Pérez de Barradas y Bernuy, Ángela Apolonia. Duquesa de Denia (I) y duquesa de Tarifa (I), duquesa de Medinaceli (XV). Córdoba, 9.II.1827 – Madrid, 13.VIII.1903. Benefactora.
Hija mayor de Fernando Pérez de Barradas y Arias de Saavedra, IX marqués de Peñaflor, y de María del Rosario Bernuy y Aguayo de la Casa de Benamejí. El 2 de agosto de 1848 casó con Lups Tomás Fernández de Córdoba y Ponce de León, XV duque de Medinaceli, nacido en Gaucín (Málaga), el 18 de septiembre de 1813. Fruto de este matrimonio hubo siete hijos, tres mujeres y cuatro varones: Ángela María, que casó con el duque de Escalona; Luis, que sucedió a su padre como duque de Medinaceli y demás estados de la Casa; María del Dulce Nombre, que casó con el duque de Híjar; Alfonso María, Fernando María, duque de Lerma; Carlos, duque de Denia y de Tarifa; y, María del Carmen, por matrimonio, condesa de Gavia.
Aún existiendo un claro vacío documental sobre su infancia, es probable que, al menos, parte de su educación pudiera haberla recibido en Francia, pues siempre mostró predilección por la cultura de ese país y sus hijos y nietos estudiaron allí.
La duquesa de Medinaceli fue una figura relevante en su contexto histórico, pues por encima del ambiente aristocrático que la rodeaba e incluso de las estrechas relaciones que mantenía en la Corte, su vida estuvo repleta de actividades poco frecuentes para las mujeres, en la mentalidad de la época.
Amante de las artes y del teatro, mantuvo una amistad destacada con diversos pintores de su época, de quienes han llegado los retratos de la duquesa en 1854 y del duque en 1860. Fue amante del teatro y promovió el estreno de numerosas obras, llegando a construir en su palacio un teatro particular. También demostró una certera visión de futuro y especial interés en el desarrollo económico del país al fundar la Sociedad General Protectora de la Agricultura y la Industria y fomentó la expansión y el desarrollo del ferrocarril en España. Fruto de este empeño fue la instalación en el antiguo señorío de Las Navas (Ávila) de una factoría para la transformación de la resina, aprovechando el paso de la línea férrea por estas tierras. Más conocida es su faceta filantrópica y humanitaria, al haber sido impulsora de la creación de la Cruz Roja en España, de la que fue presidenta perpetua y fundadora de su Sección de Señoras, en 1870, que también presidió. Dedicó buena parte de su actividad a la administración de los bienes de la casa de Medinaceli y a la rehabilitación de diversos edificios de la familia, como la Casa de Pilatos de Sevilla y el Palacio de los duques de Medinaceli en el paseo del Prado en el que fueron famosas las fiestas que organizaba con la presencia frecuente de la reina Isabel, que tuvieron por cronista al marqués de Molíns, académico, ministro y afamado autor literario.
Ya viuda, adquirió el Palacio de Uceda, en la actual plaza de Colón de Madrid, convirtiéndolo en su residencia habitual.
Durante el llamado Sexenio Democrático marchó a París acompañando a la Familia Real y en la capital francesa falleció su marido, el duque de Medinaceli, el día de Reyes de 1873, no pudiendo ver un año más tarde restaurada la Monarquía en la persona de Alfonso XII. El Rey, en la atención dispensada por la duquesa viuda de Medinaceli a la Casa Real y por los méritos contraídos anteriormente le concedió la merced de duquesa con la denominación de Denia y Tarifa el 28 de junio de 1882, separándose ambos títulos por R.D. de 14 de junio de 1886, en el ducado de Denia y en el ducado de Tarifa. Distribuyó este último a su sexto hijo, Carlos María Fernández de Córdoba y Pérez de Barradas (Aranjuez, Madrid, 15.V.1865 – San Sebastián, Guipúzcoa, 25.X.1931).
El 12 de agosto de 1893, contrajo segundas nupcias en París con Luis Sebastián de León y Cataumber (Madrid, 4.III.1835 – 27.IX.1904), hijo de los marqueses de las Atayuelas, que fue diputado a Cortes por el Partido Liberal y senador vitalicio del Reino. Sin embargo, cuando falleció en 1903 fue enterrada en la cripta del Hospital de San Juan Bautista (vulgo de Tavera) en Toledo, enterramiento de la casa de Medinaceli desde 1840 tras la desamortización del Real Monasterio de Santa María de Huerta. Dispuso que también que le sucediera en la merced de duque de Denia su hijo el duque de Tarifa.
Bibl.: J. Ezquerra del Bayo y L. Pérez Bueno, Retrato de mujeres españolas del siglo XIX, Madrid, Imp. de Julio Cosano, 1924, págs. 276 y 277; A. Sánchez González, Documentación de la Casa de Medinaceli: El Archivo General de los Duques de Segorbe y Cardona, Madrid, Dirección de Archivos Estatales, 1990, pág. 178; S. Gascón y P. Herce, Ángela, duquesa de Medinaceli y marquesa de las Navas. Su vida, su obra, su tiempo, Madrid, Imprenta Fareso, 1995, págs. 24-26, 42-48, 75-82, 99 y 147; F. Fernández de Béthencourt, Historia genealógica y heráldica de la monarquía española. Casa real y grandes de España, t. VI, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalense, 2003, págs. 243-245.
Juan Larios de la Rosa y Juan Manuel Albendea Solís
