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Joaquín Gundín

Biografía

Gundín, Joaquín. Mellid (La Coruña), 18.VIII.1745 – España, 1826. Marino, geógrafo, cartógrafo.

En mayo de 1758 pasó a Ferrol donde se encontraba su hermano mayor, Ignacio, prestando servicios como pilotín, y trasladado luego al navío de guerra Neptuno consiguió que Joaquín fuese agregado como paje grumete.

Incorporado a la escuadra de Cádiz que mandaba Andrés Rexio, realizó dos campañas en corso en el crucero de los cabos de San Vicente y Santa María.

Desde Cádiz se embarcó rumbo a La Habana, permaneciendo en ella hasta septiembre de 1762, año en que la plaza fue tomada por los ingleses y debió regresar a Cádiz. Por sus conocimientos de pilotaje fue admitido a la Academia del Departamento de Cádiz y a la Escuela de Navegación. Embarcado como artillero de mar en la fragata Nuestra Señora de la Soledad, partió en un convoy de once buques cargados de mercaderías fletados por el Rey hacia el apostadero de Cartagena de Indias. Años más tarde navegó en los buques guardacostas de Tierra Firme, impidiendo el contrabando. Fue destinado a la fragata Santa Rosalía, con la que llevó a cabo una navegación de seis meses hasta la costa brasileña, practicando el reconocimiento y situación de la isla de la Trinidad.

En 1774, a borde del paquebote San Cristóbal, se dirigió desde Galicia hasta Montevideo al Regimiento de Infantería para guarnición de esa capital y de Buenos Aires. Fue enviado a las islas Malvinas, en el Atlántico sur, donde permaneció por espacio de tres años. Practicó el reconocimiento de Puerto Egmont, evacuado por los ingleses, y obtuvo la capitanía de Puerto Soledad durante seis meses. Naufragó con el paquebote Nuestra Señora de la Gloria perdiendo un baúl lleno de libros y sus documentos traídos desde Montevideo por su colega Pablo Zizur.

En mayo de 1778 fue ascendido a segundo piloto.

Al mando del bergantín Nuestra Señora de Belén hizo un viaje al puerto de San Julián, conduciendo víveres y pertrechos para los pobladores de las costas patagónicas.

Con el comisario Antonio Viedma llevó a cabo una expedición a la bahía que hoy lleva el mismo nombre. Su llegada a Buenos Aires ocurrió a finales de 1783, como piloto de la Real Armada con destino a la primera partida demarcadora de la frontera con Brasil. Pasó a Montevideo, y allí el virrey Vértiz lo puso a las órdenes de Varela y Ulloa, concurriendo a levantar planos entre la costa norte del Río de la Plata y las principales cabeceras del río Uruguay. Terminados los trabajos de demarcación, fue designado para llevar los instrumentos de precisión a Buenos Aires, debiendo entregarlos al capitán de fragata Alejandro Malaspina, que estaba preparado para dar la vuelta al mundo por orden real, pero, por las contingencias del tiempo, no lo alcanzó. Entonces se le comisionó para recorrer el río Uruguay, hasta donde pudiese, llegando al pueblo de Yapeyú.

En junio de 1790 pasó a ser piloto de primera a bordo de la fragata Beno, mandada por el capitán de navío Gabriel Guerra y perteneciente a la Armadilla del Río de la Plata. Pasó después a Nuestra Señora del Carmen, a las órdenes del teniente Diego de Alvear, con el que hizo un viaje a Río de Janeiro en servicio oficial. En 1791 fue promovido a alférez de fragata.

Realizó planos de Colonia del Sacramento e hizo una Carta Esférica del Río de la Plata. A propuesta de Varela y Ulloa, en 1792, fue destinado por el virrey Arredondo para levantar un plano de la costa septentrional del Río de la Plata, comprendida entre la isla Martín García y el fuerte de Santa Teresa. Comisionado por el virrey formó tres destacamentos militares en la Banda Oriental que sirvieron para contener a los portugueses en sus avances. En 1794 dirigió la reconstrucción de San Antonio del Salto, en la provincia de Buenos Aires. En 1795 el virrey Pedro Melo de Portugal le hizo reconocer y levantar un plano de la playa frente a Buenos Aires hasta el paraje llamado Las Balizas, a solicitud del Consulado que quería construir un muelle para facilitar la carga y descarga de mercaderías.

