Cortada, Plácido. Tarrasa (Barcelona), c. 1680 – Montserrat (Barcelona), 14.XI.1756. Abad general benedictino (OSB) de la congregación de San Benito de Valladolid.
La primera noticia que se tiene de fray Plácido es la de su toma de hábito en el monasterio de Nuestra Señora de Montserrat (Barcelona), el 18 de junio de 1698. Emitió su profesión el 2 de agosto del siguiente año, estudiando a continuación en los colegios de la Congregación de San Benito de Valladolid, a la que Montserrat pertenecía. Desde 1709 a 1721 ejerció en su monasterio de profesión el cargo de predicador, de especial importancia en Montserrat por su condición de santuario mariano y centro de peregrinación. Desde 1725 a 1731 fue vicario en Monistrol de Montserrat (Barcelona). En 1731 fue nombrado abad de San Benito de Bages (Barcelona), filiación de Montserrat, y desde 1737 a 1741 lo fue del mismo Montserrat. Al cesar en su cargo, fue hecho definidor general, participando así en el Capítulo General de 1745, donde resultó elegido general de la congregación.
En la misma reunión capitular en la que fue elegido se aprobó dividir la congregación en cuatro partidos, denominados Galicia, Campos, Rioja e Indiferentes, con el fin de procurar un reparto equitativo de novicios y cargos. Según costumbre de los generales de la congregación de San Benito, fray Plácido dirigió nada más ser elegido una carta acordada a todos sus súbditos, en la que se quejaba de la falta de observancia reinante en el conjunto de los monasterios, pero no parece que pusiera mayor empeño en buscar los remedios adecuados.
En 1749, al cesar en su cargo de general, fue nombrado abad de San Martín de Madrid. En 1753 se retiró a su monasterio de Montserrat, en una de cuyas granjas, situada junto a la abadía, murió.
Bibl.: E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1701-1801), vol. X, Silos, Stvdia Silensia, 1984, págs. 151-155 y 346-349; “Abadologio del monasterio de San Martín de Madrid (1594-1835)”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XXV (1988), pág. 174.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB