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Jaime Girona Agrafel

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Biografía

Girona Agrafel, Jaime. Barcelona, 25.VII.1826 – Madrid, 3.X.1907. Banquero y financiero.

Jaime Girona Agrafel formó parte de la segunda generación de la prestigiosa familia catalana Girona, cuyo ascenso social y económico —en sus múltiples orientaciones— tuvo lugar en las primeras décadas del siglo xix y con una gran incidencia posterior. Jaime Girona era hijo de Ignacio Girona i Targa y de su segunda esposa, Rita Agrafel. Ignacio Girona, natural de Tarrega (Lérida), era un comerciante en granos, propietario de una banca local y un importante terrateniente, gracias, en parte, a las desamortizaciones que tuvieron lugar a lo largo del siglo xix. Según fue aumentando su capacidad financiera, y dispuesto a emprender nuevas empresas, trasladó su domicilio a Barcelona.

Conforme los hijos varones de Ignacio se hicieron mayores, trabajaron estrechamente unidos en los negocios familiares, a excepción de Juan Girona —fruto del primer matrimonio de Ignacio— que sólo lo hizo inicialmente. La razón social que agrupaba a todos ellos era Girona Hermanos, asociando algunas veces a sus cuñados y a empresarios destacados en sus operaciones financieras. No obstante, los hermanos también crearon diferentes sociedades y participaron en ellas a título personal; el más destacado de los Girona, tanto en el ámbito económico-social como en el mecenazgo, fue Manuel Girona.

Jaime Girona, hermano menor de Manuel, dejó su domicilio en Barcelona a principios de los años cincuenta y se trasladó a Madrid, donde residió hasta su muerte. Los motivos de este cambio obedecían al desarrollo alcanzado por los negocios de la familia, lo que exigía tener un representante en la capital de España capaz de gestionar con las autoridades competentes asuntos del mayor interés para las inversiones económicas familiares y de sus asociados. Así, Jaime tramitaba concesiones ferroviarias junto a posibles subvenciones (ferrocarril de Barcelona a Granollers; línea ferroviaria: Barcelona-Lérida-Zaragoza); también obtuvo la autorización para la construcción del canal de Urgel, que significó un cambio notable para la agricultura leridana. La nueva vía de agua era un viejo proyecto acariciado por su progenitor, Ignacio Girona, que la sociedad Girona Hermanos, Clave y Compañía —Clave ya fue socio de su padre— convirtió en una realidad. Además de lo ya reseñado, Jaime, en interés de sus negocios compartidos, comunicaba a su hermano Manuel, en Barcelona, sus impresiones políticas y comerciales desde su plataforma madrileña.

Jaime se casó en 1855 con Saturnina Canaleta Morales y del matrimonio nacieron cuatro hijos que llegaron a la edad adulta. Los dos varones, Jaime y Manuel, con el paso del tiempo, se convirtieron a su vez en partícipes de las sociedades relacionadas con la familia. La personalidad económica de Jaime se vio acrecentada por su vinculación a nuevas empresas en las que desempeñó funciones dirigentes. En 1871 se creó en Madrid —a iniciativa del Banco de París y de los Países Bajos (Paribas)— el Banco de Castilla. El grupo francés se asoció con banqueros y financieros españoles, uno de los cuales fue Jaime Girona, que formaba parte del triunvirato de administradores de la nueva institución. La posición de Jaime Girona en el Banco de Castilla le permitió alcanzar nuevas cotas. En 1872 se creó el Banco Hipotecario participado por el Banco de Castilla. En el Consejo de Administración del Banco Hipotecario, Jaime Girona y otro consejero representaban al Banco de Castilla. En 1876 se fundó en Barcelona el Banco Hispano Colonial, en principio para atender las demandas de empréstitos de la Administración española de Cuba y en menor medida en Filipinas. Antonio López y López, primer marqués de Comillas, era su presidente y Manuel Girona, el hermano de Jaime, ocupaba la vicepresidencia. El Banco de Castilla asumió la representación del Hispano Colonial en Madrid y Jaime Girona se convirtió en vicepresidente del Comité delegado en la capital de España del Banco con sede en Barcelona.

