Ramos Carbajal, Benito. Villamuñío (León), 6.VII.1921 – San Isidro de Dueñas (Palencia), 12.VIII.1997. Monje cisterciense (OCist.), consejero y prior general de la Orden Jerónima.
Ingresó como oblato en San Isidro de Dueñas en 1923. Allí cursó la carrera sacerdotal, profesando solemnemente en 1942 y ordenándose sacerdote el mismo año. Seguidamente fue enviado a Roma para completar su formación científica, comenzando pronto a figurar en puestos importantes. En 1948 estuvo de capellán castrense en Valladolid. En 1953 fue destinado a prestar servicios de capellán de la comunidad de Alloz, hasta 1962, en que cesó por haber sido elegido definidor de la Orden —hoy se llama consejero permanente—. Se estableció en Roma durante varios años solucionando todos los problemas principales de los distintos monasterios de habla hispana en sus relaciones con la casa generalicia o con la Santa Sede. Al fallecer en 1974 el padre Roberto Larrinoa, asistente general de la Federación Cisterciense de Religiosas de San Bernardo, que él había puesto en marcha, fue nombrado el padre Ramos para sucederle en el mismo puesto, en el que permaneció hasta 1987. Es de destacar la creación de una difusora del tema monástico mediante la colección de Espiritualidad Monástica, la cual, sirviéndose de la cooperación de monjes de la Orden, han puesto al servicio no sólo de religiosos y religiosas, sino incluso de multitud de seglares, unas obras impresas con carácter privado en el propio monasterio de las Huelgas o en algún otro monasterio de la federación. En 1990, hallándose los monjes jerónimos faltos de personal, y deseando que un monje del Císter les asesorase temporalmente mientras la Orden necesitaba ayuda, la Santa Sede nombró al padre Benito Ramos prior general de la Orden de San Jerónimo. Trabajó con gran afán ayudando a estos hermanos hasta que una enfermedad grave le obligó a renunciar al cargo y acogerse a San Isidro, donde murió.
La obra que se cita a continuación está escrita en colaboración con el padre Martín García. Es una magnífica aportación sobre la puesta en macha de la fundación de San Isidro, cimentada en la documentación existente en la casa madre, Sancte Marie du Desert (Francia). Hallándose al frente de la Congregación de San Bernardo, puso en marcha para la misma dos obras de notable mérito. Obra suya fue la creación de Biblioteca Monástica, que lanzó más de veinte ejemplares de obras tradicionales sobre el monacato, que aunque eran en plan privado, pronto se agotaron. También creó una sencilla revista, privada, titulada Intercambios Monásticos, destinada a mantener un contacto frecuente y benéfico entre las comunidades de la Federación.
Obras de ~: “Orígenes Cistercienses del Monasterio de San Isidro de Dueñas (1891-1896)”, en Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses (Palencia), 26 (1968), págs. 69-162.
Fuentes: Archivo de San Isidro de Dueñas (Palencia).
Damián Yáñez Neira, OCSO
