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Jean Charles La Faille

Biografía

La Faille, Jean Charles de. Amberes (Bélgica), 1.III.1597 – 4.XI.1652. Matemático, astrónomo, arquitecto, cartógrafo, jesuita (SI).

Era descendiente de una familia de prósperos comerciantes.

Su padre se llamaba Jan-Karel y era señor de Rijmenam, aunque el título de noble lo obtuvo su hijo Vincent en 1651. Su madre se llamaba María van de Wouwere. Inició sus estudios con los jesuitas en 1609 y en 1613 decidió ingresar en la Orden y se convirtió en novicio en el seminario de Mechlin. En 1615 regresó a Amberes para proseguir sus estudios. Allí tuvo como profesores al destacado matemático Gregorius de Saint Vincent y al tratadista de óptica Françiscus de Aguillon. En el colegio jesuita La Faille defendió varios teoremas de mecánica, según el testimonio de Saint Vincent. En 1620 sus superiores le enviaron al colegio jesuita de Dôle a enseñar Matemáticas y a seguir cursos de Filosofía. En 1621 fue ordenado sacerdote y en 1625 defendió sus Thees Mechanicae que se imprimieron en Dôle, pero de las que no han quedado copias.

En 1626 regresó a los Países Bajos y sustituyó a Saint Vincent en el colegio de Lovaina. En 1628, tras la fundación de los Reales Estudios del Colegio Imperial, La Faille fue enviado a Madrid, en sustitución de Saint Vincent que no pudo asumir el cargo por enfermedad, para desempeñar una de las cátedras de Matemáticas que se habían establecido en esta institución. En 1629 comenzó a enseñar en el Colegio Imperial, donde desplegó una considerable actividad docente. Además de los cursos en los Reales Estudios, daba lecciones particulares de Matemáticas a diversos miembros de la nobleza y, durante un cierto tiempo, de Arte Militar y Fortificación a los pajes del Rey. En 1638 Felipe IV le nombró cosmógrafo mayor del Consejo de Indias y en 1644 preceptor de su hijo bastardo Juan José de Austria. La Faille enseñó Matemáticas al hijo del Rey y pronto se convirtió en su consejero indispensable, acompañándole en sus campañas militares. La formación recibida por Juan José de Austria en contacto con el científico jesuita debió de influir decisivamente en su interés por la ciencia, ya que, años después se convirtió en uno de los mecenas de los científicos españoles, teniendo a su servicio a médicos tan significativos del movimiento de renovación científica española como Juan Bautista Juanini.

La Faille mantuvo una estrecha amistad y colaboración científica con Michael Florent van Langren, cosmógrafo y matemático del rey de España en Bruselas, quien aspiraba al premio ofrecido por los reyes españoles al que encontrara la solución al problema de determinar la longitud en el mar. La idea de Van Langren era utilizar las fases de la Luna en lugar de los eclipses lunares. La Faille defendió la propuesta de su amigo, pero no se llegó a ninguna decisión. En las cartas dirigidas por La Faille a Van Langren puede apreciarse la amplitud de intereses científicos del jesuita y la atención y espíritu crítico con que seguía los progresos en Matemáticas, Astronomía, Geografía, Cartografía, Física y otras materias.

La única obra impresa conocida de La Faille es la titulada Theoremata de centro gravitatis partium circulis et ellipsis (Amberes, 1632) —en la que el autor dice haber publicado una tesis de mecánica, de la que no se conservan ejemplares—, escrita a instancias de su maestro Saint-Vincent. El tratamiento de La Faille es rigurosamente geométrico y arquimediano y el texto mereció los elogios del joven Huygens. La Faille calculó el centroide o baricentro de sectores de parábola y círculo. Dejó, además, numerosos manuscritos, entre ellos un Tratado de cónicas, unos Problemas para escrivir reloxes, un cuaderno de referencias de autores matemáticos (principalmente clásicos) por temas. En sus trabajos sobre las cónicas se encuentra un tratamiento general de estas curvas en el que utiliza conceptos de geometría proyectiva, aunque sin definirlos como conceptos especiales. También se conservan, de este autor, un Tratado de arquitectura y un texto de carácter metodológico, sobre el método en la geometría.

En esta última obra, el jesuita, además de la lógica tradicional aristotélica, defendió el uso de una lógica inventiva con el recurso del cálculo combinatorio, tema al que los científicos de la Compañía, desde Clavius, prestaron especial atención. En esta misma obra La Faille se refiere a las aplicaciones del álgebra a la geometría y menciona un tratado sobre el tema.

Sobre los intereses de La Faille por la mecánica, un testimonio interesante es una traducción al castellano de la obra de Giovanni Batista Baliani De motu naturali gravium solidorum (Génova, 1638). La Faille conoció esta obra a través de un amigo de Baliani, Antonio Balbi, antiguo alumno del Colegio Romano.

Balbi, que se encontraba en Madrid en 1638, recibió el encargo de Baliani de dar a conocer su tratado entre los matemáticos residentes en Madrid para que le dieran su parecer. El año siguiente La Faille le escribió a Baliani elogiando su obra.

La Faille se interesó también por las cuestiones de cartografía náutica y, al parecer, diseñó una carta náutica con un método propio para resolver el “problema de los rumbos”, cuya naturaleza exacta se ignora. No obstante, cabe señalar que conocía bien la proyección de Mercator y sus ventajas para la navegación. En este sentido, cabe destacar que los jesuitas del Colegio Imperial colaboraron en la introducción en España de esta proyección en las cartas náuticas, pues entre las obras impresas y manuscritas de los cosmógrafos españoles anteriores, Céspedes, Cedillo, etc., no se ha hallado ninguna referencia a dicha proyección.

 

Obras de ~: Theoremata de centro gravitatis partium circuli et ellipsis, Amberes, J. Meursius, 1632 [mss. en Real Academia de la Historia de Madrid, en la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid y en Archief della Faille de Leverghem (en manos de la familia La Faille] [relación en Navarro Brotons, “La ciencia en la España del siglo XVII: el cultivo de las disciplinas físico-matemáticas”, en Arbor, CLIII, 604-605 (1996), págs. 197-252].

 

Bibl.: H. P. Van der Speeten, “Le R. P. Jean-Charles della Faille, de la Compagne de Jésus. Précepteur de Don Juan D’Autriche”, en Collection de Précis Historiques, 3 (1874), págs. 77-83, 111-117, 132-142, 191-201, 213-219 y 241-246; A. Vander Heersch, “Jean-Charles Della Faille”, en VV. AA., Biographie nationale, Publiée par l’Academie Royale des Sciences, des Lettres et des Beaux-Arts de Belgique, vol. VI, Bruxelles, H. Thiryvan Buggenhoudt, 1878, págs. 852-856; O. Van de Vyver, “Lettres de J. Ch. della Faille, S. I., Cosmographe du roi à Madrid, à M.-Fl. Van Langren, cosmographe du roi à Bruxeles, 1634-1645”, en Archivium Historicum Societatis Iesu, 46 (1977) (datos biográficos y bibl.); V. Navarro Brotons, “La ciencia en la España del siglo XVII: el cultivo de las disciplinas físico-matemáticas”, op. cit.; A. Meskens, Joannes della Faille, s.j., Bruxelles, Institut Historique Belge de Rome, 2005.

 

Víctor Navarro Brotons