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Teodosio Pombo Alonso-Pesquera

Biografía

Pombo Alonso-Pesquera, Teodosio. Madrid, 3.I.1910 – 16.IX.1989. Piloto militar y comercial.

Teodosio fue el segundo de cinco hermanos. Su padre, Juan Pombo Ybarra, adquirió gran popularidad al realizar, en el año 1913, un primer vuelo Santander- Madrid con material Bleriot IX de su propiedad que fue un gran éxito; en el año 1914 batió un récord de altura y después de un vuelo fallido a Granada realizó otro vuelo Santander-Madrid en 1916, permaneciendo vinculado a la aviación durante toda su vida.

Viviendo en un ambiente en el que lo aeronáutico se asociaba a lo deportivo, Teodosio se sintió atraído por la aviación desde muy pequeño.

A finales del año 1926, inició el curso de piloto en la escuela de Alcalá de Henares (Madrid) y el mes de febrero de 1927, contando con doce horas y veinticinco minutos de vuelo, presentó una instancia al jefe superior de Aeronáutica solicitando realizar las pruebas de piloto militar, petición que fue denegada por no haber cumplido todavía los dieciocho años.

En julio de aquel año 1927 obtuvo el título de piloto aviador civil.

Con la decidida idea de hacer carrera en aviación, el mes de junio del año 1928 ingresó voluntario en aviación siendo destinado a Cuatro Vientos (Madrid). En octubre ascendió a cabo, siendo destinado a Alcalá de Henares, donde volvió a insistir en su objetivo de hacerse piloto militar, presentando instancia requiriendo pasar a la Escuela Elemental de Alcalá para realizar las prácticas de Piloto Militar de Aeroplano.

El 10 de noviembre de 1928 su certificado de competencia fue firmado por el capitán piloto Alejandro Gómez Spencer, destinado a continuación al Grupo 23 de la Escuadra de León Pasados tres años, el mes de julio de 1930 rescindió su compromiso con el Ejército iniciando una vida como piloto profesional que le llevó a realizar toda clase de trabajos aéreos: profesor en las escuelas Estremera y Aero Pombo, piloto en Aviación Vizcaína SA, la Liga de Pilotos Civiles y cualquier tarea en vuelo para la que fuera contratado. En cinco años, acumuló más de mil setecientas horas de vuelo hasta que en el año 1935 ingresó en la compañía Líneas Aéreas Postales Españolas, donde, desde el primer momento, sus compañeros le llamaron, casi como un apodo, “el joven piloto”. Fue el piloto más joven en acceder al título de Transportes públicos, el n.º 45 con antigüedad 29 de diciembre de 1934.

De su trayectoria durante la Guerra Civil se sabe, porque así consta en su expediente sin más detalles, que “fue perseguido en Madrid y preso en Valencia hasta el 13 de octubre de 1937”. El día 21 se presentó en Logroño para sumarse a la rebelión militar, siendo enviado a Salamanca y, sin dilación, a Sevilla para entrenamiento, donde el 16 de noviembre fue calificado apto para bombardeo.

Su primer destino como alférez de complemento fue el 1-G-22 grupo de Junkers 52, donde, en el transcurso de una misión en el frente de Teruel el día 16 de febrero de 1938, el impacto directo de la antiaérea inutilizó dos de sus tres motores, lo que le obligó a tomar tierra en emergencia, afortunadamente para él y su tripulación sin daños y en sus propias filas. El mes de junio fue transferido al 6-G-28 grupo de Savoia 79, donde, ya de teniente, finalizó la guerra, habiendo realizado cuatrocientas cincuenta horas de vuelo en ciento ochenta y seis servicios de guerra. Por su actuación en la Guerra Civil, le fue concedida la Medalla Militar individual.

Terminada la guerra, la aviación comercial pasó a ser tutelada por la aviación militar en la Subdirección de Tráfico Aéreo. Esta Subdirección puso en marcha el tráfico aéreo comercial utilizando el material de la 2.ª Iberia alemana de la guerra y el material de vuelo de la LAPE recuperado en el extranjero, en lo que denominaron Tráfico Aéreo Español, volviendo poco después a la marca comercial Iberia. En su Orden de 13 de septiembre de 1939, el ministro del Aire Yagüe destinó a esta nueva organización a dieciséis profesionales, entre los que se encontraba el teniente Pombo.

