Castro Casal, Alejandro de. La Coruña, 23.IV.1812 – Zarauz (Guipúzcoa), 6.VII.1881. Funcionario y político.
Hijo de Juan de Diego de Castro, capitán de fragata y director de la Fábrica de Tabacos de La Coruña, y de María del Carmen Casal. Ingresó en 1822 en el colegio de guardiamarinas de Cádiz, pero no llegó a seguir la carrera militar. Una vez concluidos los estudios de jurisprudencia ingresó como funcionario en el Ministerio de Hacienda. Ocupó sucesivamente los puestos de oficial de segunda de la administración de rentas estancadas de Talavera, oficial de la Dirección de Rentas Estancadas (1835), controlador de la aduana de Bonanza (1836) y administrador de rentas de Cuenca (1839). En 1843 fue detenido por participar en una conspiración para derribar a Espartero.
Políticamente, fue miembro destacado del partido moderado, aunque contrario a la facción política del conde de San Luis.
En 1848 fue nombrado jefe político de Valencia, donde consiguió impedir una revuelta. El 22 de diciembre de 1850 es elegido diputado por primera vez por el distrito de Caldas de Reyes en sustitución de Román Mugartegui, cuya elección había sido declarada nula por el Congreso tras una campaña en la prensa y los ministerios instigada por el propio Castro. El 19 de marzo de 1851, siendo Bravo Murillo presidente del Gabinete, fue nombrado jefe político de Madrid, sin renunciar al acta de diputado. El 10 de mayo del mismo año resulta elegido de nuevo parlamentario por Caldas de Reyes. Es vicepresidente interino del Congreso y cuarto vicepresidente en propiedad.
En 1852 tiene un incidente con el general Pavía del que queda constancia en el retrato que le hace Emilio Tajueco Gallardo en “El libro de los diputados o fisonomía del Congreso de 1851”. Pavía, marqués de Novaliches, se había comprometido con Castro, jefe político de Madrid, a satisfacer las cantidades que impusiesen los tribunales en relación con un depósito que había levantado el gobernador a petición del general. Luego no quiso hacerlo y Castro se vio obligado a publicar un extenso escrito denunciando las maniobras y artimañas del general para no pagar lo comprometido “por su palabra de caballero”. Tajueco retrata a Castro como “joven de ilustre cuna, y de talento despejado; debe a la Providencia un genio muy vivo, y a la naturaleza mucho fuego en la sangre que circula por sus venas. De suerte que con facilidad se enfada, se irrita, se ciega [...]”.
La presidencia del Gobierno de Roncali le hace huir a Francia. A su regreso a Madrid es nombrado director de Rentas Estancadas por el gabinete presidido por Francisco de Lersundi y Ormaechea. El 4 de febrero de 1853 es reelegido diputado. La oposición lo incluye en la “lista de diputados agraciados por el gobierno”.
El 4 de octubre de 1854 es elegido diputado por la circunscripción de Pontevedra. Tiene una participación muy activa en los debates de la legislatura 1854-1956 en las cuestiones relativas a ferrocarriles, presupuestos y Constitución. Debe responder también a las críticas políticas a la gestión del gabinete anterior por parte del diputado Claudio Moyano.
En 1857, tras el bienio progresista, resulta elegido de nuevo diputado por Pontevedra y es nombrado embajador en el reino de Cerdeña. El 31 de octubre de 1858 es de nuevo diputado por Caldas de Reyes.
Durante las legislaturas que discurren entre 1858 y 1863, con un ministerio encabezado por O’Donnell, preside una sección del Congreso y toma parte en numerosos debates de contenido económico y político.
Es reelegido por Caldas de Reyes el 11 de octubre de 1863. En la sesión de 7 de diciembre de 1863, en un enfrentamiento verbal con el diputado Cándido Nocedal, se declara representante de las “verdaderas doctrinas del partido moderado liberal conservador” (DSC n.º 26, de 7 de diciembre de 1863, pág. 350).
En la sesión de 21 de diciembre se declara “cristiano viejo” frente a los neocatólicos. El 17 de enero de 1864 fue nombrado ministro de Ultramar en el gabinete presidido por Lorenzo Arrazola. Su mandato fue muy breve, al ser sustituido este gabinete por otro presidido por Alejandro Mon el 1 de marzo del que ya no formaba parte Castro. El 22 de noviembre de 1864 es de nuevo diputado por Caldas de Reyes. El 23 de diciembre de 1864 es elegido presidente interino del Congreso y el 5 de enero de 1865 presidente en propiedad. En su alocución se define como un hombre consagrado constantemente a “una vida parlamentaria, modesta, pero ya larga en defensa de los principios conservadores y liberales, que son el dogma político del partido moderado” (DSC, n.º 10, de 5 de enero de 1865, pág. 153). Narváez lo nombrará ministro de Hacienda el 20 de febrero de 1865, pero cesará el 21 de junio al acceder de nuevo al Gobierno O’Donnell. Entrará de nuevo en un gabinete de Narváez, esta vez como ministro de Ultramar, el 10 de julio de 1866 y el 9 de junio de 1867 será nombrado ministro de Estado, sustituyendo a Eusebio Calonge y siendo sustituido el 27 del mismo mes por Lorenzo Arrazola. Fue nombrado senador vitalicio el 29 de marzo de 1867.
