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Andrés Vesalio

Biografía

Vesalio, Andrés. Bruselas (Bélgica), 31.XII.1514 – Isla de Zante (Grecia), 15.X.1564. Anatomista, cirujano y médico de cámara del Carlos V y Felipe II.

Su padre, Andrés, era boticario del César Carlos e hijo ilegítimo de Everard van Wesele o Vesalio. Su madre se llamaba Isabel Crabbe. Recibió su educación elemental en Bruselas, y después desde febrero de 1530 en la Universidad de Lovaina, para cursar Artes, requisito para ingresar luego en una facultad.

En esa época, la Facultad de Medicina de la Universidad de Lovaina gozaba de escaso prestigio, por lo que Vesalio eligió la Universidad de París, y se matriculó en su Facultad de Medicina probablemente en septiembre de 1533. Tuvo como profesores, entre otros, a Johann Günther von Andernach, Jacques Dubois (Silvio) y Jean Fernel. Los dos primeros introdujeron al joven alumno en el campo de la indagación anatómica.

También fueron condiscípulos suyos allí Andrés Laguna y Miguel Serveto.

La guerra entre Francia y España obligó a Vesalio a regresar a Lovaina en 1536, donde reintrodujo en su Facultad de Medicina la disección anatómica, que no formaba parte del currículo médico desde hacía años. En 1537 obtuvo el grado de bachiller en medicina.

Mientras terminaba sus estudios, escribió su Paraphrasis in nonum librum Rhazae ad Regem Almansorem (1537) (Comentario al IX libro de Razes al rey Almanzor), donde comparaba la terapéutica greco-islámica y la galénica, y aunque se inclinó por la segunda se cuidó de salvar la autoridad de Razés conciliándola con la medicina griega. En otoño de 1537 se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Padua, la más prestigiosa de Europa en ese momento, allí alcanzó el grado de doctor el 5 de diciembre de 1537. Al día siguiente aceptó el nombramiento de explicator chirurgiae (explicador de cirugía), cuya tarea era enseñar cirugía y anatomía.

Cambió el modo de enseñarlas, pues, en contra de lo acostumbrado, solía realizar él mismo las disecciones en vez de encargarlas a un cirujano. Asimismo, elaboró cuatro grandes tablas anatómicas para sus estudiantes, de modo que pudiesen memorizarlas en ausencia del cadáver. El hurto de la lámina del sistema nervioso y su posterior publicación, unido al riesgo de que las demás también fueran copiadas, llevó a Vesalio a publicar las tres restantes junto con tres grabados del esqueleto realizados por el holandés Jan Stefan van Kalkar, aprendiz del estudio de Tiziano. Serán conocidas como las Tabulae anatomicae sex (1538) (Seis tablas anatómicas). En el mismo año compuso un manual de disección para sus estudiantes: Institutionum anatomicarum secundum Galeni sententiam [...] Libri quatuor, per Ioannem Guinterium Andernachum... ab Andrea Vesalio, auctiores et emendatiores redditae (1538) (Cuatro libros de instituciones anatómicas según Galeno por Juan Günter Andernach, aumentadas y corregidas por Andrés Vesalio). Este trabajo ofrece ya una discrepancia con Galeno: sostiene Vesalio que la sístole cardiaca es sincrónica con el pulso arterial. También en 1538 escribió su Epistola docens venam axillarem dextri cubiti in dolore laterali secandam (1539) (Epístola que enseña que en la pleuresía debe abrirse la vena axilar del codo derecho), en la cual, frente a lo propugnado por la medicina grecoislámica e islámico-latina (medieval), apoya el método de Pierre Brissot (1525) empleando argumentos anatómicos y sin acudir ya a las auctoritates.

Hacia 1538, como fruto de sus lecciones de anatomía galénica acompañadas de disecciones humanas, comienza a darse cuenta de que existen contradicciones entre los textos galénicos y sus propias observaciones anatómicas. En 1539, al poder disponer de abundantes cadáveres pudo realizar muchas disecciones, las cuales le hicieron comenzar a plantearse que Galeno se había fundado en la disección de animales y que, en relación con el cuerpo humano, cometió errores. En el invierno de ese año, su convencimiento acerca de este hecho ya era pleno, lo que le llevó a desafiar la validez de la anatomía galénica. En 1540, en Padua, Vesalio comenzó a escribir y componer la Fabrica en su forma final, que vio la luz tres años más tarde, en agosto —a pesar de que en el colofón figura junio—: De Humani corporis fabrica Libri septem (1543) (Sobre la fábrica —en cuanto edificio— del cuerpo humano). También realizó un resumen de ésta: Epitome (1543).

Después de la publicación de estos libros, Vesalio decidió abandonar los estudios anatómicos para dedicarse a la práctica médica. Fue nombrado médico de cámara de Carlos V y permaneció a su servicio hasta su abdicación, trece años más tarde, el 23 de agosto de 1556. En 1546, durante una estancia prolongada en Ratisbona, escribió una larga carta dedicada en parte al descubrimiento y uso terapéutico de la raíz de China o zarzaparrilla (Chinae radix) en el tratamiento de la sífilis y en parte a defenderse del ataque de los anatomistas galénicos de París, sobre todo de los que procedían de su antiguo profesor, Silvio: Epistola rationem modumque propinando radicis Chynae decocti... pertractans: et praeter aliae quaedam, epistolae cujusdam ad Jacobum Sylvium sententiam recensens (1546) (Epístola que trata del método y del modo de administración de la raíz de china cocida...: y, además de otras cosas, que examina la sentencia de cierta carta para Jacobo Silvio).

