Planell Riera, Joaquín. Vitoria (Álava), 22.IX.1891 – Madrid, 3.VII.1969. General del Cuerpo de Ingenieros de Armamento, ministro de Industria.
Era hijo del general de brigada de Artillería Francisco Planell Massuet y de Matilde Riera Masoní.
Como era costumbre muy extendida entre los hijos de militar, ingresó voluntario en 1908 en el Regimiento de Artillería n.º 2, de Barcelona, donde vivían sus padres. Dos años después, el 7 de julio de 1910, ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, y, el 24 de junio de 1913, fue 2.º teniente alumno. Por su aplicación mereció, en 1914, la Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. Terminados sus estudios el 25 de julio de 1915, fue destinado como 1.º teniente al Regimiento de Artillería de Montaña n.º 1 de Barcelona.
Distinguido a causa de sus conocimientos técnicos, el 14 de julio de 1916 pasó a la Fábrica de Artillería de Trubia, donde permaneció hasta 1917, recibiendo la Cruz de 1.ª Clase del Mérito Naval por los servicios prestados a la Marina en el estudio de su armamento.
La permanencia en Trubia iba a vincularlo definitivamente a la industria militar y, aunque fue destinado al Regimiento Montado de Artillería n.º 9, marchó a Bilbao en la comisión que estudiaba la fabricación de ferromanganeso en industrias civiles.
Capitán, por antigüedad, el 11 de enero de 1919 fue destinado a la Comandancia de Artillería de Mallorca, aunque la fábrica de Trubia lo retuvo porque había demostrado su competencia en los aceros especiales, sobre los cuales había redactado una memoria con la intención de presentarla al Congreso Nacional de Ingeniería. Trabajaba en el Laboratorio de Química de Trubia cuando, en 1920, fue nombrado profesor de Aritmética y Álgebra en la Escuela de Artes y Oficios de la fábrica. Luego marchó dos meses a Inglaterra a visitar laboratorios y centros siderúrgicos y, en 1921, pasó a la sección de Artillería del Ministerio de la Guerra. Reconocido especialista, fue enviado a la Maestranza de Artillería de Barcelona y temporalmente a Málaga, para estudiar la carga y recarga de municiones de artillería de campaña y de montaña.
A raíz del Desastre de Annual, se estudió la utilidad de los gases de guerra en Marruecos. A tal fin, fue comisionado, entre 1922 y 1924, para buscar el terreno donde levantar una fábrica de productos químicos de aplicación militar y permaneció tres meses en Estados Unidos estudiando la fabricación de gases de guerra.
Tras tanta dedicación a la industria militar, el 24 de marzo de 1924, marchó a la Batería de Obuses de 15,5 mm de Melilla, incorporándose al campamento de Tefersit, donde participó en varias operaciones.
Por entonces, el alto mando militar decidió lanzar los gases de guerra mediante la Aviación, que constituía un servicio propio del Ejército de Tierra, y pasó como agregado al aeródromo de Nador, a fin de instruir a los aviadores sobre el empleo de la iperita y de las precauciones necesarias para manejar los proyectiles químicos. En su nuevo cometido, practicó varias experiencias de lanzamiento aéreo, de explosión en reposo de bombas lastradas y, para comprobarlo en la práctica, participó, desde el 30 de mayo, en bombardeos químicos contra diversos zocos y poblaciones, como Alhucemas, Benu Buyain y Axdir, cuartel general rifeño. Sin embargo, la iperita no tardó en producir accidentes. Una bomba química se desprendió del avión y cayó junto a un blocao, que Planell se encargó de desinfectar, sometiendo a los afectados a un tratamiento de urgencia, y que a su vez a él le ocasionaron una úlcera de iperita en el ojo derecho.
