Lumbreras García, Francisco. Galicia, 1822 – La Coruña, III.1906. Actor, dramaturgo.
En algunas de sus semblanzas se manifiesta que era natural de Madrid y en otras que era oriundo de Galicia, lo cierto es que conocía el gallego, pues llegó a ser calificado de estimable poeta en esta lengua.
Su formación escénica fue como discípulo del acreditado primer actor Carlos Latorre. Adquirió fama trabajando con Matilde Díaz, Julián Romea, Maíquez, Ossorio, Pizarroso, Valero y Arjona. Obtuvo además muchos éxitos como autor dramático. Estrenó en 1842 el drama La herencia de un valiente, que escribió en colaboración con José de la Villa del Valle. Era admirado por José Zorrilla, quien lo elogió públicamente en diferentes ocasiones, y del que estrenó algunas de sus piezas, figurando en el primer reparto de Don Juan Tenorio, de 7 de abril de 1844, con Bárbara Lamadrid y Carlos Latorre.
No sólo escribió y representó obras de carácter dramático. De 1845 fue el juguete cómico ¡A la una! En 1846 dio algunas funciones en el teatro de la Cruz, una sociedad que se titulaba Academia Real de Música y Declamación, que fundó Juan Lombía en 1846 “para proteger los teatros españoles”. La compañía fue compuesta de los actores Juanita Pérez, Ana Paruias, Catalina Flores, Concha Sampelayo, María Bardan, Josefa Noriega, Juan Lombía, Vicente Caltañazor, Francisco Lumbreras, Manual Catalina, Elías Noréu, Juan Antonio Caroeller y Antonio Capo. La inauguración se verificó el 12 de abril, haciendo Mentir con noble interés, traducción en dos actos, y Un avaro, a la que siguió Los mosqueteros de la Reina. Las lunetas costaban 14 reales. Al parecer, la sociedad tropezó con graves dificultades, porque se deshizo en mayo siguiente; pero la compañía siguió funcionando con otra empresa.
En diciembre de 1846, Lumbreras pasó a reforzar la compañía del teatro del Instituto Español del marqués de Saulí, representando La tahona, y donde el 28 de junio de 1848 celebraron el aniversario de la muerte de Moratín, representando La mojigata, cantando la tonadilla del Trípili, por la Montero, Caltañazor y Lumbreras, y terminando la función con el sainete de don Ramón de la Cruz, Paca la Salada o La merienda de horterillas. A fines de 1848 se deshizo la compañía, y se volvió a reconstituir bajo la dirección de Lumbreras. Representaron una parodia de Los amantes de Teruel, titulada Los amantes de Chinchón, escrita por Romero Larrañaga, Príncipe, Eduardo Asquerino, Villergas y Estrella. En enero de 1849 estrenaron Herminia o Volver a tiempo, drama de Alejandro Dumas, traducido por Juan del Peral e interpretado por la Jiraeno y Lumbreras, y en febrero de ese año se representó El hijo del diablo, drama en cinco actos, traducido por Francisco de Paula Montemar, para el beneficio de Carlota Jiménez.
Cuando el conde de San Luis se decidió a acometer su proyecto de arreglo del teatro del Príncipe y de los demás de la Corte, concedió al del Instituto la categoría de teatro de primer orden, con la denominación de teatro de la Comedia. El Instituto contribuyó entonces al renacimiento de la zarzuela. Estrenó el 20 de marzo de 1850 la zarzuela Colegialas y soldados, con música de Rafael Hernando y libreto de Mariano Pina y Francisco Lumbreras, del cual el primero escribió la parte recitada, mientras Lumbreras puso los versos para el canto. Dicho estreno fue a beneficio del propio Lumbreras, que actuó representando el papel de Julián.
En octubre de 1855 falleció Josefa Chimeno, su mujer, también dedicada al teatro.
Francisco Lumbreras destacó más como actor, aunque en su faceta de escritor teatral aportó su talento con argumentos muy a menudo de estilo romántico, así, en 1857, el drama Jaque al rey y la tragedia Casado y sin mujer, y, en 1861, la comedia La selva encantada.
Al retirarse de la escena volvió a su tierra natal para dirigir la sección de Declamación del Liceo Brigantino de La Coruña, ciudad en la que se hallaba profundamente integrado y en la que ostentaba el cargo de consejero de la Asociación de Dependientes de Comercio cuando falleció en marzo de 1906.
Obras de ~: con J. de la Villa del Valle, La herencia de un valiente, 1842; Jaque al rey, Madrid, Vicente de Lalama, 1857; Casado y sin mujer, Madrid, Vicente de Lalama, 1857; La selva encantada, Madrid, Vicente Lalama-Imprenta de M. Álvarez, 1861; Hojas sueltas: rebuscos poéticos y algo en prosa, La Coruña, Est. Tipográfico de la Voz de Galicia, 1885.
Bibl.: “El actor que estrenó El Tenorio”, en El Heraldo de Madrid, 29 de marzo de 1906, pág. 1; J. López Gómez, “Recuerdo histórico de un triunfo escénico”, en El Heraldo de Madrid, 23 de julio de 1910; C. Cambronero, Crónicas del tiempo de Isabel II, Madrid, La España Moderna, 1913; F. Vega, Quién es quién, Barcelona, CILEH, 1991, pág. 538; E. Casares Rodicio, Historia de la zarzuela, t. II, Madrid, ICCM, 2002, pág. 189.
Manuel Román Fernández
