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José Antonio Páez

Biografía

Páez, José Antonio. Acarigua (Venezuela), 13.VI.1790 – Nueva York (Estados Unidos), 7.V.1873. Primer presidente constitucional de la República de Venezuela y militar independentista venezolano.

Mestizo, hijo de una familia pobre, realizó estudios elementales, como dirá el propio Páez: “El 13 de junio de 1790 nací en una muy modesta casita á orillas del riachuelo Curpa, cerca del pueblo de Acarigua, cantón de Araure, provincia de Barinas, Venezuela”. Por ello no debe hacerse caso de la otra fecha de 1780 que señalan algunos autores, ni tampoco debe darse crédito a que naciera en Aragua, en la provincia de Barcelona. También se dice que era hijo de padres indígenas “convertidos”, mientras que él señala que “Juan Victorio Páez y María Violante Herrera fueron mis padres [...]. Nuestra fortuna era escasísima. Mi padre servía de empleado al gobierno colonial, en el ramo del estanco de tabaco, y establecido entonces en la ciudad de Guanare, de la misma provincia, residía allí para el desempeño de sus deberes, lejos con frecuencia de mi excelente madre, que por diversos motivos jamás tuvo con sus hijos residencia fija./ Tenía ya ocho años de edad cuando ella me mandó á la escuela de la señora Gregoria Díaz, en el pueblo de Guama, y allí aprendí los primeros rudimentos de una enseñanza demasiado circunscrita [...]. Mi cuñado Bernardo Fernández me sacó de la escuela para llevarme á su tienda de mercería ó bodega en donde me enseñó á detallar víveres, ocupando las horas de la mañana y de la tarde en sembrar cacao./ Con mi cuñado pasé algún tiempo, hasta que un pariente nuestro Domingo Páez natural de Canarias, me llevó, en compañía de mi hermano José de los Santos, á la ciudad de San Felipe, para darnos ocupación en sus negocios, que eran bastante considerables”.

En 1810 se alistó en el movimiento independentista, en el escuadrón de caballería bajo las órdenes de Pulido (aunque Scarpetta se refiere, por esta época, a una persona con el nombre de Manuel Pulido como propietario del Hato de la Calzada, donde trabajó Páez como peón, poco tiempo antes de 1810, ganando 3 pesos al mes, bajo las órdenes del capataz mulato Manuelote). Poco tiempo después abandonó el ejército independentista, con el grado de sargento primero, para volver a su pueblo natal, y entonces los españoles quisieron atraérselo a su causa —según indica el mismo militar en su autobiografía— y le ofrecieron el grado de capitán, pero rehusó, y poco tiempo después los insurgentes le concedieron igual grado en el escalafón militar. Se destacó por su valor, derrotando por sorpresa al ejército capitaneado por Miguel Marcelino en el sitio llamado Matas Guerrereñas, en 1812, aunque después huyó, siendo prisionero en dos ocasiones, en la última se escapó incluso haciendo prisioneros a muchos de los soldados que le custodiaban. Durante el tiempo comprendido entre la primera y la segunda prisión combatió en Suripa contra Pacheco (1813). Posteriormente luchó en la Mata de León (19 de enero de 1814), en Guadalito (31 de enero de 1815), venciendo a Pacheco Briceño, y en Chire (31 de octubre), donde sufrió el primer acceso de “enajenación mental” o ataque de epilepsia, que le volvió a dar en la segunda batalla de Carabobo, siendo salvado en esta ocasión significativamente por el comandante del Ejército español Antonio Martínez.

