Anda Salazar, Tomás. Madrid, 17.XII.1744 – 27.II.1790. Oficial mayor de la Secretaría del Despacho de Gracia y Justicia de Indias.
Tomás Anda Salazar era el único hijo varón de Simón Pérez de Anda Salazar y de María Cruz Díaz Montoya. Cuando Tomás nació, su padre era un joven doctor en Cánones de la Universidad de Alcalá de Henares, natural de Subijana en Álava, que había sido atraído a la Corte por su tío, Martín Pérez de Anda, antiguo gobernador de la isla de la Trinidad y antiguo corregidor de Latacunga (Quito). Nadie imaginaba entonces que Simón, destinado como oidor a Manila en 1755, se iba a convertir en un héroe nacional, al encabezar la resistencia a la invasión inglesa de 1762, llevando contra las tropas británicas, ante las cuales habían capitulado todas las demás autoridades, una guerrilla sin tregua. Tamaña hazaña le valió el favor real y contribuyó ampliamente a su propia fortuna —murió en 1776 consejero camarista de la Cámara de Castilla, destino normalmente inalcanzable por un oidor de tan lejana posesión como eran las Filipinas—. Sin perjuicio de la pensión vitalicia de 3.000 pesos anuales que le concedió el Rey, con la capitanía general del archipiélago (1769). Su familia aprovechó su buena racha y así su sobrino Juan Francisco Anda Salazar, que hasta entonces malvivía de un bufete de abogado en Vitoria, pasó a pretender a Madrid, donde consiguió rápidamente una plaza de oidor de la Audiencia de Filipinas (1769); murió en 1802 como oidor de México.
Su hijo Tomás, quien había emprendido carrera en la Marina y tenía entonces probablemente el grado de capitán de fragata, ingresó como oficial sexto a la Secretaría del Despacho de Indias (17 de octubre de 1769). La coincidencia de las fechas no deja lugar a dudas: debió su ascenso —era un ascenso importante— a los méritos de su padre.
Por aquellas fechas, Tomás se casó con María Francisca Carrasco, hija y heredera del flamante marqués de la Corona, Francisco Carrasco Montero, entonces fiscal del Consejo de Hacienda y encargado de controlar esta institución en nombre del Rey igual que Campomanes lo hacía en lo referente al Consejo de Castilla. María Francisca trajo a su esposo la apreciable dote de 250.000 reales de vellón. A pesar de sus esperanzas, Tomás no fue nunca marqués consorte, pues murió antes que su suegro.
Como oficial del la Secretaría de Indias, no debió de tener mucho relieve, a juzgar por los escasos datos sobre su persona. Ascendió a través del proceso regular: oficial quinto (12 de abril de 1770), cuarto segundo (1 de febrero de 1772), cuarto primero (29 de agosto de 1776), tercero segundo (27 de febrero de 1778), tercero primero (26 de febrero de 1782), segundo segundo (2 de mayo de 1784), segundo primero (28 de octubre de 1785). Al dividirse en los negocios de Indias entre dos secretarías del despacho, pasó naturalmente a ocupar la oficialía segunda de la Secretaría del Despacho de Gracia y Justicia de Indias (8 de julio de 1787), ascendiendo luego a la oficialía mayor (11 de abril de 1788), puesto en el que murió, dejando bienes por valor de dos millones y medio de reales de vellón.
La gracia real no le había abandonado. Recibió en 1777, con ocasión de la muerte de su padre, el hábito de Carlos III y la pensión de 3.000 pesos que éste dejaba vacantes. El soberano no llevó su favor, sin embargo, hasta el extremo de anular la multa de 12.000 pesos que había sido impuesto al padre por excesos de poder cometidos en su etapa de capitán general.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 24, leg. 272.
V. Cadenas y Vicent, Extracto de los expedientes de la orden de Carlos III, t. x, 1771-1847, Madrid, Hidalguía, 1979-1988, págs. 24-26; M. A. Burkholder, y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Amerias, 1687- 1821, Westport, Greenwood Press, 1982, págs. 15-16.
Jean Pierre Dedieu