Manso de Zúñiga, Pedro. Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), 1569 – Madrid, 29.XI.1610. Eclesiástico, magistrado, presidente del Consejo de Castilla.
Sobrino del doctor Pedro Manso, obispo de Calahorra y confesor de santa Teresa de Jesús. Colegial del mayor de Santa Cruz de Valladolid. Su tío le concedió el arcedianato de Bilbao en la iglesia de Santo Domingo de la Calzada. El presidente del Consejo de Castilla Rodrigo Vázquez, conocedor de su valía, le propondría para una plaza de juez del Consejo de Navarra, a lo que el Rey accedió. Dos años más tarde, fue designado oidor de la Chancillería de Granada y el 6 de diciembre de 1604 tomó posesión de una alcaldía de Casa y Corte.
El 11 de diciembre de 1606, cuando ya la Corte se había trasladado a Madrid, fue nombrado presidente de la Chancillería de Valladolid, merced a la presión del duque de Lerma. Cuando Felipe III y su comitiva llegaron a Valladolid el 22 de junio de 1607, en los días siguientes comieron juntos varias veces el valido y su protegido y amigo Manso. Al año siguiente presidió las Cortes de Castilla. El 30 de agosto de 1608 tomó posesión de la plaza de presidente del Consejo de Castilla, vacante por fallecimiento de Juan Bautista de Acebedo. Aunque su nombramiento causó sorpresa, se le consideraba suficientemente capacitado para ocupar tan elevada magistratura. Cuando apenas llevaba cuatro meses en la jefatura del Consejo, ya estaba éste al corriente en el despacho de los asuntos.
Manso, también elevado al patriarcado de las Indias, al contrario que otros muchos en su época, no caería en el nepotismo. Nunca utilizó su privilegiado puesto para colocar a sus hermanos, todos ellos, por lo demás, con suficientes méritos. Cuando tenía que proponer candidatos para plazas de magistratura y de prebendas eclesiásticas, se asesoraba convenientemente sobre los pretendientes. Bajo su presidencia se produjo la expulsión de los moriscos. Poco tiempo después recibió el patriarcado de Indias, con 20.000 ducados de renta, y el Arzobispado de Cesarea.
A finales de julio de 1610 enfermó y dejó de asistir al Consejo. Solicitó al Rey, a través del duque de Lerma, la exoneración de su empleo, a lo que Felipe III accedió el 28 de octubre de aquel año. Un mes más tarde, el 29 de noviembre, falleció, y fue enterrado en la capilla mayor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, leg. 37, fols. 778-785; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 6379.
G. González Dávila, Teatro de las grandezas de la villa de Madrid, corte de los reyes católicos de España, Madrid, Imprenta Thomas Iunti, 1623; F. X. de Garma y Durán, Theatro universal de España. Descripción eclesiástica y secular de todos sus reynos y provincias, en general y particular, t. IV, Madrid, 1751; A. Martínez Salazar, Colección de memorias y noticias del gobierno general y político del Consejo, Madrid, 1751; L. Cabrera de Córdoba, Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España, desde el año 1600 en adelante, Madrid, Imprenta de J. Martín Alegría, 1857; M.ª de la S. Martín Postigo, Los presidentes de la Real Chancillería de Valladolid, Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1982; B. J. García García, La pax hispánica. Política exterior del duque de Lerma, Leuven, University Press, 1996; A. Feros, El Duque de Lerma. Realeza y privanza en la España de Felipe III, Madrid, Marcial Pons, 2002; R. Gómez Rivero, “Lerma y el control de cargos”, en Anuario de Historia del Derecho Español, LXXIII (2003), págs. 193-230.
Ricardo Gómez Rivero
