1833, Bilbao, 1990, págs. 152-153; VV. AA., Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco, Zarauz, Auñamendi, 1999, pág. 403; J. Aguirreazkuenaga (dir.), Bilbao desde sus alcaldes. Diccionario Biográfico de los Alcaldes de Bilbao y gestión Municipal en tiempos de Revolución democrática y social, Bilbao, Ayuntamiento, Área de Cultura y Turismo, 2002.

 

Begoña Cava Mesa