Río y Campa, José del. Oviedo (Asturias), 25.VIII.1732 – Madrid, 21.I.1803. Militar y diplomático.
Hijo de Gregorio del Río y Fernández (1707-1742) y de Ana María Antonia Campa y Granda (1710- 1776), ambos de Oviedo, ingresó en 1755 en el Ejército, donde fue alférez y teniente en el regimiento de Infantería de Soria. El vizconde de la Herrería se lo llevó de secretario en sus ministerios en Suecia (1761- 1763) y en Rusia (1763-1771) e incluso le hizo encargado de negocios oficioso durante una ausencia de su superior (4 de enero de 1768 – 4 de octubre de 1770).
El 19 de octubre de 1770 marchó de San Petersburgo para Madrid, donde recibió su nombramiento de cónsul en Lisboa (23 de mayo de 1771), llegando allí en septiembre. Quedó a cargo de los negocios en Portugal entre la salida de Almodóvar y la llegada de Fernán Núñez del 21 de abril al 17 de octubre de 1778. Apasionado por la economía política y gran proyectista, solicitó sin éxito el puesto de ministro en Estados Unidos (7 de enero de 1783) y, con vistas a fomentar sus adelantos al amparo de sus protectores Floridablanca y Cabarrus, salió con licencia para Madrid en donde se quedó varios años: logró ingresar en la Orden de Carlos III (23 de junio de 1785) y estuvo “ocupado en diversas comisiones del Banco de San Carlos y en exponer sus ideas en la Real Sociedad Matritense de los amigos del país”. Desaparecidos de la escena política sus protectores, Río tuvo que regresar a Lisboa en 1794. Si bien obtuvo los honores de intendente del Ejército (diciembre de 1795), no tuvo ningún éxito en sus otras pretensiones: intendencia de Aragón (15 de mayo de 1796), ministerio cerca de la República Cisalpina (20 de octubre de 1797), plaza en el Consejo de Hacienda o en el de Indias (16 de septiembre de 1798). Se quejaba amargamente porque “había quedado olvidado como un pozo sin suelo, sin haber logrado el más mínimo ascenso, aumento de sueldo, ayuda de costa o pensión”. El 20 de mayo de 1801, con motivo de la entrada de las tropas españolas en Portugal, dejó Lisboa. El 6 de junio tras la firma del tratado de Badajoz, consiguió una nueva patente, con aumento de sueldo, pero demoró su regreso a Portugal por razones de salud, y falleció repentinamente de apoplejía. Había permanecido soltero.
Obras de ~: Extracto de una memoria presentada por el Sr, cónsul general de S.M. en el reyno de Portugal, leída en la Junta general del 27 de abril de 1776 [sobre la necesidad de establecer en Madrid escuelas patrióticas de comercio]; Puntos principales que es preciso promover y reglas para hacer florecer la agricultura general de un Estado, Madrid, 11 de agosto de 1787.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 16, g. 2, legs. 51 y 52; Tribunal Mayor de Cuentas, leg. 2113; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 3451/1; Orden de Carlos II, exp. 212.
D. Ozanam, Les diplomates espagnols du XVIIIe siècle, Madrid- Bordeaux, Casa de Velázquez-Maison des Pays Ibériques, 1998.
Didier Ozanam
