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Gonzalo Abreu de Figueroa

Biografía

Abreu de Figueroa, Gonzalo. ¿Sevilla?, p. m. s. XVI – Santiago del Estero (Argentina), 1580. Gobernador de Tucumán.

Apenas se conoce nada de su biografía con anterioridad al nombramiento como gobernador de la provincia indiana de Tucumán en 1570. Suele considerársele andaluz y algún autor sitúa su nacimiento en Sevilla, pero no existen datos que permitan afirmarlo con rotundidad, como tampoco es posible aseverar la extendida opinión de que fuera hombre de escasa cultura y nula experiencia en materia de gobierno. Tras su llegada a la provincia tucumana en 1574 se impuso enseguida a su antecesor en el cargo, Jerónimo Luis de Cabrera, que había sido nombrado por el virrey de Perú, Francisco de Toledo, mientras en España se designaba un nuevo mandatario. A poco de iniciarse el juicio de residencia, Cabrera fue encarcelado acusado de promover un motín e intentar asesinar al nuevo gobernador, por lo que poco después fue ejecutado.

La atención principal de Abreu durante su etapa de gobierno se centró en la continuación de la política pobladora iniciada por sus predecesores y que respondía a unas claras directrices marcadas por el virrey Toledo con el objetivo de pacificar la zona, facilitar las comunicaciones y, con ello, asegurar y extender el asentamiento español. Así, en 1577 organizó una expedición en San Miguel de Tucumán para emprender la conquista y pacificación del valle de Calchaquí, donde fundó una ciudad a la que bautizó con el nombre de San Clemente de la Nueva Sevilla; el ataque de los indígenas forzó a trasladar el asentamiento al valle de Salta, pero tampoco allí prosperó y hubo de ser reedificada poco después por tercera vez. Sin embargo, el esfuerzo que todo ello supuso no garantizó la pervivencia del enclave y, debido básicamente a la desatención del fundador, la incapacidad para someter a los indígenas e incluso la improvisación en la organización de la empresa, la ciudad de San Clemente de la Nueva Sevilla desapareció al poco tiempo.

Igual que les sucedió a muchos de los hombres de su tiempo, Gonzalo de Abreu fue víctima también de la obsesión por encontrar alguno de los mitos que marcaron en ocasiones las directrices de la empresa americana. En este caso, el gobernador trató de buscar el fantástico País de los Césares, que creía situado en el camino de Córdoba a Chile. En junio de 1579, encabezó una expedición de sesenta soldados reunidos con grandes dificultades, pues la experiencia anterior le había dado fama de guerrero con escasa pericia y mala fortuna; a pesar de las expectativas, el grupo retornó al poco de la salida, tal vez por falta de medios para suplirse de víveres o por el ataque que realizaron los indios a la ciudad de San Miguel de Tucumán, que forzó a que los expedicionarios tuvieran que volver sobre sus pasos para socorrerla.

En cualquier caso, la empresa fracasó pero consiguió abrir el camino de Córdoba a Mendoza y Chile y con ello se estableció una vía terrestre entre los dos océanos más corta que la del estrecho de Magallanes.

En cuanto a la propia administración de la provincia, Abreu dedicó básicamente su atención a la ordenación del trabajo indígena y la regulación de la encomienda.

Buena muestra de ello son las ordenanzas que emitió el 10 de abril de 1576; inspiradas en conceptos bastante humanitarios trataban de proteger la vida de los indios aunque permitiendo el servicio personal.

En 1577, fue nombrado para sustituirle Hernando de Lerma, quien desde el primer momento manifestó una abierta hostilidad hacia Abreu e, igual que éste había hecho con su antecesor, nada más llegar le encarceló acusándolo de rebeldía; tras la celebración del pertinente juicio de residencia en el que fue condenado en todos los cargos con desmedida crueldad, murió en la prisión de Santiago del Estero a finales de 1580.

 

Bibl.: R. Levillier (dir.), Gobernación del Tucumán. Correspondencia de los cabildos en el siglo XVI, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1918; Gobernación del Tucumán. Probanzas de Méritos y Servicios de los Conquistadores, vol. II, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1920; Gobernación del Tucumán. Papeles de gobernadores en el siglo XVI, 1.ª parte, Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1920; R. Levene, Historia de la Nación Argentina (Desde los orígenes hasta la organización definitiva en 1862), vol. III, Buenos Aires, El Ateneo, 1939; A. L. González Rodríguez, La encomienda en Tucumán, Sevilla, Excma. Diputación Provincial, 1984.

 

María Luisa Martínez de Salinas Alonso