Restán de la Carrera, José María. México, 1786 – Madrid, 3.IX.1844. Militar.
Ciudadano mexicano que ingresa en el Ejército español y llega a ser brigadier de caballería. Su hoja de servicios se conserva en el Archivo General Militar de Segovia, de la que extraemos las siguientes notas.
Cuando empieza a servir en el Ejército tiene diecinueve años, es de origen mexicano e hijodalgo. Desde 1805 es guardia, cadete en 1814, subrigadier en 1825, brigadier dos años después y comandante de escuadrón desde 1834. Sirve en el Real Cuerpo de Guardias de Su Majestad hasta finales de agosto de 1841. En 1806 está destacado en La Granja (Segovia) y luego en Aranjuez (Madrid) hasta la vuelta de Fernando VII en marzo de 1808, para marchar después hacia Francia acompañando al Monarca hasta Vizcaya. De regreso hacia Madrid, es herido en Rioseco (Valladolid), por lo que se retira a Oviedo a restablecerse; regresa a las pocas semanas a Madrid y es hecho prisionero y conducido hasta Bayona (Francia), de donde se fuga.
Está de vuelta en Madrid a principios del año 1809, es apresado y sentenciado a ser fusilado, pero el ministro de lo Interior del Gobierno josefino, José de Asanza, sale en su defensa y es salvado. Se incorpora al Ejército de Extremadura bajo las órdenes del general La Cuesta y también herido pasa a curarse a Córdoba. De nuevo es herido en 1810 y el duque de Rivas le invita a su casa del Puerto de Santa María (Cádiz) para que se reponga, pero en lugar de ello se reúne en Alcalá de los Gazules (Cádiz) con el duque de Alburquerque y bajo sus órdenes entra en la Isla del León (Cádiz) como ayudante de Campo suyo agregado al Regimiento de Lusitania. Entre 1812 y 1813 ejerce el cargo de aposentador general de Cádiz. En 1814 acompaña a la Regencia con sus escuadrones a Madrid, y luego acompaña al Monarca y a los infantes Antonio y Carlos a Valencia. En 1821 pasa a las órdenes del capitán general de Castilla Pablo Morillo, conde de Cartagena, en clase de su ayudante de campo. En 1822 es nombrado defensor de los oficiales de la Guardia Real, Conde de Torrealta, José Vallarino y Carlos Bembenuti, primeros tenientes, presos y encausados por los acontecimientos del 7 de julio. Se reorganiza el Cuerpo, y en 1823 marcha a Sevilla a recibir a los Reyes y Altezas y acompañarles de regreso a Madrid. En 1825 es agraciado con la Cruz de San Fernando. En 1835 marcha al ejército del Norte a las órdenes de los generales Ezpeleta y Córdoba. En 1841 es condecorado con la de San Hermenegildo y nombrado ayudante general accidental del Cuerpo de Guardias de la Real Persona, pero como es extinguido pocos meses después, queda en cuartel en la Corte, situación en la que permanece hasta su fallecimiento en 1844. En 1891 Faustina Lillo Sánchez, su viuda, solicita del Ministerio de la Guerra una copia de su hoja de servicios.
Pero su relación con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid comienza en 1838 cuando solicita el título de académico de honor, y el viceprotector, duque de Gor, así le propone y es aprobado en el mismo año en atención a “su distinguido carácter, ilustración y amor a las bellas artes”.
Bibl.: E. Navarrete Martínez, La Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Pintura en la primera mitad del siglo XIX, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999; P. García Sepúlveda y E. Navarrete Martínez, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Departamento de Archivo, Biblioteca y Publicaciones. Relación general de académicos (1752 en adelante), Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, actualización anual [en línea], disponible en https://realacademiabellasartessanfernando.com/assets/docs/academicos/introduccion_relacion_general_de_academicos.pdf.
Esperanza Navarrete Martínez
