Pery Guzmán, Joaquín María. La Coruña, 1766 – Málaga, 1835. Brigadier de la Real Armada e ingeniero naval.
Nació en La Coruña el 4 de agosto de 1766, en el seno de una familia de militares, políticos y eclesiásticos, cuyos orígenes se remontan a la Génova medieval. Su padre, Mariano Pery Font, oriundo de Barcelona, fue coronel del Regimiento de Infantería de Milán. Su madre, Josefa de Guzmán Andrade era natural de Cádiz, y su abuelo paterno, el capitán milanés Nicolás Pery Canterac. Con estos antecedentes y a la temprana edad de diez años sentó plaza de cadete en el Regimiento de Infantería de Milán y cinco años más tarde (1781) pasó a la prestigiosa Escuela de Ingenieros de Fortificación de Barcelona donde cursó durante dos años estudios de Matemáticas con aprovechamiento. Terminados éstos, pasó destinado como subteniente a Ceuta y año y medio después a Málaga donde transcurrirá la mayor parte de su brillante carrera.
En 1787 se presentó en el departamento de Cádiz para ser examinado y obtener el ingreso en el Cuerpo de Ingenieros de Marina, quedando agregado a dicho Cuerpo y destinado como ayudante del Detall de las obras de los diques de La Carraca. En ese mismo año sufrió el examen de planos que superó con éxito y se le concedía el empleo de ayudante de ingeniero del Cuerpo de Ingenieros de la Real Armada. La patente de ayudante iba acompañada de otra de alférez de fragata, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ordenanza de Arsenales.
En 1789 embarcó en el navío San Dámaso trasbordando más tarde a la fragata
Al producirse en 1793 la guerra contra la Convención francesa, era nombrado jefe de la Junta de Reconocimientos del Arsenal de La Carraca, se encargó de la colocación del nuevo faro del cabo de San Sebastián y desempeñó diversas comisiones técnicas en Málaga y en Marruecos, y el 3 de enero de 1801 era destinado en propiedad a Málaga como director de las obras del puerto donde desarrolló una importante labor constructiva e hidráulica que mereció los mayores elogios del secretario del Despacho Universal de Marina e Indias, teniente general Domingo Grandallana.
Ascendido a capitán de fragata e ingeniero segundo el 5 de febrero de 1806, le sorprendió en su destino de Málaga el levantamiento del 2 de mayo de 1808 y aunque continuó en su puesto, colaboró en todo lo posible con la Junta de Sevilla, y en el proceso de las purificaciones quedó absuelto y se le repuso en sus empleos y c
En 1819, ascendía a ingeniero jefe y en 1812 pasaba destinado al departamento de Cartagena, siendo promovido en 1825 a ingeniero director con patente de brigadier y por tanto oficial general de la Armada destinándosele al Departamento Marítimo de Cádiz. Reorganizado por el ministro conde de Salazar el Cuerpo de Ingenieros con total independencia del Cuerpo General y diferente uniformidad, el brigadier Pery prefirió continuar en el Cuerpo General de la Armada y fue nombrado comandante general del Arsenal de La Carraca, desempeñando este cargo hasta 1832 en que obtuvo el retiro del servicio activo, fijando su residencia en Málaga, donde falleció el 26 de octubre de 1835.
El elogioso comentario que le dedica el conde de Salazar por los esfuerzos que Pery llevó a cabo desde la comandancia general del Arsenal de La Carraca para intentar recuperar el navío francés Algeciras y los excepcionales trabajos desarrollados en las obras públicas y puerto de Málaga, lo colocan entre los más destacados protagonistas de la Real Armada en la primera mitad del siglo XIX, y en la que dejó una amplia nómina de descendientes a través de varias generaciones. Un hijo suyo, Ramón María Pery Ravé, llegó a ser almirante y capitán general de La Habana y Cádiz, y dos biznietos, Joaquín y Pascual Pery Junquera, llegaron a las más altas cimas del almirantazgo
Fuentes y bibl.: Archivo General de Marina don Álvaro de Bazán (El Viso del Marqués, Ciudad Real), Exp. personal.
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José Ramón Cervera Pery
