Subirá Sanjaume, Teresa. Beata Esperanza de la Cruz. Ventolá (Girona), 27.II.1875 – La Arrabassada (Barcelona), 31.VII.1936. Religiosa Carmelita Misionera, beata.
De familia humilde, hija de labradores, entre la adolescencia y juventud ejerció labores de pastoreo, lo que no impidió que lograra una instrucción básica.
Convencida de su vocación a la vida religiosa, ingresó en el Carmelo Misionero con veinte años. Hizo su noviciado en Gracia (Barcelona) en 1895, iniciando la vida religiosa el 10 de octubre del mismo año.
Perteneció a las comunidades de Tárrega y de Alayor (Menoría) y trabajó con los enfermos, prestando asistencia a domicilio. Más tarde se le destinó a la enseñanza en distintas Casas de la Congregación: Tárrega, Alayor, Ciudadela (Menorca), Sans (Barcelona) y Vilarrodona (Tarragona), donde la sorprendieron los acontecimientos del 18 de julio de 1936. En las dos últimas Casas asumió el puesto de superiora.
Afrontó las dificultades de la docencia en tiempos recios, en torno a los años 1930. Como superiora de la comunidad, aprendió a animar la vida comunitaria.
La Hermana Esperanza de la Cruz murió junto a otra Carmelita Misionera: María Roqueta Serra, beata María del Refugio de San Ángelo —Gabarra (Lleida), 20.IV.1878 – La Arrabassada (Barcelona), 31.VII.1936—. Hizo el noviciado en Barcelona, en 1897 y la profesión religiosa el 20 de diciembre de 1898, cuando contaba tan sólo veinte años de edad.
Emitió los votos perpetuos el 23 de abril de 1904.
Destinada en Barcelona y Vilarrodona (Tarragona), cubrió una serie de servicios comunitarios en varias casas de la Congregación.
El día 22 de julio de 1936, la hermana María del Refugio, vicaria de la comunidad del colegio de Vilarrodona, junto con la hermana Esperanza, superiora, y las otras religiosas de la Comunidad se vieron obligadas a dejar el Colegio, buscando acogida en casas vecinas. Los alumnos estaban ya de vacaciones. El día 24, las religiosas fueron detenidas por los milicianos, las llevaron a la plaza del pueblo y las subieron a una furgoneta. Hicieron un alto en la carretera de Vendrell, donde realizaron un simulacro de fusilamiento.
Continuaron hasta Villafranca del Penedés, donde las recluyeron en los calabozos del Ayuntamiento.
Durante seis días, les permitieron quedar bajo vigilancia en la casa de una señora amiga. El 31 de julio fueron liberadas y se les permitió viajar a Barcelona. En Barcelona, en la estación de Aragón, las hermanas Esperanza y Refugio se separaron del resto de religiosas y se dirigieron a casa de las hermanas de sor Refugio, en la calle Virgen del Coll.
La casa estaba vacía y ellas fueron reconocidas por una patrulla de anarquistas, nuevamente detenidas y entregadas al comité del sector, que las retuvo unas horas en casa de la viuda de Olivares. Nuevamente requeridas por el comité, decretaron su ejecución. El día 31 de julio de 1936, a altas horas de la noche fueron fusiladas en la carretera del cementerio nuevo. La hermana Esperanza tenía sesentas y un años y María del Refugio, cincuenta y ocho.
Otras dos hermanas Carmelitas Misioneras corrieron la misma suerte poco después: Vicenta Achurra Gogenola, beata Daniela de San Bernabé —Berriatúa (Vizcaya), 4.IV.1890 – La Arrabassada (Barcelona), 31.VII.1936—, y Francisca Pons Sardá, beata Gabriela de San Juan de la Cruz —Espluga de Francolí (Tarragona), 18.VII.1880 – La Arrabassada (Barcelona), 31.VII.1936.
La primera, hermana Daniela, había ingresado en las Carmelitas Misioneras en 1915 y profesado en 1916. Desempeñó diferentes servicios y tareas de apostolado. Estuvo en el convento de Las Corts, en el Seminario de la Diócesis de Barcelona, en el Asilo de Badalona, prestó asistencia a los invidentes del Amparo de Santa Lucía (Barcelona) y finalmente perteneció a la Casa Madre de Gracia-Barcelona, desde donde ejercía su asistencia de enfermos a domicilio, como la enferma grave que cuidaba en Pedralbes.
Yendo en un tranvía de Pedralbes a Gracia junto con la hermana Gabriela, fue denunciada por un empleado de los tranvías azules. Junto con su compañera, fue detenida por ser religiosa, y con ella asesinada en La Arrabassada (Barcelona), el 31 de julio de 1936. Tenía cuarenta y seis años.
Su compañera, hermana Gabriela, había ingresado en el noviciado de las Carmelitas Misioneras de Gracia- Barcelona en 1907 y profesado al año siguiente.
Durante sus veintiocho años de vida religiosa pasó por distintas actividades, labores artístico-litúrgicas y apostolados. Estuvo en varias casas: Hospital de Tárrega, Asilo de Invidentes de Santa Lucía (Barcelona), Santa Coloma de Queralt, Seminario Diocesano (Barcelona), Las Corts (Frenopático). También en Villa Mercedes (Argentina) y, finalmente, en 1936, en la Casa Madre de Gracia-Barcelona, ocupada en atender enfermos a domicilio, junto con la hermana Daniela.
Las hermanas asistían a una enferma grave en Pedralbes, las dos fueron denunciadas y detenidas cuando regresaban a su casa en el tranvía. Junto con la otra religiosa, fue fusilada en La Arrabassada (Barcelona) el 31 de julio de 1936. Tenía cincuenta y seis años.
Las cuatro religiosas Carmelitas Misioneras fueron beatificadas en Roma el 28 de octubre de 2007.
Bibl.: J. Sanabre Sanromá, Martirologio de la Iglesia en la Diócesis de Barcelona durante la persecución religiosa 1936- 1939, Barcelona, 1943, pág. 279; A. Montero, Historia de la persecución religiosa en España 1936 a 1939, Madrid, BAC, 1961 y 2000, pág. 527; G. Rodríguez Fernández, El hábito y la cruz,, Madrid, EDIBESA, 2006, págs. 240-242; M.ª E. González Rodríguez (ed), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo xx en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 51-53; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 145-206; Confer, 28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, “Vosotros sois la luz del mundo”, “Folletos Con Él. Testimonio y Testigos”, n.º 282 (octubre de 2007).
María Encarnación González Rodríguez