Reunidos los restos del Ejército americano en Arichuma, lo reorganizó en tres divisiones al mando de Urdaneta, Serviez y Santander, luchando con ellos en los Cocos, Yagual, Apurito y Santa Catalina, pero cuando el general español Morillo comenzó la guerra, los compañeros de Páez “buscaron su salvación, en otro territorio, y él solo continuó la lucha”, en Mucuritas (28 de enero de 1817). Después, en su campamento de Yagual, recibió a los comisionados Manrique y Parejo, enviados por Bolívar (a quien conoció en Payara, el 31 de enero de 1818), con el objeto que lo reconociera como jefe supremo, y desde entonces luchó bajo las órdenes directas de Bolívar, que le concedió sucesivos ascensos por sus éxitos sobre tropas más numerosas, aunque en su época se llegó a dudar de su capacidad de mando sobre grandes unidades militares, pues como dirá Gil Fortoul, no pasó de ser un buen jefe de guerrillas, y a pesar de ello alcanzó la graduación de general del Ejército venezolano, pues durante la lucha por la independencia, más que grandes unidades militares, se conjuntaron varias compañías, mandadas por diferentes oficiales militares, que coincidieron en el apoyo o en la acción común de guerra. Con esta estrategia militar, continuó luchando en Sombrero (18 de febrero de 1818), San Fernando (5 de marzo), Biruaca y Negro (6 de marzo), Enea (7 de marzo), Cañafistolo (11 de febrero de 1819), Mata del Herradero, Queceras del Medio (3 de abril), Cruz (3 de junio), etc., e intervino de forma decisiva, junto a Bolívar, en la batalla de Carabobo en 1821, y unos años más tarde, en 1823, al final de la guerra de independencia, se ofreció al general Bermúdez para cooperar con él, si fuese necesario, en la toma de Puerto Cabello, pero al final no tuvo necesidad de hacerlo.

Como político, demostró poseer dotes de mando, siendo presidente en tres ocasiones distintas, pues según Vallenilla Páez “había nacido como hombre de Estado”. Rival político de Simón Bolívar, y adversario de la unidad de la Nueva Granada, contribuyó al debilitamiento de la Gran Colombia, llegando tras la muerte de Bolívar a promover su desintegración y la separación de Venezuela, por lo que en el primer Congreso venezolano se nombró a José Antonio Páez presidente del país, en 1830, permaneciendo en el cargo hasta 1835. Llega al poder apoyado por la agrupación política denominada Oligarquía Conservadora, con la que desarrolla una política de apaciguamiento social, consolidación o “moralidad” (según Díaz García) administrativa y desarrollo económico, fomentando la agricultura y la industria. Este primer período presidencial fue valorado por pensadores políticos venezolanos, incluso por el que después fue su enemigo directo A. L. Guzmán, que le calificó de intachable.

Acabados los cuatro años de su presidencia, se retiró a las tierras que poseía en San Pablo, pero como contra su sucesor en el cargo José María Vargas (1835-1837) se inició “la revolución reformadora”, éste se refugió en la isla de Santo Tomás, siguiéndole en el poder Carlos Soublette (1837-1839), pero como José Antonio Páez sofoca la revuelta y llega de nuevo al poder. Fue elegido presidente de Venezuela por segunda vez, de 1839 a 1843, y durante este tiempo acabó con la agitación interior y amplió las relaciones internacionales. En esta época, y coincidiendo con el aniversario de la independencia de Venezuela, el Congreso le entregó una espada, de la cual le hizo entrega el general Carlos Soublette, que presidía el país por segunda vez de 1843 a 1851, y también el rey de Inglaterra Guillermo IV le regaló otra, por igual motivo. Más tarde, durante el gobierno de José Tadeo Monagas (1847-1851) se pronunció, dirigiendo la llamada “revolución restauradora” a favor de las instituciones constitucionales, pero fue derrotado y hecho preso, en 1849, aunque poco tiempo después fue liberado, gracias a la presión popular. Se exilió entonces y no volvió a Venezuela hasta 1858, cuando habiendo sido derrotado Monagas, se le ofreció de nuevo el mando del Ejército venezolano. Posteriormente, en 1861, fue nombrado embajador de Venezuela en Estados Unidos, residiendo en Washington, hasta que más tarde ascendió por tercera y última vez al poder, de 1861 a 1863, desempeñando el cargo con poderes dictatoriales, y, como no pudo restablecer el orden en el país, tuvo que dimitir en 1863, expatriándose a continuación. Vivió viviendo primero en Buenos Aires y finalmente en Nueva York, donde redactó y publicó, en 1869, su Autobiografía del general José Antonio Páez. Murió en 1873.