En 1796 el virrey lo designó para la cuarta partida de demarcación de límites con Portugal, bajo las órdenes del comisario, capitán de fragata Juan Gutiérrez de la Concha, que se hallaba radicado en Asunción de Paraguay. En 1801, por orden del virrey del Pino, debió retirarse a Buenos Aires, al declararse la guerra con Portugal. De regreso a esta ciudad, el brigadier de la Real Armada, José Bustamante, dispuso que pasase a las órdenes del capitán de fragata Luis Medina y Terras, quien nombró a Gundín su ayudante en la lancha cañonera Leonesa. En 1802 fue designado subdelegado del comandante de Marina en la ensenada de Barragán, por el intenso tráfico que allí operaba.

En esas funciones permaneció tres años, hasta que fue promovido a alférez de navío. Estuvo bajo las órdenes de Ruiz Huidobro en 1807 cuando los ingleses tomaron por asalto la plaza de Montevideo. Intervino en las invasiones inglesas, distinguiéndose por haber apresado una fragata dedicada al comercio, que intentaba entrar en Buenos Aires.

Producida la Revolución de mayo de 1810, el capitán de navío José María Salazar dispuso que se trasladara al apostadero de Montevideo, donde debían reunirse todos los españoles leales a la metrópoli. Requerido por el Gobierno patrio, contestó Gundín que estaba ligado a la Real Marina y que no podía por su honor dejar de obedecer las órdenes de su jefe. Estuvo detenido en Buenos Aires y separado de su cargo hasta 1811, en que se celebró un armisticio entre los gobiernos.

Entonces Gundín abandonó Buenos Aires y se trasladó a Montevideo. Allí se incorporó a las fuerzas del apostadero local, al mando de Salazar, quien lo destinó a la fragata Flora. En abril de 1812 ascendió a teniente de navío, y por escrito solicitó al Consejo de Regencia la ayudantía del Cuerpo de Pilotos de Montevideo, que estaba vacante, la que le fue concedida el 25 de mayo de 1813. La ejerció hasta el 23 de junio de 1814, en que se produjo la capitulación de la plaza de Montevideo y el apostadero, al mando de las tropas revolucionarias de Buenos Aires.

Desterrado de unos parajes a otros, en septiembre de 1822 pudo escapar con su mujer, Eulalia Clara Nieto de la Mar, y sus hijos Fulgencio y Julián hacia España. Llegó a Cádiz el 2 de enero de 1823 y, habiéndose presentado a las autoridades, fue incorporado a Estado Mayor. En 1825, Su Majestad le concedió el relevo del servicio y la graduación de capitán de fragata. El 10 de diciembre de ese año fue ascendido a teniente de navío en clase de retirado.

Su lealtad a la Corona lo acompañó hasta su lecho de muerte. Sus hijos, teniente segundo y capitán graduado, respectivamente, sobresalieron por su valor y entrega en las guerras de Independencia argentina.

 

Obras de ~: Carta Esférica del Río de la Plata, 1791.

 

Bibl.: M. Castro López, D. Joaquín Gundín. Su autobiografía, introducción y notas, Buenos Aires, Eudeba, 1918; J. A. Regules, Apuntes para la historia de la cartografía del Uruguay, Montevideo, 1936; G. Furlong Cardiff, Matemáticos argentinos durante la dominación hispánica, Buenos Aires, Huarpes, 1945, págs. 115-118; Arquitectos argentinos durante la dominación hispánica, Buenos Aires, Huarpes, 1946, págs. 307-308; Cartografía histórica argentina: mapas, planos y diseños que se conservan en el Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Archivo General de la Nación, 1963, págs. 69 y 319; O. V. Cutolo, Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, t. III, Buenos Aires, Elche, 1971, págs. 503-504.

 

Sandra Fabiana Olivero