Fernández de la Vega, Domingo. Segovia, c. 1574 – X.1637. Ensamblador.
Hijo del carpintero Domingo Hernández y de Inés de Soria, vecinos de Segovia. Es el más destacado de los ensambladores locales de principios del siglo xvii.
Representa, junto con Pedro de Brizuela, el clasicismo barroco en la retablística local, ya presente con anterioridad en las propuestas de Mateo Imberto (Villacastín, Martín Muñoz de las Posadas), que da en él cabida al personal afán por dotar a las columnas de una mayor expresividad decorativa, revistiéndolas de motivos romboidales o potenciando la plasticidad de sus estrías. Llegó a especializarse en grandes tabernáculos de retablo, bajo sugestión del clasicismo herreriano. Su labor estuvo siempre circunscrita a la propia demarcación diocesana.
Nada queda de los retablos de Collado Hermoso y Muñoveros (1599) o del retablo mayor de Cantimpalos (1601-c. 1610), sus creaciones más tempranas, al igual que ocurre con la imagen de san Roque que se obligó a hacer en 1601 para la ermita del santo en Castillejo de Mesleón. El retablo de Cantimpalos sirvió de modelo para el de la parroquial de Torreiglesias (1601-1610), plenamente característico de su estilo por el tratamiento de las columnas y las dimensiones del tarbernáculo; la parte escultórica esencial es obra de Juan Jiménez, yerno de Imberto. Hacia 1602 colaboró en algunas obras con el pintor Juan del Río, entre ellas el retablo de Cedillo de la Torre. En 1606 hizo el tabernáculo del retablo mayor de la iglesia de San Juan de Mojados (Valladolid), al que siguieron el retablo de Aldealengua de Pedraza (1608) y el de Escarabajosa de Cabezas (1608-1614), de los que nada queda. En los primeros meses de 1609 terminó el retablo mayor y los colaterales del Hospital de Convalecientes de la ciudad, también desaparecidos. Por estas fechas debió de hacer el retablo del bachiller Sánchez Ribera, del que hay trazas (Biblioteca Nacional de España), seguramente destinado al monasterio jerónimo de Santo Tomé del Puerto. Las de la custodia o tabernáculo de la parroquial de San Martín de Segovia, dadas en 1609, son la mejor muestra de su clasicismo estilístico y análogas a lo realizado en Torreiglesias; pero fueron sustituidas hacia 1665 por la estructura debida a José Vallejo Vivanco. En 1611 dio las trazas para el túmulo de las exequias de la reina Margarita de Austria en la catedral; casi diez años después hizo la custodia de Valleruela de Pedraza y en 1624, los colaterales de la parroquial de Paradinas, donde queda el entonces dedicado a la Virgen del Rosario. Del retablo de la Virgen del Socorro en la segoviana iglesia de San Clemente (1626) se conservan sólo algunas figuras debidas a Felipe de Aragón, lo mismo que en el retablo dieciochesco de San Esteban, que sustituye al retablo mayor por él realizado hacia 1627, año en que hizo también otro de la Concepción de la Virgen en la iglesia de San Román. En 1629 comenzó el de los santos Cosme y Damián para la capilla del arcediano Damián Berrocal en la catedral, cuyas figuras fueron en origen encomendadas a Gregorio Fernández y que se cuenta entre sus creaciones más clasicistas. Posteriormente realizó la ampliación del retablo de la parroquial de Cuevas de Provanco, que muy probablemente era en su traza original también obra propia. No hay datos que confirmen que llegara, no obstante, a relizar el retablo mayor para la iglesia del convento de Santo Domingo Real en Segovia, a lo que se comprometieron en 1630 los albaceas del regidor Pedro de Hierro, que había sido patrono de la capilla.
Estuvo casado con Elena Vargas y tuvo al menos dos hijos: Manuel, nacido en 1610, que fue estudiante de Leyes en Salamanca y casó con Catalina de Arce Guzmán, y María, que ingreso en el convento de la Concepción Francisca.
Testó, al parecer, en Segovia en marzo de 1637. No se conserva el libro de difuntos correspondiente en la parroquial de San Martín, de la que era feligrés.
Obras de ~: Retablo mayor, iglesia parroquial, Torreglesias (Segovia), 1601-1610; Retablo de San Antonio (antes de la Virgen del Rosario), iglesia, Paradinas (Segovia), 1624; Retablo mayor, Cuevas de Provanco (Segovia) (atrib.); Retablo de san Cosme y san Damián, catedral, Segovia, 1629; Antiguo retablo mayor, iglesia parroquial, Balisa (Segovia), s. f. (atrib.).
Bibl.: A. Barcia y Pavón, Catálogo de la colección de dibujos originales de la Biblioteca Nacional, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1906, n.º 103; J. de Vera. “Funerales por la reina Margarita”, en Estudios Segovianos (ES), III (1951), pág. 287; “Una obra desconocida de Gregorio Fernández en la catedral de Segovia”, en Archivos Español de Arte, XXVIII (1955), págs. 80-84; M. Q. (Quintanilla), “Un censo de población de 1611”, en ES, VI (1958), pág. 346; M. Quintanilla, “Algunas notas sobre artífices segovianos”, en ES, XIV (1962), pág. 124; J. de Vera “Aportaciones al estudio de nuestra Catedral”, en ES, XV (1963), pág. 245; J. J. Martín González, “El retablo de la iglesia de San Juan de Mojados”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) (1972), págs. 524 y 526; D. Angulo Íñiguez y A. E. Pérez Sánchez, A Corpus of Spanish Drawings, I. Spanish Drawings, 1400-1600, London, Harvey Miller, 1975, pág. 89; F. Collar de Cáceres, Pintura en la antigua diócesis de Segovia, vol. I, Segovia, Diputación Provincial, 1989, pág. 294; E. de Santiago Páez (coord.), Dibujos de arquitectura y ornamentación de la Biblioteca Nacional, catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Cultura, 1991, n.º 99, pág. 79; F. Collar de Cáceres, “El ensamblador Domingo Fernández de la Vega (c. 1574-1637)”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XCVI (2005), págs. 247-294.
Fernando Collar de Cáceres