En la década de 1940 tripuló el anticuado material que equipaba a la compañía y otros aviones que aterrizaron en España con motivo de vuelos que, no pudiendo alcanzar sus objetivos, se desviaron para acabar tomando tierra en territorio español, como fueron los casos del Ju-290 alemán y los DC-3 norteamericanos internados en campos españoles.

El día 30 de marzo de 1942 y en aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas de 10 de febrero de 1939, el director gerente Gómez-Lucia le nombró, motu proprio, instructor en la depuración de los empleados y obreros de la Compañía. No hay constancia documental respecto a que llegara a intervenir en trabajos de esa naturaleza.

El primer vuelo trasatlántico que realizó la compañía Iberia se llevó a cabo con el recién adquirido Douglas DC-4 el día 22 de septiembre de 1946, inaugurándose así la línea a Buenos Aires con escala en Villa Cisneros, Natal y Montevideo. El comandante Pombo formó parte de la tripulación, siendo Ansaldo el otro piloto en aquel vuelo inaugural en el que viajó un nutrido grupo de técnicos del Estado, personal directivo de Iberia y ningún pasajero de pago.

Cuando el mes de octubre de 1950 el general Franco decidió utilizar el avión DC-4 de Iberia para realizar un largo viaje al África Occidental Española, visitando El Aaiún, Sidi Ifni, Villa Cisneros y Las Palmas, Pombo fue uno de los pilotos integrantes de la tripulación que, debido a la larga duración del viaje, se había programado doble.

Como el resto de los pilotos, el comandante Pombo prestó sus servicios en las distintas flotas volando el material que las equipaba, siendo su último avión volado el reactor Douglas DC-8. Entre las numerosas recompensas que recibió, tanto militares como civiles, figura la más importante en tiempos de paz, la Medalla Aérea que le impuso el ministro Gallarza en el año 1948.

Sin embargo, la singularidad de Teodosio Pombo no sólo radica en que fuera, en su época, el piloto más joven y uno de los más brillantes, sino también en formar parte de la saga de pilotos más numerosa formada por tres generaciones: su padre, Juan, y hermano Juan Ignacio, sus hijos Juan, Teodosio e hijo político José Antonio Arroquia y, por parte de su hermano Rafael (militar que llegó a general), el hijo de éste, Rafael Pombo Bannatyne, y José Ramón Sáenz de Santamaría, casado con una hermana de Rafael, y una tercera generación de nietos y sobrinos nietos: Darío Pombo, Chano Sáenz de Santamaría y Javier Pombo.

El mes de abril de 1968, al pasar el reconocimiento médico semestral a que están sometidos todos los pilotos profesionales, se encontró con la sorpresa de ser calificado no apto definitivo para el vuelo, su gran pasión de la que se veía apartado dos años antes del retiro oficial, a los sesenta años. Hacia el año 1980 su salud inició un acusado proceso de debilitamiento perdiendo capacidad visual y, fumador empedernido, empezó a tener dificultades para respirar, necesitando oxígeno medicinal hasta su fallecimiento en Madrid el 16 de septiembre de 1989.

 

Bibl.: J. Gomá Orduña, Historia de la aeronáutica española, Madrid, Gráficas Ejército del Aire, 1951; C. Gómez Lucía, Diagonal Histórica del Tráfico Aéreo Español, Madrid, Iberia, 1964; Ayer y hoy del Tráfico Aéreo Español, Madrid, Afrodisio Aguado, 1967; J. Salas Larrazábal, La guerra de España desde el aire, Barcelona, Ariel, 1971; P. Laureau, L’Aviation Republicaine espagnole (1936-1939), Paris, Editions Lariviere, 1978; R. de Madariaga, Teodosio Pombo, apuntes para una biografía, Madrid, Aeroplano, 1991; J. B. Viniegra Velasco, Aquella Iberia que hemos vivido. Cronología de seis décadas, Madrid, Dayeneu, 1996.

 

Cecilio Yusta Viñas