Cuando otra bomba química explotó en el mismo aeródromo, abriendo otras treinta que se encontraban almacenadas, desinfectó el lugar de la explosión y acondicionó las municiones dañadas, pero sufrió graves heridas que le llevaron al Hospital Militar de Melilla, mereciendo una citación a su valor en la orden del día. Marchó entonces a Barcelona para reponerse y, al regresar a Marruecos, volvió a su batería de obuses. El 17 de julio pasó destacado al peñón de Alhucemas, donde la tarde del 20 de agosto de 1924 sufrió un intenso cañoneo enemigo. Respondió con la artillería de la isla hasta acallar las piezas contrarias, negándose a entregar el mando a pesar de sufrir heridas graves en la cabeza y leves en el brazo izquierdo.
Acallado el fuego enemigo, el 21 fue hospitalizado en Melilla y se inició un expediente para considerar si era merecedor de la Laureada. Se encontraba de nuevo en el Hospital Militar de Barcelona cuando le fue concedida la Medalla de Sufrimientos por la Patria, por las heridas sufridas en el aeródromo de Nador.
Tardó meses en restablecerse y, el 3 de febrero de 1926, se incorporó al Regimiento Mixto de Artillería de Ceuta, para mandar la 2.ª Batería de Montaña, con la que entró en operaciones hasta incorporarse, en mayo, al Regimiento de Plaza y Posición n.º 2, de Barcelona.
Con antigüedad de 1 de octubre de 1925 ascendió a comandante por méritos de guerra en Marruecos y quedó excedente en Barcelona hasta diciembre, cuando regresó a sus antiguos cometidos técnicos como miembro de la Dirección Superior Técnica de la Industria Militar y jefe de laboratorio en la Fábrica Nacional de Productos Químicos Alfonso XIII.
Concluido favorablemente el juicio contradictorio por su defensa de Alhucemas, el rey Alfonso XIII le impuso la Laureada, recibiendo además una nueva Medalla de Sufrimientos por la Patria por sus heridas y la Cruz de Beneficencia por las ayudas prestadas a los afectados en los accidentes de iperita.
Otra vez en la industria militar, pasó a la jefatura de Fabricación, Estudios y Proyectos y luego al Taller de Precisión, Laboratorio y Centro Electrotécnico de Artillería a fin de estudiar la unificación de los procedimientos de análisis, para lo cual desempeñó comisiones en las fábricas de armas de Oviedo y Trubia, y en Sevilla, Murcia, además de tomar parte en la preparación de un curso sobre empleo táctico de los gases y la protección contra ellos.
En 1928 permaneció disponible voluntario en Bilbao, hasta que, en 1930, ganó una plaza de profesor auxiliar de Metalúrgica y Mecánica Aplicada en la Escuela de Estudios Superiores Militares. Su prestigio profesional, culminado por la Laureada, y el dominio del inglés y el francés le valieron ser nombrado agregado militar en Washington con legaciones en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Cuba. Antes de marchar a su nuevo destino, contrajo matrimonio con Teresa Rodríguez del Valle.
Durante su estancia en América siguió la tradición de su cuerpo y permutó el empleo de comandante por méritos de guerra, por la Cruz del Mérito Militar, volviendo al empleo de capitán. Visitó el Polígono de Experiencias de Aberdeen, asistió en Fort Benning a unas maniobras de división de tierra, además de presenciar la actuación de una división aérea y otros adiestramientos militares.
El 22 abril de 1931 juró fidelidad a la República.
