Martínez de Olloqui, Martín. ?, c. 1340 – ?, II.1435 post. Prior de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén en Navarra (1383 – 1435), consejero real y tutor de los hijos de Carlos III el Noble.
Se desconocen la fecha y el lugar de su nacimiento. Procedía de un linaje de media nobleza, cuyos miembros ocuparon a lo largo del siglo XIV importantes cargos en la vida política, militar y eclesiástica del reino de Navarra, ejemplificando el proceso de la renovación nobiliaria. La primera vez que aparece mencionado en la documentación es en el año 1352. No se conoce la fecha de su ingreso ni los primeros pasos en la Orden de San Juan. En 1374 fue nombrado comendador de la encomienda de Calchetas en sustitución del fallecido frey Juan de San Julián, comendador y procurador general de la Orden en Navarra. Al mismo tiempo recibió licencia para realizar un passagium al Convento Central en Rodas. En 1381 volvió a ser convocado para ir a Rodas en el marco de una renovación completa de los contingentes que estacionaban en la isla. Esta estancia resultó especialmente provechosa, pues poco después, el 30 de marzo de 1383, durante el capítulo general celebrado en Valencia sobre Ródano y a causa de la muerte de frey Montoliu de Laya (prior de Navarra entre 1359–1383), el gran maestre Juan Fernández de Heredia le otorgó la dignidad prioral de Navarra. El nombramiento entraba en vigor a partir de la fiesta de San Juan (24 de junio) del mismo año. Como cámaras priorales, de cuyos ingresos se beneficiaba el prior, le fueron asignadas las encomiendas de Cizur Menor, Iracheta, Bargota y Tudela. La bailía de Calchetas, hasta entonces bajo su mando, fue convertida en cámara magistral, y el gran maestre le encargó su administración en su nombre, mediante fórmula de arrendamiento. En algún momento Bargota y Tudela fueron sustituidas por Biurrun y Ribaforada, respectivamente, y así fueron traspasadas al siguiente prior, frey Juan de Beaumont. Su cargo fue sujeto a una serie de condiciones y restricciones. Así, el nombramiento fue efectuado para diez años y dependía de consecutivas renovaciones, y el gran maestre se reservaba el derecho de nombrar a los comendadores del priorato. Para recompensar esta limitación de prerrogativas priorales, se le asignó una cámara adicional, sin especificarla. Además, el nuevo prior tenía que liquidar todas las deudas pendientes, acumuladas durante el gobierno de su predecesor, asunto que se prolongó hasta 1392. Desde 1426 el prior recibió una indulgencia para que, debido a su estado se salud y bajo prescripción médica, pudiera comer carne, huevos y leche, incluso en fechas de ayuno. Su estado de salud le hizo delegar al menos parte de sus funciones en frey Gil de Arrieta, quien desempeñaría papel de su procurador hasta el final. En 1433 fue nombrado su sucesor frey Sancho de Echauz, pero el nombramiento no tuvo efecto. En 1435 frey Martín volvió a presidir un capítulo provincial celebrado en la casa que la Orden tenía en Pamplona. Se desconoce la fecha exacta de su muerte, pero tuvo de acaecer poco después, cuando sus funciones fueron asumidas, hasta 1441 sin nombramiento oficial, por frey Juan de Beaumont.
Como prior frey Martín demostró ser un hábil líder y gestor que supo administrar las personas y los recursos en la difícil situación socioeconómica que en aquella época afrontaba Navarra. En el plano político, frey Martín fue miembro del consejo real, tutor de los hijos del rey Carlos III en Noble, padrino de su único hijo varón, Carlos, como también tutor del hijo de Blanca y Juan II, Carlos, príncipe de Viana. Como consejero real, desempeño ciertas funciones judiciales (arbitraje) y diplomáticas. Su proximidad a los reyes, resultante no tanto del cargo ostentado en sí, pero más bien de sus cualidades personales se manifiesta en la nómina ascendiente de sus apariciones en las ceremonias de la realeza, como coronaciones o juramentos, a las que empezó a asistir como en la última posición entre el prelado (coronación de Carlos III en 1390) y terminó en la cumbre de la precedencia alcanzable para él, justo detrás de los obispos y del abad de Montearagón (coronación de Blanca y Juan en 1429).
Frey Martín tuvo dos hijos ilegítimos, Miguel y Juana, los dos con el patronímico Martínez. A Juana la tuvo con María Miguel de Beúnza y, dada la cronología de ambos, es posible que también Miguel fuera fruto de esta relación.
Bibl.: C. Barquero Goñi, La Orden de San Juan de Jerusalén en Navarra: siglos XIV y XV, [Pamplona], Fundación Fuentes Dutor, 2004; A.K. Dulska, “Del escudero de Esteríbar al caballero de Rodas. Comienzos de la carrera de Martín Martínez de Olloqui, futuro prior de la Orden de San Juan de Jerusalén en Navarra (s. XIV)”, Príncipe de Viana, 261 (2015), vol. 1, págs. 437-450; A.K. Dulska, “Nostro amado et fiel conceillero: prior sanjuanista en el sepulcro de Carlos III el Noble. Consideraciones iconográficas”, en F. Arias Guillén, P. Martínez Sopena (eds.), Los espacios del rey. Poder y territorio en las monarquías hispánicas (siglos XII-XIV), Leioa, Universidad del País Vasco UPV/EHU, 2018, págs. 471-488; A.K. Dulska, “Praelatus sive magnatus: Hospitaller priors among the ecclesiastical elites of the Kingdom of Navarre in the fourteenth and fifteenth centuries”, Ordines Militares, 23 (2018), págs. 143-165; A.K. Dulska, Malitia temporis? La Orden de San Juan de Jerusalén en Navarra entre los siglos XIV y XV: personas, gobierno, entorno, New York, Peter Lang, 2021.
Anna K. Dulska