El militar y político José Antonio Páez contaba con una formación elemental, y a pesar de esto deseó tener notoriedad no sólo en vida, sino también en la posteridad, por lo que escribió (con ayuda o sin ella de otras personas) una autobiografía y varios libros de memorias, y es estudiado en Venezuela por distintos autores e instituciones oficiales. Su Autobiografía del general José Antonio Páez se publicó por primera vez en Nueva York, en 1869, y su tercera edición en Caracas, bajo la presentación oficial del presidente del país Rafael Caldera y los auspicios de la Academia Nacional de la Historia, con la que se pretende promocionar —según Mendoza— “un excelente instrumento para la recta interpretación de nuestra entidad de pueblo y nación”, y como también dirá Páez en la introducción a su edición neoyorkina “va siendo costumbre y es deber de hombre que ha figurado en la escena política de su patria, el escribir la relación de los sucesos que ha presenciado y de los hechos en que ha tenido parte”, aunque lo hace desde una posición excesivamente personal, subjetiva, y probablemente no se ajusta totalmente a la realidad histórica, sino que es reflejo de los asuntos políticos del país, como se aprecia en las numerosas cartas manuscritas y los documentos oficiales que en él se presentan en torno a su persona.

En el año 1997 se fundó la Universidad José Antonio Páez (UJAP), con sede en la ciudad de Valencia, en el estado de Carabobo, en honor a este prócer de la independencia venezolana.

 

Obras de ~: Manifiesto del general en jefe José Antonio Páez, Bogotá, Imprenta de Ancizar, 1848; Autobiografía del general José Antonio Páez, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1987, 2 vols., 2.ª ed. (3.ª ed.) (1.ª ed., New York, Imprenta de Hellet y Breen, 1869, 2 vols.; 2.ª ed., Caracas, Librería y Editorial del Maestro, 1946, 2 vols.); Memorias del general José Antonio Páez: autobiografía, Madrid, América, s. f.

 

Bibl.: L. Scarpetta y S. Vergara, Diccionario biográfico de los campeones de la libertad de Nueva Granada, Ecuador y Perú, Bogotá, Imprenta de Zalamea, 1879; W. M. Jackson (ed.), Diccionario enciclopédico hispano-americano de literatura, ciencias, artes, etc., t. 15, Londres, Editor W. M. Jackson, 1890; R. A. Montes de Oca, José Antonio Páez: jinete de la brisa, Caracas, Presidencia de la República, 1900; VV. AA., 20 discursos sobre el general José Antonio Páez, Caracas, Congreso de la República, 1973; T. Michelena, Resumen de la vida militar y política del ciudadano esclarecido general José Antonio Páez, Caracas, Academia Nacional de la Historia, Concejo Municipal del Distrito Federal, 1973; Academia Nacional de Historia, Juicios sobre la personalidad del general José Antonio Páez, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1974; N. Perazzo y M. Pinto (eds.), Documentos para la historia de la vida de José Antonio Páez, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1976; J. Díaz García, “José Antonio Páez”, en G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981; VV. AA., Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar, 1988; T. Polanco Alcántara, Autobiografía del general José Antonio Páez, Caracas, Petróleos de Venezuela, 1990; J. Lynch, Caudillos in Spanish America, 1800-1850, Oxford, Clarendon press, 1992; T. E. Carrillo Batalla, Leyes económicas de la república aristocrática régimen del general José Antonio Páez: 1830-1848, Caracas, Academia Nacional de Ciencias Económicas, 1995, 6 vols.; C. J. Ojeda, “José Antonio Páez Herrera de Mendoza Xaimes de Aguero y El Correcto Nombre de Nuestros Próceres de Independencia”, en Diario Última Hora, 13 de junio de 2001; E. Mora Queipo, J. González Queipo y D. Richard de Mora, “El centauro llanero. Sus mitos y símbolos en la identidad nacional venezolana”, en Opción, 53 (2007), págs. 91-111; E. Pino Iturrieta, La Cosiata: Páez, Bolívar y los venezolanos contra Colombia, Caracas, Editorial Alfa, 2019; A. Ecarri Bolívar, Historia contemporánea de Venezuela: desde el general José Antonio Páez al comandante Hugo Chávez Frías, Córdoba, Almuzara, 2023; E. Mondolfi Gudat, “José Antonio Páez, el maltratado”, en Prodavinci, 19 de julio de 2023 [en línea], disponible en https://prodavinci.com/jose-antonio-paez-el-maltratado/.

 

Miguel Héctor Fernández-Carrión