Ascendió a comandante en febrero de 1934, en abril cesó como agregado militar, en mayo pasó al Regimiento de Costa n.º 3 y en julio a la Comisión de Industrias Militares de la 1.ª División. Ese año participó en la comisión para formar Cooperativas Militares y en la redacción de la Memoria sobre Movilización de Industrias Civiles establecidas en Madrid, a fin de fabricar proyectiles y espoletas-cebo y movilizar las empresas dedicadas a la construcción de edificios Al producirse la sublevación de julio de 1936, veraneaba en Altea (Alicante) y no obedeció la orden de presentarse, sino que marchó de incógnito a Madrid con la finalidad de pasarse a los sublevados. Fue descubierto e ingresado, el 2 de septiembre, en la cárcel de Ventas, hasta ser liberado el 23 de febrero de 1937, refugiándose sucesivamente en la Legación de Panamá, en la Embajada de Cuba y la de Francia, donde consiguió un pasaporte falso que le permitió marchar a Valencia, donde embarcó para Francia, el 27 de julio de 1937. Pasó a la zona franquista por Irún y se presentó en Burgos, donde superó un expediente de información sobre sus actividades. El 1 de septiembre fue destinado a la Comandancia General de Artillería del Cuartel General del Generalísimo, como jefe de la sección de Fabricación. Permaneció toda la guerra en este cometido y, en junio de 1939, visitó algunos centros industriales alemanes, pasando luego a la 6.ª Sección de Estado Mayor del Ministerio del Ejército. En enero de 1940 fue destinado a la Dirección General de Industria y Material, ascendiendo a teniente coronel el 28 de junio de dicho año.
En junio de 1941 marchó a Italia para estudiar la sustitución del cobre electrolítico de las bandas de forzamiento de los proyectiles de artillería por otros metales o aleaciones, así como los nuevos explosivos y modelos de material de artillería, visitando varias fábricas de armas y el polígono de experiencias de Neptunio.
En agosto se desplazó a Alemania para adquirir la patente de bandas de forzamiento de hierro capilar, visitar otras fábricas e informar sobre los explosivos, los modelos de hidrófono y los materiales de artillería.
Al regresar, marchó en comisión de servicio a Bilbao y Mondragón a fin de preparar la fabricación de cartuchería de acero.
En diciembre fue nombrado vocal del Instituto Nacional de Industria (INI), fundado en septiembre del mismo año con las finalidades de promover el desarrollo industrial con criterios autárquicos y cubrir las necesidades militares españolas. En agosto de 1943 ingresó en el recién creado Cuerpo de Ingenieros de Armamento y Construcción, manteniendo su puesto en el INI que había fundado diversas empresas, entre ellas la Calvo Sotelo, dedicada a los hidrocarburos y lubricantes, de la que fue nombrado presidente.
Como tal, en 1944, visitó Alemania, Francia, Suiza, Hungría y el Protectorado de Bohemia y Moravia.
Su gestión resultó muy comprometida, porque el Gobierno de Washington recortaba las exportaciones de petróleo a España y amenazaba con suspenderlas, a fin de evitar que Alemania recibiera volframio español e incluso parte de la gasolina entregada por compañías norteamericanas. Dedicado a la gestión empresarial pública, al año siguiente continuó viajando por Alemania, Suiza y Tánger, hasta que fue nombrado vicepresidente del INI, en cuya condición visitó Inglaterra en 1946 y, dos años más tarde, Guinea, el África Occidental Española y los Estados Unidos.
Ascendió a coronel en abril de 1950 y el 15 de julio de 1951 fue nombrado ministro de Industria, en sustitución de Juan Antonio Suances. Durante su mandato, la industria militar española recibió el impulso inicial del Pacto de Ayuda Mutua de 1953 con Estados Unidos, pero luego sufrió una grave crisis, causada por la dependencia tecnológica y los suministros de armas extranjeras. Se retiró del Ejército en 1955, por cumplir la edad reglamentaria y, por ser laureado, ascendió a general en reserva y continuó como ministro de Industria hasta que, el 10 de julio de 1962, fue sustituido por Gregorio López Bravo, debido a que los criterios autárquicos habían fracasado y la economía española emprendía un nuevo rumbo. Retirado, vivió en Madrid hasta su fallecimiento a principios de agosto de 1969.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, hoja de servicios.
Ministerio de la Guerra, Anuario Militar de España, [Madrid], 1936; VV. AA., La Empresa Pública Industrial en España: el INI, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1973; P. Schwartz y M. J. Gonzalo, Una historia del Instituto Nacional de Industria (1941-1976), Madrid, Tecnos, 1978.
Gabriel Cardona Escanero