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Gaspar de Oviedo

Biografía

Oviedo, Gaspar de. Valladolid, 1591 – Madrid, 24.XI.1654. Catedrático y filósofo agustino (OSA).

Fueron sus padres Miguel de Oviedo y Juana Ruiz. Llamado a la vida religiosa, ingresó en el Convento de San Agustín de su ciudad natal, donde profesó el 11 de mayo de 1607, en manos del entonces prior Agustín de Carvajal, luego obispo de Panamá.

Los estudios de Artes y Teología se supone que los cursó en Valladolid, si bien por la Universidad de Salamanca recibió la graduación de licenciado y de maestro en Teología, en los días 4 de marzo y 2 de mayo de 1631, respectivamente.

A partir de octubre de 1631 comenzó a opositar en la Universidad salmantina, y después de presentarse a varias cátedras, la Universidad le concedió la Cátedra de Escoto, de la cual tomó posesión el día 12 de enero de 1636. Al año siguiente, 16 de septiembre, pasó a la Cátedra de Santo Tomás, si bien fue privado de ella en 1638 por Felipe IV, mediante una Provisión Real motivada por la opinión manifestada en el capítulo de la provincia de Castilla, celebrado el 24 de abril de 1638 en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). En alguna de sus sesiones públicas defendió la libertad que habían de tener los capitulares votantes sin dejarse someter a ninguna clase de imposiciones. En esta manifestación creyó ver el representante del Rey, el obispo de Valladolid, Gregorio Pedrosa, algo semejante a llamar tirano a Felipe IV, que implícita y explícitamente se había decantado por una candidatura a provincial. Aunque la acusación no estaba clara ni era fácil probarla, el Rey despojó a Gaspar de Oviedo de su cátedra por un incidente sin relación directa con el ámbito universitario. El catedrático Oviedo se alejó de Salamanca por espacio de un año y medio (20 de mayo de 1638 a octubre de 1639) porque “así convenía al servicio de Su Majestad”. El claustro de profesores se quejó a Felipe IV por esta su decisión inadecuada, injusta e ilegal, pues contravenía las leyes universitarias. Una vez incorporado a la Universidad de Salamanca, en recompensa a su obediencia y sumisión a Felipe IV, el Consejo le dio a Gaspar de Oviedo la Cátedra de Durando, tomando posesión el día 9 de noviembre de 1639. Tras la jubilación del cisterciense Ángel Manrique en su Cátedra de Prima de Teología, fue Gaspar de Oviedo quien ganó dicha cátedra en sustitución, incorporándose a ella el 13 de noviembre de 1642. También se presentó a la Cátedra de Vísperas, vacante por la promoción al arzobispado de Montreal (Sicilia), del propietario Bernardino Rodríguez, y una vez conseguida se posesionó de ella el 17 de octubre de 1648. Y, por último, Gaspar de Oviedo ascendió a la Cátedra de Prima de Teología en propiedad el 19 de agosto de 1651, y que desempeñó hasta su fallecimiento.

Dentro de la Orden agustiniana desempeñó varios oficios. En 1638 fue prior del Convento San Agustín de Salamanca y por comisión del prior general presidió el capítulo de la provincia de Castilla de 1644. También ejerció de calificador del Consejo Supremo de la Inquisición, y a petición de los ministros de la Corte extendió varios pareceres y dictámenes, según escribió su coetáneo Gascón de Torquemada (1572-1637), para añadir este mismo autor que era Gaspar de Oviedo “uno de los mayores y más consumados teólogos que antes y después de su siglo se ha conocido”.

Gaspar de Oviedo desarrolló una intensa actividad universitaria, no exenta de polémicas y malentendidos, como cuando fue comisionado, junto con otros, entre ellos el agustino Juan de Aguilar, para revisar el plan de estudios de Artes. El citado parecer le ocasionó una anónima acusación ante el Consejo, por lo que éste extendió una cédula el 2 de junio de 1646 reprendiendo a Oviedo y también a Aguilar. Fue leída en claustro universitario cuatro días más tarde, y los mismos profesores emprendieron su defensa, haciendo constar que eran víctimas de calumnia.

Sobre la defensa de la Inmaculada Concepción compuso algunos textos que se encuentran resumidos en el Índice de papeles de la Junta de la Concepción, números 154, 167 y 192 del año 1653. Defendió una fórmula en la que, sin pedir al Papa la definición de la Inmaculada Concepción, fuera canonizada la verdad de la Inmaculada Concepción de María. En otro escrito titulado Memorial ofrece Oviedo fundamentos y respuestas que confirman la ya beatificación de Concepción Inmaculada.

El historiador de la Filosofía, Guillermo Fraile, incluye a Gaspar de Oviedo entre los renovadores de la escolástica en España.

 

Obras de ~: Tractatus de Vitiis et peccatis, s. l., 1610 (inéd.); Escritos en defensa de la Inmaculada Concepción, s. f. (inéd.); “Censura. Salamanca, 24 de marzo de 1638”, en A. González Barroso, Memorial en defensa del hábito que debe traer la Sagrada Religión Premonstratense, Barcelona, s. f.; “Censura. 13 de febrero de 1640”, en F. Patón de Ayala, Apología Sacra en defensa de algunas proposiciones que nos exortan [sic] a la frecuencia de la comunión sacramental, Madrid, 1640; “Aprobación. Salamanca, 7 de octubre de 1650”, en F. Cachupín, Vida y virtudes de V. I. Luis de la Puente, Salamanca, 1652; “Dictamen. Salamanca, 10 de noviembre de 1652”, en P. A. Haro y Sotomayor, Oración a la famosa y célebre victoria, Salamanca, 1652; “Medios para remediar la enseñanza de las Artes en la Universidad de Salamanca (1646)”, en Archivo Agustiniano (AA), 10 (1918), págs. 38-41.

 

Bibl.: T. de Herrera, Historia del convento de San Agustín de Salamanca, Madrid, Imprenta Gregorio Rodríguez, 1652, pág. 425; M. Vidal, Agustinos de Salamanca. Historia del observantíssimo convento de San Augustín N.P. de dicha ciudad, II, Madrid, Imprenta Eugenio García de Honorato, 1758, págs. 118-120; A. Huarte, “Una página inédita de la biografía de los PP. MM. Oviedo y Aguilar”, en AA, 10 (1918), págs. 27-41; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca IberoAmericana de la Orden de San Agustín, VI, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1922, págs. 212-215; E. Domínguez Carretero, “La Escuela Teológica Agustiniana de Salamanca”, en La Ciudad de Dios, 169 (1956), págs. 673-674; T. Aparicio López, “Valladolid, el convento de San Agustín y sus hijos más ilustres”, en Revista Agustiniana, 35 (1994), págs. 421-422; G. Díaz Díaz, Hombres y Documentos de la Filosofía Española, VI, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1998, págs. 192-193; T. Aparicio López, Agustinos españoles, paradigma del 98 y otros estudios, Valladolid, Ed. Estudio Agustiniano, 1999, págs. 328-330; R. Lazcano, Agustinos españoles escritores de María, Guadarrama (Madrid), Ed. Revista Agustiniana, 2005, págs. 229-231.

 

Rafael Lazcano González

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