Fernando Sebastián Aguilar

Sebastián Aguilar, Fernando. Calatayud (Zaragoza), 14.XII.1929 – Málaga, 24.I.2019. Claretiano (CMF), teólogo, publicista, rector, obispo de León y Tudela, secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), arzobispo de Granada y Pamplona.

La infancia de Fernando Sebastián Aguilar estuvo marcada, en buena medida, por la religiosidad vivida en el ambiente familiar y por la influencia de su abuelo materno, catedrático y director del Instituto de Enseñanza Media de Calatayud, que le inculcó el afán por la ciencia y el valor del pensamiento humano. Cuando le faltaba el último curso de sus estudios de bachillerato, que estaba cursando en el Instituto de Enseñanza Media de la ciudad, en 1945 ingresó en los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (popularmente conocidos como “Misioneros Claretianos”), congregación fundada en 1849 por san Antonio María Claret.

Su formación claretiana y sacerdotal se desarrolló en los centros propios de la congregación en Vic (Barcelona), Solsona (Lérida) y Valls (Tarragona). En esos años (1945-1953) estaba fresca la memoria de la pasada Guerra Civil, y se vivían sus secuelas tanto en el orden sociopolítico como religioso. El contacto con el mundo exterior en los seminarios era muy limitado y la vida religiosa se caracterizaba por la observancia fiel de unas normas; pero, de otra parte, eso propiciaba una recia formación ascética, fruto de la teología imperante y de la sangre martirial de los doscientos setenta y dos claretianos de la guerra española, así como una rigurosa formación intelectual a partir de la teología tomista. Fernando Sebastián tuvo la oportunidad de mantener contactos con los profesores claretianos David García Baca, Augusto Andrés Ortega y Daniel Ruiz Bueno.

Después de su ordenación sacerdotal en 1953, amplió su formación intelectual en Roma, donde profundizó en los núcleos fundamentales de la teología sistemática. En París y Lovaina descubrió la teología bíblica de la mano de Cerfaux y Descamps, y se abrió a nuevas líneas de pensamiento filosófico y teológico a través de Mounier y Marcel. Tomismo, teología bíblica y filosofía personalista conformaron desde entonces su pensamiento teológico.

A partir de 1956 comenzó su actividad docente. Primero en el teologado de la provincia claretiana de Cataluña (1955-1961) y posteriormente en el Teologado Claretiano Hispanoamericano de Salamanca (1961-1971) y en el Estudio Teológico “Claretianum”, agregado a la Pontificia Universidad Lateranense (1966-1967). En esta primera etapa, que duró hasta 1971, cultivó particularmente la mariología y la teología de la vida religiosa. Ingresó en la Sociedad Mariológica Española (1959) y dirigió la revista Ephemerides Mariologicae (1966). Publicó obras importantes que marcaron incluso la doctrina del Vaticano II sobre la vida religiosa o la desarrollarán.

Para difundir la enseñanza conciliar y aplicarla en España fundó en 1965 la revista Iglesia Viva, de la que fue director hasta 1971, cuando fue nombrado rector magnífico de la Pontificia Universidad de Salamanca, a la que se había incorporado como profesor en 1967 y de la que fue decano de Teología en 1969. Su rectorado (1971-1975 y 1975-1979) se desarrolló durante el fin del franquismo y la transición democrática y se caracterizó por la consolidación jurídica de la Universidad como Universidad del Episcopado Español, la recuperación de la confianza teológica y humana de los obispos en los dirigentes y profesores de la Universidad, la relación con las autoridades académicas estatales, la creación de varias Facultades (Sociología, Psicología, Ciencias Políticas, etc.) con reconocimiento civil de sus titulaciones y la creación de su Patronato.

Fue consejero nacional de Educación (1972-1979). En estos años, Fernando Sebastián inició una intensa colaboración y una estrecha relación personal con el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, fruto de la cual son la participación en reuniones con políticos de todas las tendencias, la preparación de conferencias e intervenciones del cardenal, y particularmente la redacción de la célebre homilía pronunciada durante la misa en la iglesia de los Jerónimos en la inauguración del reinado de Juan Carlos I.

Su actividad docente concluyó en 1979, cuando el papa Juan Pablo II le nombró obispo de León. Renunció a esa diócesis en 1983, un año después de haber sido elegido por los obispos secretario general de la Conferencia Episcopal Española, cargo que ocupó hasta 1988. Coincidió esta responsabilidad de Fernando Sebastián con el Gobierno del Partido Socialista en España, con quien llevó, por parte de la Iglesia, las negociaciones sobre diversos aspectos de la vida social del país. En estos años la Conferencia Episcopal publicó importantes documentos, en cuya inspiración y redacción intervino decisivamente Fernando Sebastián: Testigos del Dios vivo (1985), Católicos en la vida pública y Constructores de la paz (1986).

Las líneas fundamentales del pensamiento y actuación de Fernando Sebastián fueron: la presencia y primacía de Dios, que promueve la libertad y creatividad del hombre y garantiza el valor de la persona humana; la independencia y el respeto mutuo entre la Iglesia y el Estado.

Al ser nombrado arzobispo coadjutor de Granada, en 1988, renunció al cargo de secretario de la Conferencia Episcopal. En 1991 debió compatibilizar su responsabilidad en Granada con la de administrador apostólico de la diócesis de Málaga. En 1993 tomó posesión de la sede arzobispal de Pamplona y de la episcopal de Tudela.

De 1991 a 1996 fue gran canciller de la Pontificia Universidad de Salamanca. Participó en los sínodos episcopales sobre la penitencia (1983), la aplicación del Concilio Vaticano II (1985), la vocación y misión de los laicos (1987), Europa (1991 y 1999), y Vida consagrada (1994), en el que fue miembro de la comisión redactora del mensaje final y las conclusiones sinodales. En mayo de 1994 fue designado por el Papa miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

De 1993 a 1999 fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, cargo para el que fue reelegido en 2002. En marzo del 2004 fue elegido presidente del Patronato de la Fundación Pablo VI, dedicada a fomentar los estudios universitarios católicos en estrecha relación con la Universidad Pontificia de Salamanca.

