Hilario Orzanco Leoz

Orzanco Leoz, Hilario. Eslava (Navarra), 16.I.1881 – Madrid, 23.III.1949. Misionero paúl (CM) y propagandista de la Virgen milagrosa en España y su superior general.

Hilario Orzanco Leoz nació al rayar el año 1881. Su infancia y adolescencia se reparten entre Eslava, su cuna natal, en aquel ambiente de religiosidad que empapaba toda Navarra, y Tardajos (Burgos), donde estudió Humanidades. La sombra de san Francisco Javier, cuyo castillo había visitado, alentaba la vocación misionera de Orzanco Leoz como la de su hermano mayor Veremundo, célebre misionero paúl, de quien escribió una breve biografía. Orzanco Leoz ingresó en la Congregación de la Misión el 3 de junio de 1897 y se ordenó sacerdote el 24 de febrero de 1906.

Tras una corta estancia en Murguía (Álava) como profesor del Colegio (1909-1911), su misión preferida fue la de predicar por los pueblos a la gente sencilla. La casa-misión de Tardajos (Burgos), que ya conocía de adolescente, fue su nueva residencia y desde donde irradió entusiasmo a la gente del pueblo (1911-1914). Con esta misma tarea apostólica fue trasladado como misionero itinerante a Teruel (1914-1917).

Por aquel entonces, surgía en España el movimiento mariano en torno a la advocación de la Virgen de la Medalla Milagrosa, que el padre Orzanco había impulsado desde el primer momento. Su jovialidad y entusiasmo forman parte de su trabajo entregado a la propagación de la Medalla Milagrosa. Con la ayuda de otros misioneros y de las Hijas de la Caridad, logró que fueran raros los pueblos importantes de España que no tuvieran una imagen de la Virgen Milagrosa. El padre Orzanco se convirtió en la voz del pueblo, niños y mayores, que aclamaban a Nuestra Señora de las Apariciones a santa Catalina Labouré en la rue du Bac, de París (1830).

En 1921 fue nombrado, por el superior general, primer director nacional de las Asociaciones de la Medalla Milagrosa, residiendo ya en Madrid. Durante su tiempo la asociación alcanzó el máximo esplendor, mantenido luego por otros sucesores suyos. Algunos factores habían contribuido a crear ese clima de devoción a la Virgen milagrosa: en 1909 el papa Pío X aprobaba la Asociación de la Medalla Milagrosa; en 1923, la Basílica de La Milagrosa, de Madrid era declarada por el papa Pío XI templo nacional de dichas asociaciones.

En vista del clamor popular, el padre Orzanco derrochó ingenio para verlas organizadas, difundidas y visitadas por él mismo. En 1925 creó las asociaciones infantiles, a las que dirigió la edición de la revista La Milagrosa y los niños, leída no sólo en los Colegios de las Hijas de la Caridad, sino en muchas otras escuelas nacionales. Su irradiación misionera es imponderable si se tiene sobre todo en cuenta el matiz que impregna sus escritos a raíz de la asignación de la misión de Cuttack (India) a los misioneros paúles españoles, misión en la que llevaban trabajando desde 1922.

La actividad del padre Orzanco se multiplicaba cada día. Cruzaba una y otra vez la Península y si era necesario, para dar solidez a la obra emprendida, viajaba a la India, Filipinas y Estados Unidos. Aquí visitó al padre José Skelly, de la Congregación de la Misión, por quien se sentía atraído por el auge que había dado a la Novena Perpetua a la Milagrosa, con centro de propaganda en Filadelfia; de él pudo oír: “Yo no he hecho sino copiar y seguir la propaganda que ustedes iniciaron hace unos años en España”. Las obras y numerosos artículos publicados por el padre Orzanco rubrican su ser y hacer misionero mariano.

Obras de ~: Invocaciones a la Virgen Milagrosa, Madrid, La Milagrosa, 1925; Devocionario y guía del niño amante de la Virgen Milagrosa, Madrid, Regina, 1928; “La Milagrosa y la Congregación de la Misión en España”, en Centenario de los Padres Paúles en Madrid, Madrid [Voluntad], 1928, págs. 451-454; La medalla milagrosa.Puntos predicables, Madrid, Galo Sáez, 1931; Jesús a través del Evangelio, Madrid, Rivadeneyra, 1932; La Milagrosa en ejemplos, Madrid, Regina, 1940; Mi Maestro, Madrid, La Milagrosa, 1940; “Veinticinco años de vida”, en La Milagrosa (1941), pág. 299; Vida de la Virgen Madre, Madrid, La Milagrosa, 1942; Cristo Jesús, Madrid, La Milagrosa, 1943; Biografía del siervo de Dios P. Veremundo Orzanco, Madrid, Flórez, 1946; Colección de perlas, Madrid, La Milagrosa, 1946.