Urriola y Echeverz, Luis Miguel de. Panamá, 24.VIII.1748 – Santiago de Chile (Chile), 5.VIII.1798. Letrado y oidor en Indias.
Hijo de Juan de Urriola (1705-1782), natural de Panamá, capitán de milicias de la Aduana de San Francisco de Cruces (Panamá), alcalde de la Santa Hermandad de Panamá (1727-1732) y alcaide y justicia mayor de la aduana de Cruces por juro de heredad (1738), y de la también panameña Antonia de Echeverz. Estudió en la Universidad de Panamá, donde se graduó de bachiller en Artes. Luego pasó a la península, donde se graduó de bachiller in utroque iure en la Universidad de Sigüenza. En 1768 ingresó al Colegio de San Antonio de la Universidad de Alcalá. El 17 de febrero de 1769 fue presentado por Carlos III al Real Colegio de España o de San Clemente en Bolonia (Italia), en el que fue admitido con dispensa de no ser español. Allí cursó griego y, entre 1769 y 1770, fue consiliario y celario (tesorero), el curso siguiente, consiliario e historiador, el siguiente, consiliario y bibliotecario, el curso 1772 y 1773 consiliario y secretario, y, finalmente, entre 1773 y 1774, consiliario y bibliotecario. El 20 de agosto de 1771 opositó a la cátedra de Derecho Pontificio y la obtuvo dos días después, a la que renunció voluntariamente el 22 de abril de 1775. El 24 de noviembre de 1774, en su calidad de colegial más antiguo, fue elegido rector interino del Real Colegio de España por la ausencia del titular Quintano, manteniéndose en dicho oficio hasta el 20 de octubre del año 1780, cuando fue autorizado por Floridablanca para dejar el Colegio.
A instancias de Gálvez y del príncipe de Esquilache, sobre consulta del 21 de junio de 1780, fue nombrado oidor numerario de la Real Audiencia de Santiago de Chile para ocupar la vacante dejada por promoción de José de Rezábal y Ugarte a una alcaldía del crimen en Lima, despachándosele título por Real Provisión fechada en San Ildefonso el 13 de agosto de 1780. Comenzó a servir el 16 de diciembre de 1782 y lo hizo hasta su muerte.
Durante su desempeño en el tribunal santiaguino sirvió variadas comisiones, entre ellas el Juzgado de Reos Rematados, para el que fue nombrado por decreto del presidente Ambrosio de Benavides el 23 de diciembre de 1785.
En 1796 vistió el hábito de caballero de la Orden de Carlos III. Ocho años antes había contraído matrimonio con María Josefa Balbontín de la Torre y Rojas, natural de Santiago de Chile, viuda del marqués de Montepío, natural de Santiago, enlace del que nacieron seis hijos, a quienes dejó en la pobreza.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias, Chile, 139, 223; Ultramar, 802; Archivo Nacional Histórico de Chile, Real Audiencia, 2.926, 2.950, 3.136; Varios, 941.
J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 888; J. L. Espejo, Nobiliario de la Antigua Capitanía General de Chile, vol. 1, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1917, págs. 263-265; G. Lohmann Villena, Los americanos en las Órdenes Nobiliarias, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas - Instituto de Historia de América Gonzalo Fernández de Oviedo, 1947, págs. 435-436; A. Pérez Martín, Proles Aegidiana, vol. III, Bolonia, Publicaciones del Real Colegio de España, 1979, n.º 1.290, págs. 1.687-1.688; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, pág. 335; De la impotencia a la autoridad, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 174, 278 y 328-329; J. Barrientos Grandon, “El Juzgado de Reos Rematados del Reino de Chile (1781-1805)”, en Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, XXII (2000), págs. 148-151.
Javier Barrientos Grandon
