Sala, Tomás. Barcelona, 20.XII.1775 – Kesen, Fukien (China), 1.X.1829. Misionero dominico (OP) y obispo.
Este preclaro religioso dominico recibió clases particulares de algunos maestros en su misma casa, lo que indica la buena situación económica de que gozaba su familia. Uno de sus profesores fue Pedro Barrio, quien posteriormente se hizo religioso dominico. Fue prestigioso profesor en la Universidad de Cervera, y también llegó a ser provincial de la provincia dominicana de Aragón.
Con tan esmerada formación, y sintiendo en su interior la vocación dominicana, el joven Tomás tomó el hábito de la Orden de Predicadores el 13 de marzo de 1791 en el Convento de Santa Catalina de su ciudad natal, e hizo su profesión religiosa en igual fecha del año siguiente. Cursó sus estudios eclesiásticos en el Convento de los Santos Vicente y Raimundo de la misma ciudad. Terminada con brillantez su carrera eclesiástica, y habiendo ganado por oposición una cátedra, corrió a su cargo, durante varios años, la explicación de Filosofía y Lugares Teológicos en el mismo Convento.
Cuando desempeñaba el oficio de maestro de estudiantes, dio su nombre para incorporarse a la provincia de Nuestra Señora del Rosario. Embarcado con dirección a México, tuvo que aguardar allí un año en espera del navío que habría de llevarle a Filipinas. Entre tanto explicó Teología a sus compañeros de misión. Partió de Acapulco el 8 de febrero de 1805, y arribó a Manila el 16 de abril. El 4 del mes siguiente recibió el nombramiento de profesor de Teología en la Universidad de Santo Tomás de Manila. Más tarde fue destinado a la misión de Ituy, en la provincia de Cagayan, y el capítulo provincial de 1806 le nombró vicario de Bayombong. Allí dio ejemplo de vida austera y mortificada no sólo a los cristianos seglares, sino también a sus mismos compañeros de apostolado. Además de dedicarse con gran celo al ministerio de las almas, sacaba tiempo para procurar el arreglo del pueblo y progresar en el aprendizaje del dialecto local, que llegó a poseer con perfección suficiente para redactar en él varias obras.
En el capítulo de 1810 se le asigno a China como misionero, pues, dada la escasez extrema de personal misionero en aquella vastísima región, era apremiante el envío de algún ministro evangélico. Debió de partir de Filipinas hacia el mes de septiembre, según costumbre establecida ya por entonces. Su entrada en China se llevó a cabo siguiendo la ruta de Macao, en cuya ciudad desembarcó en fecha no precisada. Sí está registrado, en cambio, que el 8 de diciembre dejaba esta colonia portuguesa, dirigiéndose primero a Chiangchow, donde hizo escala por algún tiempo. El 2 de enero de 1811 se dio a la vela el barco que lo transportaba a Ning-te, donde pasó un par de meses haciendo compañía al vicario apostólico monseñor Carpena, de la Orden Praedicatorum. Por fin, emprendió viaje para Fogan, adonde llegó el 27 de marzo.
El padre Sala fue un apóstol infatigable y el principal promotor de la fundación del Seminario-Noviciado que se erigió en Kesen en 1813. A pesar de las muchas y graves dificultades que a todos, menos al padre Sala, les parecían prácticamente de imposible solución, si bien todos admitían la utilidad y necesidad de la fundación, se allanaron las dificultades y la fundación salió adelante, siendo el padre Sala el único rector y profesor de este centro para la formación del clero indígena. Estudió el chino con gran empeño y aprovechamiento, dejando escritas varias obras en los enrevesados caracteres chinos, que tan difíciles resultan para la mayoría de los extranjeros occidentales. Escribió un Vocabulario en el que precede el carácter chino, sigue el significado en el dialecto romanizado de Fogan y luego el latino. En estas tierras completó una obra de teología moral, que había comenzado en México, y que imprimió en Kesen, valiéndose de la ayuda de sus discípulos, siendo estimada como una de las mejores de su tiempo. También escribió otro tipo de documentos como relaciones, de las que se cuentas treinta y ocho, estadísticas, cartas, etc. Fue nombrado vicario provincial de China en 1814 y en 1820.
El vicario apostólico monseñor Carpena, que conocía bien los méritos y virtudes del padre Tomás Sala, no escatimó esfuerzos hasta lograr que la Sagrada Congregación de Propaganda Fide se lo diese por coadjutor, con derecho de sucesión. Aunque tanto monseñor Carpena como la provincia del Rosario recibieron con gran gozo la aprobación del padre Sala para obispo coadjutor, en cambio, al elegido no le agradó nada su nombramiento, protestando humildemente por su designación para tan alta dignidad, alegando su débil salud y la falta de títulos y cualidades para el desempeño de tan elevado y responsable oficio. Incluso trató de renunciar al cargo, pero su intento no tuvo éxito. Su consagración tuvo lugar el 1 de octubre de 1820 de manos de monseñor Roque Carpena con gran solemnidad y ante miles de cristianos.
Su salud endeble y delicada no pudo soportar la nueva carga y el sacrificio demasiado oneroso que le exigían sus múltiples actividades de misionero. Por eso, presa del mal nefrítico y de una disentería, y atribulado por los graves disgustos que le causaron algunos literatos de Songyong, con dos libros injuriosos contra la religión católica y contra el prelado y los misioneros, en contestación a una circular que les había dirigido sobre algunas prácticas religiosas, entregó su alma al Señor en Kesen, habiendo recibido piadosamente los santos sacramentos.
Entonces no pudieron celebrarse con gran solemnidad los funerales. Pero en 1836, terminado el suntuoso sepulcro que se construyó con la generosa contribución pecuniaria de los cristianos, fueron trasladados sus restos mortales al nuevo sepulcro con pompa no vista antes en China. A las honras fúnebres asistieron doce sacerdotes y muchos miles de fieles, llevando el féretro graduados vestidos en traje de ceremonia, y acompañando dos bandas de música.
Obras de ~: Summa Moralis sive Theologia Moralis PP. Fulgent. Cuniliat. et Vicent. Patuzzi, Ordinis Praedicatorum, methodi brevi ac facili in compendium disposita ac in duos thomos distributa, ad usum Seminarii Fokiensis in Sinis, Fukien, Ex Typographia ejusdem Seminaii, anno 1825; Cit-jiu o Explicación de la doctrina más esencial de nuestra santa Religión (en chino, con caracteres romanizados), s. l., s. f.; Seing Keing Teit Kai (Homilía o explicación del Evangelio para los domingos y fiestas principales del año), s. l., s. f.; Reglamento del Seminario de Santa Cruz de Kesen, s. l., s. f.; Dictionarium Sinicum-latinum y dialecto de Fogán, s. l., s. f.; Catecismo explicado (en dialecto de Gaddan), Filipinas, s. f.
Bibl.: J. Ferrando (OP) y J. Fonseca (OP), Historia de los PP. Dominicos en las Islas Filipinas, y en sus Misiones de Japón, China Tung-kin y Formosa, vol. V, Madrid, Imprenta de M. Rivadeneyra, 1871; J. M.ª González (OP), Historia de las Misiones Dominicanas de China 1800-1900, vol. III, Madrid, Juan Bravo, 1960; L. Galmés, “Sala, Tomás”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2136; H. Ocio (OP) y E. Neira (OP), Misioneros Dominicos en el Extremo Oriente 1587-1835, Manila, Misioneros Dominicos del Rosario, 2000.
Donato González-Reviriego, OP