García Sánchez, Toribio. Hernando Toribio de Alcaraz. Alcaraz (Albacete), c. 1500 – ¿México?, 1575 post. Maestro mayor cantero y arquitecto.
Fue uno de los primeros españoles activos en Nueva España (México), constructor de conventos y de la catedral de Pátzcuaro, cuya personalidad se ha calificado de “enigmática” por desconocer que hubo otro homónimo, también arquitecto, activo en América del Sur a mediados del siglo xvi, un caso curioso ignorado por los estudiosos.
Hay que deshacer la falsa creencia de que era religioso, pues todavía aparece como “Fray Toribio de Alcaraz”. Ya en el año 1923 el investigador mexicano F. A. de Icaza publicó (en Madrid, donde era embajador de México) una copia del manuscrito de los primeros empadronamientos de españoles en la capital de la Nueva España (México), efectuados entre los años 1540 y 1550 (G. Kluber supone que es de 1547), donde se lee: “Toribio de Alcaraz, dize: Que es natural de Alcaraz, hijo de Toribio Garçia y de Olalla Sánchez, su muger, y que ha tres años que pasó a esta Nueua Spaña, con su casa y muger e hijos, y siempre la ha tenydo y tiene, poblada con sus armas y cauallos; y que ha sido maestro mayor de obras de canteria, y en el dicho ofiçio está presto a seruir a Su Magestad, ofreçiéndose en qué” (Conquistadores..., II: 140). Había dejado en Alcaraz algunas obras, marchándose hacia el cuarto decenio del siglo xvi, documentándose su estancia en Sevilla entre, al menos, los años 1535 y 1542. Hernández Díaz (1933) se refiere a un poder notarial que otorgó el 8 de octubre de 1535 a Luis de Reolid “para que hiciera remate de cierta obra de su oficio que dejó asentada en dicha villa” [de Alcaraz] (en el Archivo de Protocolos Notariales, Sevilla). Posiblemente llegó a la Nueva España hacia el año 1544, y realizó “la traza”, o plano general, de todos los conventos- iglesias franciscanos, con una sola planta, también copiada por las iglesias de los agustinos.
Intervino activamente en el convento franciscano de Huejotzingo, según atribución de Toussaint, quien dice: “Dada la perfección técnica de todo el monumento, es casi seguro que la obra fue debida a Toribio de Alcaraz” (1974: 41). También construyó el convento de Santo Domingo en Oaxaca. Y, finalmente, el convento e iglesia de San Gabriel de Cholula, con una notable capilla real, datándose esta obra hacia 1575.
Su portada principal presenta resabios ojivales, aunque con ornatos renacentistas.
Es el caso que cuando el primer virrey Antonio de Mendoza cesó y dejó unas Instrucciones... manuscritas a su sucesor, Luis de Velasco, al par que lamentaba la falta de buenos arquitectos en el extenso territorio de Nueva España, le sugirió que “dos o tres” bien entendidos fueran sus inspectores para vigilar y asesorar en todas las construcciones públicas, y le decía de forma singular y única: “Toribio de Alcaraz, que estaba en el puerto [de Veracruz] cuando V. S.ª vino, lo ha hecho muy bien muchas veces, así en los monesterios y puentes como en los demás edificios, puede ser uno de ellos”.
Hacia el año 1545 empezó a dirigir, durante años (ya se ve que simultaneando con otras tareas), quizás hasta 1570, en que se documenta que se le hicieron pagos, la construcción de la grandiosa catedral de Pátzcuaro, que fue construida con la intención de que pudiese albergar a miles de fieles, lo que la hizo ser la más grande de América, por impulso del gran obispo de Michoacán Vasco de Quiroga (de 1538 a 1565), cultísimo hombre, muy querido por los indios, que le llamaban “Tata Vasco” (padre Vasco). Se trataba de una rara planta radiocéntrica de una iglesia de cinco naves unidas por el testero, con el centro de gravedad de la traza pentagonal, con la capilla mayor, en el centro. Claudio de Arciniega, arquitecto mayor de México, se enfrentó, en 1560, a su constructor y su informe fue fuertemente replicado por Toribio de Alcaraz (documento en Archivo General de Indias).
La última documentación que ha aparecido en el actual México sobre Toribio de Alcaraz es de hacia 1575 y se refiere a la construcción de la iglesia y convento de Cholula. En éste o en años posteriores debió de fallecer.
Obras de ~: en Alcaraz (España): Convento de Santo Domingo; Puerta de Granada; Puerta Nueva; Ensanche de la Plaza; Cementerio de la Iglesia de la Trinidad. En Nueva España (México): Catedral de Pátzcuaro, entre 1545-1570; Convento de Huejotzingo, c. 1562; Conventos de Santo Domingo de Oaxaca y de San Gabriel de Cholula, c. 1575.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), secc. Indiferente General, leg. 858, Informe de los maestros de cantería Hernando Toribio de Alcaraz y García de la Puente y el de carpintería Alonso Luano, sobre las obras de la catedral de Pátzcuaro (ed. en E. Marco Dorta, Fuentes para la Historia del Arte Hispanoamericano. Estudios y Documentos, vol. I, Sevilla, Instituto Diego Velásquez, 1960, págs. 153-154); secc. Méjico, leg. 374, Expediente de la obra de la catedral de Pátzcuaro. Informe del arquitecto Claudio de Arciniega. Notificación del mismo al maestro Hernando Toribio de Alcaraz, y réplica de éste. (Año) 1560 (ed. en E. Marco Dorta, op. cit., vol. I, págs. 154-164).
Instrucciones que los Virreyes de Nueva España dejaron a sus sucesores. Añádense algunas que los mismos trajeron de la Corte [...], vol. I, México, Imprenta de I. Escalante, 1873, pág. 47; F. A. de Icaza, Conquistadores y Pobladores de Nueva España. Diccionario autobiográfico sacado de los textos originales, por [...], vol. II, Madrid, Imprenta de “El Adelantado de Segovia”, 1923, n.º 847, “Toribio de Alcaraz”, pág. 140 (nueva edición: Guadalajara, Jalisco, E. Aviña Levy, 1969); J. Hernández Díaz, Arte y artistas del renacimiento en Sevilla, vol. VI (Documentos para la Historia del Arte en Andalucía), Sevilla, Laboratorio de Arte, 1933, pág. 36; H. E. Wethey, “The problem of Toribio de Alcaraz”, en Gazette des Beaux-Arts, New York, 89th year, 6th Series, vol. XXXI (enero-febrero de 1947), págs. 165-174; E. Marco Dorta, op. cit., págs. 20-21, 23-25, 30-33, 60, 153-154, 157 y 161-162, vol. II, págs. 67, 75 y 222; M. Toussaint, Arte colonial en México, México, Universidad Nacional Autónoma, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1983, 4.ª ed., págs. 39, 41-42 y 55; VV. AA., Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México. Sexta edición, corregida y aumentada, vol. I, México, Editorial Porrúa, 1995, págs. 95-96; S. Sebastián López, “El arte iberoamericano del siglo xvi. Santo Domingo, Méjico, Colombia, Venezuela y Ecuador”, en J. López et al., t. XXVIII, Arte Iberoamericano desde la colonización a la Independencia, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, Madrid, Espasa Calpe, 1996, págs. 156 y 211; VV. AA., Enciclopedia de Castilla-La Mancha. Dirigida por Ramón Tamames y Raúl Heras, vol. X, Biografías, Madrid, Edicsa 92, 1995, pág. 184.
Fernando Rodríguez de la Torre
