Martorell i de Luna, Francesc. Tortosa (Tarragona), 18.V.1586 – 3.I.1640. Historiador e impresor.
Miembro de un linaje de músicos tortosinos y de madre zaragozana, Martorell no cursó estudios universitarios, sino que aprendió el oficio paterno y, hacia 1609, consiguió una plaza en la capilla de música de la Seo de Lérida. En esta ciudad se casó con Marianna Montroig. A partir de 1623 vuelve a estar documentado en Tortosa con el cargo de corneta de la Seo y ministril del Consell, a la vez que abría una tienda de telas. En 1625, y sin que se le conozcan intereses literarios anteriores, entró en contacto con el Cabildo catedralicio para poder acceder al archivo con motivo del libro que estaba redactando sobre las antigüedades de Tortosa. La obra salió a la luz en 1626, en dos volúmenes: Historia de la antigua Hibera, y la Historia de la Santa Cinta. El primero, dedicado al Consell municipal, contiene la historia seglar de la ciudad, mientras que el segundo versa sobre la donación de la reliquia de la Cinta por la Virgen, y otros aspectos de la historia religiosa local. El Cabildo subvencionó parcialmente la impresión de la obra. Tras un nuevo paso por la capilla de música de la Seo ilerdense, en la década de 1630 Martorell entró con brío en la sociedad tortosina: era miembro del Consell General por los menestrales, y, en 1631, compró el taller tipográfico de Jeroni Gil, activo desde 1622. Martorell dio un nuevo ímpetu al negocio, que pasó de imprimir obras de carácter local, a la reimpresión de obras ampliamente conocidas para un mercado estatal (Quevedo, Pérez de Montalbán, Lucas Gracián d’Antisco), y también alguna edición princeps conocida, como la Tercera parte de las comedias del maestro Tirso de Molina (1634). En 1638 viajó a la Corte con el capitular que acompañaba la reliquia de la Cinta, supuesta protectora de los partos, tal y como solía hacerse ante el nacimiento de algún infante real. Aprovechando su estancia, presentó un memorial al Consejo de Aragón en que expuso los méritos de su familia: su padre sirvió como soldado en diversas acciones, y su madre, María de Luna, era sobrina de Juan de Luna, diputado mayor de Aragón. Por su parte, Martorell no olvidó decir que “escribió con gran trabajo un libro particular que estampó a su costa, y que fue tan bien recibido que ocasionó la devoción de la Reina Nuestra Señora para encomendarse a la Virgen María de la Cinta y mandar que para el peligro de sus partos le trajesen la santa reliquia, como se ha hecho en tres ocasiones”. En recompensa pedía la lugartenencia de alcaidía de la torre de San Juan de los Alfaques.
Aunque su obra tuvo una amplia difusión y se convirtió, durante más de doscientos años, en la historia oficial de Tortosa, eruditos coetáneos como Miguel Juan Vimbodí, Juan Andrés de Uztarroz o Jeroni Pujades son críticos con la labor de Martorell como historiador.
Obras de ~: Historia de la antigua Hibera, con la milagrosa descensión de la Madre de Dios a su santo templo, y la dádiva preciosa de la Santa Cinta, dada por su sagrada mano, Tortosa, Jeroni Gil, 1626.
Bibl.: H. Muñoz y E. Querol Coll, “Francesc Martorell i de Luna: aspectes d’un home polivalent”, en Nous Col·loquis, II (1998), págs. 51-82; E. Querol Coll, Tortosa, república literaria (1475-1800), Tortosa, Consell Comarcal del Baix Ebre, 1999, págs. 228-230; Estudis sobre la cultura literaria a Tortosa a l’edat moderna, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2006, págs. 215-237.
Enric Querol Coll