Gómez Gómez, Salvador. Ledrada (Salamanca), 30.XII.1921 – León, 15.IV.2000. Misionero, sacerdote, religioso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OH).
Fueron sus padres Juan y María, labradores de cuyo hogar surgieron tres hijos religiosos, dos en la Orden Hospitalaria, Salvador y Agustín de comunidad hoy en Madrid y una hermana religiosa. Fue bautizado el 16 de enero de 1922. Ingresó en la escolanía Hospitalaria de Palencia el 18 de agosto de 1935, iniciando el noviciado el 25 de marzo de 1939, e hizo la profesión simple el 1 de abril de 1940. Emitió la profesión solemne el 29 de diciembre de 1945. Realizó los estudios para ser ordenado presbítero, recibiendo la ordenación sacerdotal en Palencia en 1950. Ya en la escolanía se destacó por su gran aptitud para los estudios. Realizó, primeramente los antiguos estudios del Practicantazgo y, posteriormente, la carrera eclesiástica en Palencia y en Salamanca, estando de capellán en Palencia hasta 1953. En el siguiente trienio estuvo desarrollando su tarea pastoral en el centro de Ramos Mejía en Argentina. En 1956 fue nombrado director de la Escuela de Espiritualidad y Misionología de la Orden en Roma, función que desarrolló hasta 1968 cuando fue nombrado maestro de escolásticos y primer consejero provincial. Fue maestro de novicios en Valladolid de 1971 a 1974. Después de un año de capellán en Santa Águeda volvió a América a los centros de Cochabamba (Bolivia), Ramos Mejía y Luján en Argentina y Santiago de Chile, en donde, nuevamente, fue nombrado maestro de escolásticos. Su labor en Latinoamérica se desarrolló hasta 1988 en que regresó a España aquejado de una severa dolencia en la columna vertebral que le obligó a estar el resto de su vida en una silla de ruedas. Al volver a España fue destinado al hospital de León. En 1995 se trasladó a la comunidad de Santander y en 1999 regresó otra vez a León, siendo ésta la última comunidad en la residió.
La formación espiritual y el conocimiento del comportamiento humano le ayudaron a comprender toda situación de dolor y sufrimiento y a relativizar todo aquello que no conducía al encuentro con el Padre. Gran conocedor de la misión y de la historia de la Orden, supo transmitir los valores de san Juan de Dios encarnados en su propia trayectoria personal. Como formador, supo dejar la imagen de una persona extraordinariamente buena, serena ante todo tipo de acontecimientos y plenamente comprometida con la Hospitalidad. El testimonio que dio a los enfermos y al personal de los centros al seguir ejerciendo su apostolado desde una silla de ruedas fue un ejemplo inolvidable de esperanza y fortaleza. Fue un icono hospitalario para cuantos lo conocieron y trataron.
Obras de ~: “Yo soy la Inmaculada Concepción. Peregrinación a la gruta de Massabielle”, en Hermanos Hospitalarios (HH) (Boletín Informativo San Juan de Dios Castilla), 151 (julio-agosto-septiembre de 1989), págs. 217-218; “¡¡¡Yo soy Rafael, uno de los...!!!”, en HH, 153 (enero-febrero de 1990), pág. 46.
Bibl.: A. Gómez Gómez, “Necrología, Hno. Salvador Gómez Gómez”, “Ante el fallecimiento de mi Hermano Salvador”, T. de Juan Mañueco, “Seis meses con el P. Salvador Gómez OH, Hermano y amigo entrañable”, A. Santamaría, “Sacerdotal ofrenda fue su vida”, L. Bravo Miguel, “Recordando al Hermano Salvador”, y J. J. Rivas, “Carta al Hermano Salvador”, en HH, 23 (mayo-junio de 2000), pág. 250, págs. 251-252, págs. 252-253, pág. 253, págs. 253-254 y págs. 255-256, respect.; Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Necrologio Provincia de Castilla, Burgos, Editorial Hospitalaria, 177, mayo de 2005.
José Luis Martínez Gil, OH