Obras de ~: “Interpretación teológica de la inspiración”, en XIV Semana Bíblica Española, Madrid, 1954, págs. 177-186; “Quaestiones de regalitate Mariae”, en Ephemerides Mariologicae (EphMar) (1955), págs. 385-428; Maternitatis divinae intima natura. Francisco Suárez SI et Didaco Álvarez OP diversimode interpretata, Madrid, 1957; “Dos mentalidades diversas sobre la naturaleza de la maternidad divina”, en EphMar (1957), págs. 161-286; “Sentido sacramental de la profesión religiosa”, en Vida Religiosa (VR) (1960), págs. 150-158; “María, Madre de la Iglesia”, en EphMar (1960), págs. 53-100; El amor y servicio a la Iglesia en la vida religiosa, en VV. AA., Al servicio de la Iglesia, Madrid, Coculsa, 1961, págs. 3-30; La caridad fraterna, Madrid, Confer, 1962; “Cooperación de María al Misterio de la Redención”, en EphMar (1962), págs. 5-58; Bautismo y vida de perfección, Madrid, Confer, 1963, págs. 1-53; “La ley de la caridad en la vida religiosa”, en VR (1963), págs. 140-160; “La gracia de la divina maternidad”, en Estudios Marianos (1964), págs. 49-106; “La gracia de la divina maternidad”, en EphMar (1964), págs. 161-224; “A propósito de la “Quaestion mariale” de René Laurentin”, en EphMar (1964), págs. 93-112; La vida de perfección en la Iglesia, Madrid, Coculsa, 1965; “Mandamientos y consejos evangélicos”, en Revista Española de Teología (RET) (1965), págs. 25-77; “La caridad, perfección de la ley”, en VV. AA., Los religiosos en la Iglesia, Madrid, Vida Religiosa, 1965, págs. 29- 52; La adecuada renovación de la vida religiosa, Madrid, PPC, 1965; “La doctrina tomista sobre los modos de perfección cristiana”, en Teología Espiritual (TeolEsp) (1965), págs. 113-145; “Consiliorum evangelicorum theologica valoratio”, en Commentarium pro religiosis (CommRel) (1965), págs. 143-165; El martirio y los consejos evangélicos, manifestación de la caridad cristiana, Madrid, Confer, 1965; “La doctrina tomista sobre los modos de perfección cristiana”, en TeolEsp (1965), págs. 113-145; “Sacramentos y fe. Un problema de la pastoral española”, en Iglesia Viva (IgVi) (1966), págs. 75-85; “Experiencias pastorales en la administración del bautismo”, en IgVi (1966), págs. 65-78; “Iglesia y sociedad”, en IgVi (1966), págs. 7-38; Vida evangélica, Bilbao, Desclée de Brouwer, 1966; Renovación conciliar de la vida religiosa, Bilbao, Desclée de Brouwer, 1967; “Historia capitis VI Constitutiones ‘Lumen Gentium’, en CommRel (1966), págs. 349-363; “Doctrina Concilii Vaticani II de vita religiosa”, en CommRel (1967), págs. 3-18; “Doctrina cristiana sobre la pobreza”, en IgVi (1967), págs. 259-273; “A propósito de ‘El cristianismo no es un humanismo’”, en IgVi (1967), págs. 545-557; Bautizar en la fe de la Iglesia, Madrid, Marova, 1968; “Bautizar en la fe de la Iglesia”, en IgVi (1968), págs. 123-154; “Dietrich Boenhoeffer, ¿un testigo mal interpretado?”, en IgVi (1968), págs. 539-544; “Teología moderna, teología para el futuro”, en IgVi (1968), págs. 545-554; “Reflexiones teológicas a propósito de la Encíclica Humane Vital”, en IgVi (1969), págs. 7-30; “Orientaciones teológico-pastorales para la revisión de un Concordato”, en IgVi (1969), págs. 217-332; Para renovar la penitencia y la confesión, Madrid, PPC, 1969; Secularización y vida religiosa, Madrid, Impr. de PPC, 1970; Religiosos y religiosas ante la Iglesia de mañana. El superior en la renovación de su instituto, ed. de ~, Madrid, PPC, 1970; “Actitudes pastorales ante la contestación”, en IgVi (1970), págs. 62-82; “Liberación del hombre y salvación cristiana”, en IgVi (1970), págs. 187-196; “Reflexiones teológicas a propósito de una encuesta a los seminaristas españoles”, en IgVi (1970), págs. 419-444; Secularización y vida religiosa, [Madrid, PPC, 1970], págs. 163-234; Teología y renovación según el Concilio Vaticano II e influjo de los cambios eclesiales en la renovación de la vida religiosa, Madrid, Confer, 1971, págs. 378-388; “Actitudes fundamentales frente a la renovación de la vida religiosa”, en VR (1971), págs. 186-193; “La vida religiosa dentro de una Iglesia en renovación”, en VR (1971), págs. 293-308; Origen de la vida religiosa, Madrid, Confer, 1971, págs. 310-331; Fe y sensibilidad histórica, Salamanca, Sígueme, 1972; “Incredulidad y fe”, en Misión Abierta (MisAb) (1972), págs. 131-136; “El futuro de la fe”, en MisAb (1972), págs. 295-303; “Sobre la teología de la esperanza”, en MisAb (1972), págs. 546-550; “Vivencia comunitaria de los consejos evangélicos”, en VV. AA., La comunidad religiosa, Madrid, Publicaciones Claretianas, 1972, págs. 223-239; “De la religiosidad a la fe”, en MisAb (1973), págs. 3-9; “La secolarità consacrata”, en Vita Consacrata (VCon) (1972), págs. 364-380; “Discernimiento teológico de la secularización”, en MisAb (1973); “La secularidad vivida en consagración”, en VR (1973), págs. 47-57; Antropología y teología de la fe cristiana, Salamanca, Sígueme, 1973; “La vida religiosa como ‘profecía en acción’ en una sociedad que evoluciona y una Iglesia que se renueva”, en VV. AA., Presencia de los religiosos en la nueva sociedad, Madrid, Instituto Teológico de Vida Religiosa, 1973, págs. 255-273; El bautismo, puerta de entrada en la Iglesia, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1974, págs. 101-104; “Sentido y alcance del pluralismo teológico. Repercusiones en la vida religiosa”, en VV. AA., Unidad, pluralismo y pluriformidad en la vida religiosa, Madrid, Instituto Teológico de Vida Religiosa, 1974, págs. 23-54; El descubrimiento de Dios y la vocación humana del intelectual, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1975; Iglesia y enseñanza, Madrid, SM, 1977; con C. Villot, Evangelizar la cultura, Madrid, PPC, 1978; “No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal”, en VV. AA., Abba, Padre nuestro, Madrid, Narcea, 1981; “La escuela católica en una sociedad pluralista”, en Seminarium (1982), págs. 33-50; “Filosofía y teología del trabajo en la Laborem Exercens”, en IgVi (1982), págs. 33-44; La visita del Papa y el servicio a la fe de nuestro pueblo. Presentación del programa pastoral de la Conferencia Episcopal Española, Madrid, Edice, 1983, págs. 3-16; “La Iglesia, don de Dios y sacramento de salvación”, en J. R. Flecha et al., ¡Sois Iglesia! Reflexiones sobre la Iglesia como pueblo de Dios y sacramento de salvación, Madrid, Cristiandad, 1983, págs. 13-22; “Vida religiosa y moral en la sociedad democrática española”, en IgVi (1984), págs. 49-67; “Carta abierta a los amigos de Iglesia Viva”, en IgVi (1984), págs. 241-249; “El pecado y la gracia en el Sínodo de los Obispos”, en CommRel (1984), págs. 439-446; “La Iglesia española al servicio del diálogo de salvación entre Dios y el hombre”, en VV. AA., Dios y el hombre, VI Simposio Internacional de Teología, Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, 1984, págs. 789-802; Testigos del Dios vivo. Reflexión sobre la misión e identidad de la Iglesia en nuestra sociedad. Presentación del documento de la Conferencia Episcopal Española, Madrid, Edice, 1985, págs. 5-13; “La figura del sacerdote hoy”, en VV. 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