García de Vozmediano, Francisco. Miranda de Ebro (Burgos), 17.II.1549 – c. 1616. Entallador.
Es uno de los mejores constructores de retablos del foco artístico de Miranda de Ebro (Burgos) durante el siglo xvi. En la documentación se le nombra con oficios diferentes: ensamblador, pintor, arquitecto, imaginero, escultor, según qué tipo de obra contratase, lo que hace pensar en un gran empresario bajo cuyo mando se realizarían una gran cantidad de trabajos.
Nació en Miranda de Ebro en 1549 y fue bautizado en la iglesia de Santa María de Altamira. Era hijo de Juan de Momediano y Catalina de Angulo y en 1561 se le buscaba un curador al quedarse huérfano a edad temprana. Se desconoce dónde realizó su período de aprendizaje, pero es de suponer que fuese en alguno de los talleres que abrían sus puertas en las calles de Miranda, donde residió toda su vida; probablemente en el taller de la familia Angulo, con quienes existía cierta relación. Estuvo casado con Juana Ortiz, con la que tuvo cuatro hijos, bautizados en la iglesia de Santa María de Altamira: Sebastián (1589), Casilda (1590), Catalina (1595) y Juana (1599).
Comenzó a trabajar con taller propio muy temprano y en 1579 ya había entregado un sagrario en la iglesia de Santa María de Miranda, que en 1581 policromó el pintor Diego de Oliva. Estos grandes encargos los alternaba con otros de menor entidad: unos bancos para la iglesia de Villalba de Rioja (La Rioja, 1581), la obra de carpintería en las casas de Juan de Dulanto en Miranda de Ebro (1584), unas andas para la cofradía de San Pedro en Pancorbo (Burgos, 1596) tasadas por el escultor Diego de Marquina, obras de carpintería en la ermita de San Roque de Miranda (1604) y en 1597 tasaba la pintura de la iglesia de Bujedo (Burgos).
A partir de la década de los noventa del siglo xvi, Vozmediano inicia su etapa más fructífera y de mayor importancia profesional en la que colabora con los escultores más destacados tanto del foco de Miranda de Ebro y de Briones como con otros de áreas cercanas. Estas relaciones artísticas con la flor y nata de la escultura romanista regional —Lázaro de Leiva, Hernando de Murillas, Diego de Marquina, Rodrigo de Unategui, Martín Galán y los pintores Mateo Martínez, Martín de Montoya y Baltasar Sierra, que pertenecía al equipo del escultor Pedro López de Gámiz— demuestran la gran actividad de su taller y la importancia que éste tuvo en el paso del Romanismo renacentista al Barroco. En estas fechas los escultores romanistas que se asentaban en Miranda de Ebro, o habían muerto —Gámiz— o eran tan mayores que casi no trabajaban —Marquina—, por lo que Vozmediano tuvo que recurrir a artistas asentados en La Rioja. Así, en 1592, cederá al escultor Hernando de Murillas la escultura del sagrario, de enormes proporciones y tipología de templete, para el convento de San Francisco de Miranda de Ebro y que financiaba la mecenas Isabel de Mardones. Unos años más tarde, en 1593, contrata con el escultor riojano Lázaro de Leiva el desaparecido retablo mayor del convento de Nuestra Señora la Real de Herrera, en las cercanías de Miranda y, en 1594, realiza la arquitectura de un retablo colateral dedicado a san Cristóbal para la parroquia de Salinas de Añana (Álava) en el que se aprovechan las tallas y pinturas de un retablo antiguo. En 1597, contrata la mazonería de un retablo para la capilla de los Mateos de Ezcaray (La Rioja), cuya escultura fue realizada por Pedro López de Gámiz; para esta ocasión contó con la ayuda del carpintero Domingo de Lezeaga y del pintor Juan de Salcedo.
Vozmediano entró en pugna con el ensamblador mirandés Martín Galán por la construcción de un facistol para la iglesia de San Juan de Miranda —para la que ya había realizado el sagrario—, que acabó contratando en 1604, año en el que entrega el sagrario para la iglesia de Caicedo de Yuso (Álava). En 1605 hace un retablo colateral para la iglesia de San Juan de Miranda dedicado a su patrón, san Esteban, y una imagen procesional de Cristo con la cruz a cuestas y el cirineo que le encarga la cofradía de la Vera Cruz y que cederá a algún escultor de relieve.
Al final de su actividad volvió a asociarse con un escultor, el vizcaíno Rodrigo de Unategui, para hacer el sagrario de Villalba de Rioja que entregó en 1607, policromado por Mateo Martínez. Paralelamente, realizó el retablo mayor de la vecina localidad de Villaseca (La Rioja) y en esas fechas hizo para Zambrana (Álava) dos candeleros, un pie de cruz, un escaño y una caja para guardar el Santísimo Sacramento.
El taller de Francisco García de Vozmediano contó con la colaboración de varios oficiales para ocuparse de todos estos trabajos y se sabe que en 1606 participaban Juan de Aguirre y Francisco de Lasagabaster, además del aprendiz vizcaíno Domingo de Echevarría. Es una pena no poder valorar estilísticamente a este artista, pues su obra no se conserva, a excepción del retablo de Ezcaray; aun así, se puede decir que se trata de un entallador de enorme profesionalidad y categoría, ya que él mismo diseñaba sus obras.
Obras de ~: Sagrario, iglesia de Santa María de Miranda de Ebro (Burgos), 1579; Sagrario, convento de San Francisco de Miranda de Ebro, 1592; Retablo mayor, convento de Nuestra Señora la Real de Herrera, 1593; Retablo lateral San Cristóbal, iglesia de Salinas de Añana (Álava), 1594; Retablo capilla los Mateos, iglesia de Ezcaray (La Rioja), 1597; Facistol y Sagrario, iglesia de San Juan de Miranda de Ebro, c. 1604; Sagrario, iglesia de Caicedo de Yuso (Álava), 1604; Retablo lateral San Esteban, iglesia de Santa María de Miranda de Ebro, 1605; Imagen de Cristo con la cruz a cuestas y Cirineo, Cofradía de la Vera Cruz de Miranda de Ebro, 1606; Sagrario, iglesia de Villalba de Rioja, 1607; Retablo mayor, iglesia de Villaseca (La Rioja), c. 1607.
Bibl.: J. J. Vélez Chaurri y C. Díez Javiz, Historia del Arte y los artistas en la Iglesia de Santa María de Altamira de Miranda de Ebro. 1500-1800, Miranda de Ebro, Instituto Municipal de la Historia, 1987; C. Díez Javiz, “Pintores y doradores del siglo xvi en la comarca mirandesa”, en López de Gámiz, XVIII (1988), págs. 59-66; La Escultura romanista en la cuenca media del Ebro: los focos de Miranda de Ebro y Briones, tesis doctoral, 1989 (inéd.); J. J. Vélez Chaurri, El Retablo Barroco en los límites de las provincias de Álava, Burgos y La Rioja, Vitoria, Diputación Foral de Álava, 1990; C. Díez Javiz, “El escultor romanista Diego de Marquina (1542-1604)”, en López de Gámiz, XXXII (1998), págs. 15-60.
Carlos Díez Javiz
