Carrillo y Manrique, Diego Antonio Francisco Guillermo. Marqués de Alcocebar (II). Sigüenza (Guadalajara), 25.VI.1743 – p. m. s. xix. Caballero de la Orden de Carlos III, teniente general de los Reales Ejércitos, consejero de Guerra.
Hijo de Nicolás Jerónimo Melchor Antonio Carrillo y Carrión, nacido en la Medinaceli, I marqués de Alcocebar (28 de junio de 1752), corregidor de Alcalá, Loja y Alhama, y de la ciudad de Jerez de la Frontera y superintendente de sus rentas reales, y de Francisca Antonia Gregoria Manrique de Lara, nacida en Ceuta y bautizada en su parroquia (18 de mayo de 1711), camarista de la Reina, quienes habían contraído matrimonio en el Palacio del Real sitio de El Pardo (5 de abril de 1740). Sus abuelos paternos fueron Facundo Antonio Carrillo y Anguios, nacido en la villa de Medinaceli (15 de diciembre de 1685), juez subdelegado de rentas reales de la ciudad de Sigüenza y su partido, y María Josefa Teresa Carrión y Alarcón, nacida en Madrid y bautizada en la parroquial de Santa María la Real de la Almudena (8 de septiembre de 1683). Sus abuelos maternos fueron Diego Antonio Manrique y Ocio, nacido en Nájera y bautizado en su parroquial de Santa Cruz (24 de octubre de 1668) y muerto bajo poder para testar otorgado en la villa de Orjiva (17 de febrero de 1724), caballero de la Orden de Santiago (1704), cabo subalterno de la plaza de Ceuta y mariscal de campo de los Reales Ejércitos, y María Josefa de Alberro y Lucas, nacida en San Sebastián y bautizada en su parroquial de Santa María (2 de febrero de 1681), quienes se velaron en Ceuta (27 de enero de 1711).
Diego Antonio Carrillo siguió la carrera de las armas y en 1784 gozaba el grado de coronel de los Reales Ejércitos y se hallaba agregado al regimiento de Infantería de África, si bien residía como vecino en la Villa y Corte. En ese mismo año ingresaba a la Sociedad Económica de Amigos del País de Madrid y se le concedía una cruz de caballero pensionista de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III (27 de enero de 1784). Poco tiempo después pasaba a Zaragoza, ciudad en la que habitó la llamada casa de Lagrava (1789-1790), sita en la parroquia de San Lorenzo. Al darse nueva planta al Consejo Supremo de Guerra (1803) era teniente general de los Reales Ejércitos y, por Real Cédula fechada en Aranjuez el 26 de mayo de 1803, se le libró título de consejero en clase de militar del citado Consejo y se incorporó a su Sala de Gobierno (1804).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 13, leg. 7, exp. 11; Archivo Histórico Nacional, Consejos Suprimidos, leg. 4518, año 1748, exp. 123; leg. 11764, año 1785, exp. 19; leg. 27059, exp. 3; lib. 625, año 1752; Estado, Orden de Carlos III, exp. 202; Órdenes Militares, Santiago, exp. 4.843; Expedientillos, 6378.J. C. Domínguez Nafría, El Real y Supremo Consejo de Guerra (siglos xvi-xviii), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2001, pág. 302; G. Franco Rubio, “Militares ilustrados y prácticas de sociabilidad”, en Revista de Historia Moderna, 22 (2004), pág. 46.
Javier Barrientos Grandon