Marcilla Arrazola, Juan. Madrid, 27.XII.1886 – 16.VIII.1950. Ingeniero agrónomo.
Siguió la carrera de ingeniero agrónomo con gran brillantez, logrando matrícula de honor todos los años y con título final de honor. En 1910 fue destinado a la Estación Fitopatológica de Villafranca del Panadés, que entonces dirigía Cristóbal Maestre. En ésta, su primer destino, completó su formación vinícola y enológica, al tiempo que inició su formación microbiológica. Al año siguiente, en la Universidad de Lausana, asistió a un curso de análisis electroquímico, y recorrió, en viaje de estudios, varios centros de su especialidad en Francia y Suiza. Destinado a la Estación Ampelográfica Central, trabajó en Navarra y Madrid.
En 1925, por concurso de méritos, consiguió la cátedra de Viticultura y Enología en la Escuela de Ingenieros Agrónomos. Más tarde, y gracias a su empuje, se creó en la misma Escuela la cátedra de Microbiología Aplicada, que también desempeñó. Antes, en 1919, había sido elegido miembro de honor del Instituto de Ingeniería de España.
Desde la dirección del Centro de Investigaciones Vinícolas de la Fundación de Investigaciones Científicas y Ensayos de Reforma, que le fue confiada en 1933, impulsó el estudio de las levaduras de flor de los vinos de Jerez, de la que en esos momentos apenas se conocía sobre su sistemática y fisiología.
La Gaceta de la República, de fecha 25 agosto de 1937, recogía la Orden del Ministerio de Agricultura por la que se le separaba definitivamente del servicio, con pérdida de todos sus derechos y bajas en el escalafón, pero tras la contienda el nuevo Estado le confío cargos de la más alta responsabilidad. Desde el primer momento fue vocal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; el 31 de octubre de 1941 se le nombró director del Instituto Santiago Ramón y Cajal perteneciente al mismo y, posteriormente, vicepresidente 2.º del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en 1943, tomó posesión, dos años después, con un discurso sobre la fermentación láctica, en el que concluye cómo, con el esfuerzo de unos y otros, España podía aspirar a liberarse de las carencias de ácido cítrico que, en esos momentos, se sufría y, por tanto, del desembolso de divisas que suponía la importación anual de unos 60.000 quintales métricos de ácido cítrico. También participó en los actos del centenario de la institución con un trabajo sobre “Los fundamentos científicos de las industrias de fabricación de levaduras prensadas y de levaduras alimenticias”.
También fue elegido académico de la Real Academia de Farmacia (1949), si bien falleció sin tomar posesión, y presidente de la Sociedad Española de Microbiología. Tras su fallecimiento se concedió una pensión extraordinaria a sus hijos, consistente en el sueldo que como ingeniero había percibido su padre, dividida en partes iguales entre ellos y mientras fueran menores de veinticinco años.
Obras de ~: Vinificación en países cálidos, Madrid, Calpe, 1922; Industrias rurales fitógenas, Madrid, Reus, 1942; Tratado práctico de Viticultura y Enología españolas, Madrid, SAE, 1945; La fermentación crítica, Discurso leído en el acto de su recepción por el Excmo. Sr. D. ~, Madrid, Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RACEFN), 1945.
Bibl.: J. M. Albareda y Herrera, “Contestación”, a Discurso leído en el acto de su recepción por el Excmo. Sr. D. Juan Marcilla Arrazola, Madrid, RACEFN, 1945, págs. 27-38; J. M. Torroja Menéndez, “Los ingenieros en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales”, en P. García-Barreno et al., La Real Academia de Ciencias, 1582-1995, Madrid, RACEFN, 1995, págs. 385-429.
Alberto Gomis Blanco