Durante su servicio en el Ejército imperial aplicó brillantemente su pericia anatómica a la cirugía. Así, fue el primero en introducir, en 1547, el drenaje inducido quirúrgicamente del empiema. La descripción de esta operación, consignada en una carta (1562) que escribió a Giovanni Filippo Ingrassia de Sicilia, el cual la publicó dentro de una de sus obras, en 1568, con el título de Illustrissimi Ducis Terraenovae casus enarratio (Narración del caso del ilustrísimo duque de Terranova) es una sobresaliente contribución a la literatura quirúrgica. Su fama como cirujano llegó a ser tan grande que, en 1559, cuando Enrique II de Francia sufrió una herida mortal en la cabeza, como consecuencia de un torneo, Vesalio fue llamado y acudió desde Bruselas para encargarse del cuidado del regio paciente, a pesar de la presencia del gran cirujano francés Ambroise Paré.

Conforme fue adquiriendo más experiencia y con el fin de corregir algunos errores y erratas en la composición de la Fabrica, decidió emprender una segunda edición. Parece muy probable que escribiera este texto revisado durante una larga estancia con el Emperador en Augsburgo, entre agosto de 1550 y octubre de 1551. La publicación sufrió un gran retraso, finalmente vio la luz en agosto de 1555, en Basilea.

Después de la abdicación de Carlos V, Vesalio pasó al servicio de Felipe II, encargado de la atención médica de los holandeses que moraban en la Corte, y a veces del mismo Rey. Permaneció en España desde 1559 hasta el año de su muerte.

A finales de 1561, Vesalio concluyó una larga respuesta a las Observationes anatomicae (Observaciones anatómicas) de Gabrielle Fallopio (1561), una respetuosa crítica de ciertos aspectos de la Fabrica, libro que Fallopio le había enviado ese verano. Esta respuesta, publicada más tarde con el título de Anatomicarum Gabriellis Falloppii observationum examen (1564) (Examen de las observaciones anatómicas de Gabrielle Falloppio), es tanto una defensa ante las críticas de Falloppio como una aceptación de éstas.

Durante la primavera de 1562, por orden de Felipe II, Vesalio se unió al grupo de médicos encargados de la atención y tratamiento de Carlos —los doctores Vega, Olivares y el cirujano Daza Chacón, entre otros— el hijo y heredero del Rey, quien a resultas de una caída, sufrió una grave herida en la cabeza, que hizo peligrar su vida durante varios meses.

En 1564, Vesalio peregrinó a Tierra Santa desde España.

En contra de lo que han aventurado varias leyendas —como su condena a muerte por la Inquisición, por haber disecado inadvertidamente a un personaje de la nobleza todavía vivo, pena que el Rey conmutó por su viaje a Tierra Santa— el periplo fue aprobado por el Rey, aunque no se sabe si Vesalio quería regresar a España. Después de una escala en Venecia, zarpó en marzo hacia Tierra Santa vía Chipre.

No se sabe cuándo se inició el viaje de vuelta, pero, en cualquier caso, su barco fue detenido por una gran tormenta. Después de muchas dificultades, alcanzó, en octubre, la isla de Zante (al noroeste del Peloponeso), donde Vesalio murió y fue enterrado en un lugar no identificado.

La figura y la obra de Andrés Vesalio, como bien ha puesto de manifiesto el profesor Barcia Goyanes, han sido sobrevaloradas por la historiografía médica en general y por la anatómica en particular; sin embargo, su contribución al progreso y al conocimiento de la anatomía humana no deja lugar a dudas.

 

Obras de ~: Paraphrasis in nonum librum Rhazae medici arabis clarissimi ad regem Almansorem, Lovaina, Rutger Rescio, 1537; Tabulae anatomicae sex, Venezia, B. Vitalis, 1538; Institutionum anatomicarum secundum Galeni sententiam ad candidatos medicinae Libri quatuor, per Joannem Guinterium Andernacum medicum. Ab Andrea Wesalio Bruxellensi, auctiores et emendatiores redditi, Venezia, D. Bernardini, 1538; Epistola, docens venam axillarem dextri cubiti in dolore laterali secandam: et melancholicum succum ex venae portae ramis ad sedem pertinentibus, purgari, Basilea, Robert Winter, 1539; De humani corporis fabrica Libri septem, Basilea, Jean Oporin, 1543; Suorum de humani corporis fabrica Librorum Epitome, Basilea, Jean Oporin, 1543; Epistola rationem modumque propinando radicis Chynae decocti [...] pertractans: et praeter aliae quaedam, epistolae cujusdam ad Jacobum Sylvium sententiam recensens [...], Basilea, Jean Oporin, 1546; De humani corporis fabrica Libri septem, Basilea, Jean Oporin, 1555; Anatomicarum Gabriellis Fallopii observationum examen, Venezia, Francesco de Franciscis, 1564; “Illustrissimi Ducis Terraenovae casus enarratio”, en Johannis Philippi Ingrassiae Quaestio de purgatione per medicamentum [...], Venezia, Angelo Patessi, 1568, págs. 92-98.

 

Bibl.: J. J. Barcia Goyanes, El mito de Vesalio, Valencia, Universidad, 1994; J. Barón Fernández, Andrés Vesalio. Su vida y su obra, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1970; C. D. O’Malley, Andreas Vesalius of Brussels, 1514- 1554, Berkeley-Los Angeles, University of California Press, 1964; “Andreas Vesalius”, en C. C. Gillispie (ed.), Dictionary of Scientific biography, vol. XIV, New York, Charles Scribner’s sons, 1981, págs. 3-12.

 

Justo Pedro Hernández González