Hidalgo de Caviedes Gómez, María del Carmen. Madrid, 3.IX.1913 – 1.II.2001. Fundadora de la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.
Era la séptima de ocho hermanos, de padres muy cristianos, y recibió una esmerada educación tradicional.
Durante los años de la Guerra Civil, en su domicilio sólo permanecieron las mujeres de la familia, se celebraban reuniones religiosas y actos de culto; se trabajaba, procurando facilitar a los sacerdotes escondidos lo más necesario para la celebración de la misa o para su elemental sustento. Organizaba, también clandestinamente, turnos de adoración permanente a Jesús Sacramentado.
El 25 de abril de 1938, después de unos ejercicios espirituales personalizados, dirigidos por José María Lahiguera, se comprometió a fundar una congregación de vida íntegramente contemplativa, que prolongara en la Iglesia la oración sacerdotal de Cristo: Pro eis, ego rogo et sanctifico meipsum (Jn. 17).
En sus apuntes íntimos, referido al nacimiento de la obra, escribió: “Era el 17 de abril 1938. Al comenzar los Ejercicios pido orientación a nuestro Padre, quien me dice: ‘Déjese llevar por el Espíritu; ore sin atarse a nada; sin intentar encajar su vocación en nada; y, escriba las mociones y luces que tenga. La encomendaré mucho, y vendré el 25, antes de terminarlos’. Me bendijo y marchó.
”Entré en Ejercicios como quien se lanza a un mar sin fondo. Horas y horas de oración en aquella ‘capilla’ inolvidable, inigualable. Un cuarto pequeño, contiguo a nuestro dormitorio. Un mueble-cómoda (que luego, a providencia de Dios ha venido a nuestras manos), sobre el que teníamos al Señor en un cofrecito que hacía de Sagrario. Allí, de rodillas, con la cabeza materialmente apoyada en ese íntimo Sagrario, horas y horas de oración. Oraba y escribía. En el alma sonaba, desde aquel 20 de julio, como voz de Dios [...] ‘No puedo ser sacerdote, pero sí la víctima que se inmola por ellos [...]’. Y, plasmé, como Dios iba dictando en el alma, lo que creía ser mi vocación, lo que sentía como exigencia de vida consagrada: Compañía constante al Señor. Clausura estrecha. Austeridad. Silencio. Soledad, Todo por ‘ellos’.”
Unida a un grupo de jóvenes impulsadas por el mismo ideal, se instalaron en Getafe en una casa, y el 24 de mayo de 1939 comenzaron una vida de estrecha clausura: oración constante, rigurosa austeridad, penitencia, silencio y apartamiento del mundo; y todo esto realizado en el marco de la vida en común que, dentro del espíritu de soledad y silencio, da a la oblata ocasión constante de practicar las virtudes, especialmente la humildad y la caridad.
El 12 de septiembre de 1944 la comunidad es declarada Pía Unión; el 25 de abril de 1950 consiguieron el Nihil obstat de Roma para ser erigida en Congregación de Derecho Diocesano, y con la característica especial en su estructuración de ser “Congregación religiosa de vida íntegramente contemplativa”, cosa hasta entonces desconocida e inusitada; el 31 de mayo de 1950 recibieron el Decreto de Congregación de Derecho Diocesano; y el 16 de junio de 1950, fiesta del Sagrado Corazón, la madre María del Carmen emitió sus votos canónicos y ocupó el cargo de superiora general, renunciando en el V Capítulo General de 1993, después de haber sido reelegida por unanimidad, porque consideraba voluntad de Dios, dar paso a una nueva superiora general. Las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote recibieron la aprobación como Congregación de Derecho Pontificio el 24 de enero de 1967, y en la fecha del año 1984, la aprobación definitiva de las Constituciones.
La madre María del Carmen fundó monasterios en Madrid, la casa madre, en 1944; en Salamanca, en 1949; en Zaragoza, en 1956; en Huelva, en 1962; en Tudela (Navarra), en 1965, trasladada en 1971 a Javier (Navarra); en Moncada (Valencia), en 1970; y en Oropesa (Toledo), en 1980, trasladada a Toledo en 2002. Con celo incansable infundió en la congregación el perfil propio de la oblata; oración continua y oblación del ser. Murió en olor de santidad.
Bibl.: S. Muñoz Iglesias, José María García Lahiguera. Un carisma. Una vida, Madrid, S. Muñoz Iglesias, 1991; V. Cárcel Ortí, Pasión por el Sacerdocio, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1997; HH. Oblatas de Cristo Sacerdote, Don José María García Lahiguera, Madrid, Encuentro, 2001; HH. Oblatas de Cristo Sacerdote, M. M.ª del Carmen Hidalgo de Caviedes y Gómez. “La voluntad de Dios”, su vida. Entrega de amor, “Pro eis et pro Ecclesia”, Madrid, HH. Oblatas de Cristo Sacerdote, Madrid, 2002; A. Garrigó (dir. y prod.), José María García Lahiguera, Apóstol de Sacerdotes, Madrid, Goya Producciones, 2004.
José Martín Brocos Fernández
