Antonio Vallejo

Vallejo, Antonio de. Támara (Palencia), s. t. s. XVI – Palencia, 1614. Mercader y dueño de minas de la villa Imperial de Potosí.

Hijo de Pedro de Vallejo y de Catalina Rodríguez, pertenecía a una familia acomodada de la villa de Támara, de la que un buen número de sus miembros decidió consagrarse a la Iglesia, como su hermano Bernardino, presbítero y comendador de la Orden de San Antón; otro hermano, Miguel, emigró dos años después que él, primero a Nueva España y después a la ciudad de La Paz (Bolivia), como tesorero del rey. Antonio de Vallejo pasó soltero a Chile en 1565, como criado de Diego Ortega Morejón en la nao de Ruy Díaz Matamoros, pero fijó posteriormente su residencia en la villa imperial de Potosí, donde en menos de veinte años hizo una gran fortuna, como mercader, explotador de minas y, además, contó con muchos amigos, a juzgar por la confianza que depositaron en él, en 1584, cuando regresó a España definitivamente. A él le confiaron grandes cantidades de dinero amistades procedentes de Andalucía, Extremadura, Castilla, Madrid, Aragón y Portugal. Todos los encargos los cumplió con la máxima fidelidad, según afirma en su testamento otorgado en Palencia ante Francisco González, el 15 de mayo de 1612. Hombre que no le dominó la ambición, decidió regresar a su patria chica, después de haber adquirido considerables riquezas según se desprende de los 14.000 ducados que situó en un juro sobre la ciudad de Sevilla. Durante casi treinta años disfrutó de una apacible jubilación con las rentas que generó la plata traída del Perú. En 1612, sin herederos directos, decidió repartir sus numerosos bienes entre las tres capellanías que dotó en la iglesia de San Hipólito de Támara y otras muchas mandas benéficas, como fueron las de dotar a dos huérfanas anuales de su villa natal con cincuenta ducados cada una o fundar un pósito de granos para las necesidades de los vecinos de Támara; también se acuerda en su testamento de la Cofradía de la Caridad de Palencia, del Colegio de los Niños de la Doctrina Cristiana, de las Carmelitas, de la Compañía de Jesús y, sobre todo, del monasterio de Santa Clara de Palencia, donde profesaron cinco parientes suyas. Más de 2500 misas por su alma y la de sus parientes coronan este reparto. En definitiva, cuarenta y una personas son citadas como beneficiarias en el testamento de Antonio de Vallejo, que dispuso su hacienda para el culto divino, los pobres y las obras sociales con un criterio equilibrado y minucioso.

Fuentes y bibl.: Archivo Capitular de Palencia, Histórico, armario 7, leg. 3, Nº 1 (1272), Testamento de Antonio de Vallejo.

S. Francia, Palencia en América, Palencia, ITTM, 1989, págs. 171-176, 258-279; Castilla y León en América, t. I, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1991, págs. 255-258; Mª del C. Martínez, La emigración castellana y leonesa al Nuevo Mundo (1517 – 1700), Valladolid, Junta de Castilla y León, 1993, pág. 351.

Emilio García Lozano

Antonio Vallejo

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