A Antonio López, al Hispano Colonial, a capital francés y al Crédito Mobiliario Español —empresa en la que participaban Manuel y Jaime de Girona— se debe la creación, en 1881, de la Compañía de Tabacos de Filipinas, sociedad pensada, en principio, para el cultivo y la exportación del tabaco, pero que fue ampliando su red de negocios a otros sectores económicos; fue una de las escasas multinacionales españolas a lo largo del siglo xx. Ese mismo año de 1881, y con casi idénticos inversores de los que habían creado la Compañía de Tabacos de Filipinas —aunque aquí la presencia económica de la familia Girona era mucho mayor— surgió un nuevo consorcio: Crédito General de Ferrocarriles cuyo objetivo era vincularse con empresas interesadas en el desarrollo ferroviario. Entre los socios fundadores aparecen varios representantes de la familia Girona, uno de los cuales era un hijo de Jaime: Jaime Girona Canaleta. La herrería Virgen del Remedio, propiedad de los hermanos de Jaime Girona Agrafel, Ignacio y Casimiro, quedó englobada en la nueva sociedad. En el Consejo de Administración de la entidad figuraban: Manuel Girona, su hermano Jaime y el hijo de este último. Crédito General de Ferrocarriles colaboró estrechamente con la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España y la Compañía de los Ferrocarriles de Asturias, Galicia y León.

Esta prolongación de las actividades económicas de Jaime Girona hacia el norte de España queda manifiesta en que era uno de los principales accionistas de Altos Hornos de Bilbao, empresa de la que fue vicepresidente primero, ya que, además de su participación directa, el Banco de Castilla y Crédito General de Ferrocarriles aportaron capital a la sociedad. Otra vicepresidencia que ocupó fue la de la siderúrgica asturiana Duro y Compañía, más tarde conocida como Duro-Felguera.

Jaime Girona, como banquero y creador de nuevas empresas, contribuyó de manera notable al desarrollo económico de España durante la Restauración. Políticamente, Jaime se identificó con el partido conservador y ganó un escaño de diputado en las Cortes. No obstante, según parece —al igual que su hermano Manuel—, rechazó el ofrecimiento que se le hizo para que ocupara la cartera de Hacienda. En Carabanchel —entonces un pueblo cercano a Madrid— poseía una hermosa finca que cedió gratuitamente para una obra de beneficencia. La donación fue acompañada por la creación de la Fundación de Santa Rita (nombre que había llevado su madre) y que todavía subsiste hoy. El municipio de Carabanchel, en agradecimiento, acordó que una calle llevara el nombre de Jaime Girona.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 46, n.º 8; Archivo del Senado, exp. personal, sign. HIS-0192-06.

J. Vicens Vives y M. Llorens, Industrials i polítics (Segle xix), Barcelona, Teide, 1958; F. Cabana, Bancs i Banquers a Catalunya, Barcelona, Edicions 62, 1972; A. Bahamonde Magro y J. T oro Mérida, Burguesía, especulación y cuestión social en el Madrid del siglo xix, Madrid, Siglo XXI, 1978; I. Arana Pérez, La liga vizcaína de productores y la política económica de la Restauración (1894-1914), Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1988; F. Cabana, Fàbriques i empresaris, els protagonistes de la revolució industrial a Catalunya, vol. I, Barcelona, Enciclopedia Catalana, 1992; L. Pla, “La família Girona i el Castell del Remei”, en VV. AA., El tresor del Canal d’Urgell. L’aigua com a factor transformador d’un territorio, Lleida, Pages, 1996; L. Pla, “La família Girona a Tàrrega. Estratègies matrimonials i especialització professional”, en C. Martínez Shaw (ed.), Historia Moderna, Historia en Construcción, Lleida, Milenio, 1999; L. Pla, “Ignasi Girona i Targa (1781-1867). El fundador de la casa Girona”, en VV. AA., Doctor Jordi Nadal. La industrialització i el desenvolupament econòmic a Espanya, Barcelona, Universidad, 1999, 2 vols.; F. Cabana, Caixes i Bancs de Catalunya, vol. III, Barcelona, Enciclopedia Catalana, 1999; M. Rodrigo y Alharilla, Los marqueses de Comillas, 1817- 1825, Antonio y Claudio López, Madrid, LID, 2000; P. Díaz Morlán, Los Ybarra, una dinastía de empresarios, Madrid, Marcial Pons, 2002; Ll. Pla i Toldrà, Los Girona. La gran burguesía catalana del siglo XIX, Lleida, Editorial Milenio, 2017.

 

Julián Companys Monclús

 

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