Ocupó a continuación la embajada en el Vaticano, en la que cesó a petición propia. Castro era conocido por su mordacidad, y sus retratos de los personajes de la curia no fueron siempre bien recibidos en Madrid.
Tras la revolución de 1868 trabaja discretamente a favor de la restauración monárquica. Una vez alcanzada, se integra de manera inmediata en el partido liberal conservador de Cánovas. Es ministro de Estado en su primer gabinete y en el de Joaquín Jovellar, del 31 de diciembre de 1874 al 12 de septiembre de 1875. El 20 de enero de 1876 es elegido por última vez diputado —en esta ocasión por el distrito de Santiago de Compostela, circunscripción de La Coruña— porque el 2 de febrero resulta elegido senador por la provincia de Pontevedra y opta por la Cámara alta. El 10 de abril de 1877 es designado senador vitalicio al amparo del apartado primero del artículo 22 de la Constitución de 1876.
Con anterioridad había sido embajador en Roma y Lisboa. Durante los últimos años de su vida estuvo enfermo y sin poder salir de su casa, según el retrato de Tébar y Olmedo en “Las segundas cortes de la Restauración”. Falleció en Zarauz el 6 de julio de 1881.
Alejandro de Castro casó en dos ocasiones: en Sevilla, en 1838, con Guadalupe Fernández de la Somera, y en Madrid, en 1855, con Caralimpia Arizcun Flórez, hija del cuarto marqués de Iturbieta. Estaba en posesión de las grandes cruces de las órdenes de Carlos III e Isabel la Católica, de la Legión de Honor, de la pontificia de San Gregorio Magno y del Águila Roja de Prusia.
Obras de ~: Es autor de Apuntes y detalles que pueden ser útiles a quien escriba la historia de los acontecimientos en España desde 1873 hasta nuestros días, Madrid, Fortanet, 1877.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, credenciales como diputado: Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1850; serie de Documentación Electoral, leg. 29, n.º 8; Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1851, leg. 32, n.º 1; Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1853, leg. 35, n.º 3; Circunscripción de Pontevedra, 1854, leg. 58, n.º 2; Distrito de Pontevedra, circunscripción de Pontevedra, 1857, leg. 41, n.º 49; Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1858, leg. 45, n.º 2; Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1863, leg. 49, n.º 1; Distrito de Caldas de Reyes, circunscripción de Pontevedra, 1864, leg. 51, n.º 1; Distrito de Santiago, circunscripción de La Coruña, 1876, leg. 77, n.º 16; Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 2, de 23 de diciembre de 1864, pág. 10, “Elección como Presidente interino del Congreso de los Diputados desde el 23 de diciembre de 1864 hasta el 4 de enero de 1865; Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 10, de 5 de enero de 1865, pág. 153-154, “elección como Presidente del Congreso de los Diputados desde el 5 de enero hasta el 20 de febrero de 1865”; Archivo del Senado, expediente como senador electo y vitalicio, HIS-0110-04.
E. Tajueco Gallardo, El libro de los diputados o fisonomía del Congreso de 1851, Madrid, José María Ducazcal, 1851- 1852; P. E. de Tébar y J. de Olmedo, Las segundas Cortes de la Restauración. Semblanzas parlamentarias. Senado, Madrid, Imprenta de Manuel G. Hernández, 1879; E. Esperabé de arteaga, Diccionario enciclopédico y crítico de los hombres de España, Madrid, Ibarra [195?]; A. Rull Sabater, Diccionario sucinto de ministros de Hacienda, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1991; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quién hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; P. Pascual, El compromiso intelectual del político. Ministros escritores en la Restauración canovista, Madrid, Ediciones de la Torre, 1999; F. de Alós y Merry del Val y J. L. Sampedro Escolar, 150 años del Ministerio de Fomento. Ministros de 1851 a 2001, Madrid, Ministerio de Fomento, 2001; J. R. Urquijo Goitia, Gobiernos y ministros españoles (1808-2000), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001; X. R. Barreiro Fernández (coord.), Parlamentarios de Galicia. Biografías de deputados e senadores (1810-2003), Santiago de Compostela, Parlamento de Galicia, Real Academia Gallega, 2003; F. de Alós y Merry del Val y J. L. Sampedro Escolar, Ministros de Hacienda y de Economía. De 1700 a 2005. Tres siglos de historia, Madrid, Ministerio de Economía y Hacienda, 2005.
Mateo Maciá