Cassar, Girolamo. Birgu (Malta), 1520 – La Valeta (Malta), c. 1592. Arquitecto e ingeniero militar al servicio de la Corona Hispánica.
La familia Cassar, probablemente originaria de Sicilia, se había establecido en Malta al menos desde 1440. Por otro lado, el nombre de Cassar está vinculado al de la capital de Malta, La Valeta, de la cual puede considerarse el principal constructor. La idea de construir una nueva ciudad fortificada a la Orden Jerosolimitana o de Jerusalén fue casi inmediata a la toma de posesión de la isla de Malta en 1530. Para su proyecto, fueron llamados algunos de los más importantes ingenieros y arquitectos de Italia, como Antonio Ferramolino, Bartolomeo Genga, Baldassare Lanci, Francesco Laparelli o Gabrio Serbelloni. Finalmente, fue Laparelli, con el apoyo del influyente Serbelloni, el elegido para realizarlo, cuestión que llevaría a la práctica después del Gran Asedio de Malta en el verano de 1565. Construida sobre una colina deshabitada, con una calle principal en línea recta, esta conectaba el Fuerte de San Elmo con la puerta de la ciudad y las demás calles paralelas que se cruzan ortogonalmente, todas cerradas dentro de las imponentes murallas defensivas. La Valeta constituye uno de los ejemplos más importantes y mejor conservados de fortificación y urbanismo renacentista.
Durante su estancia de casi de cuatro años en Malta, a donde había llegado el 28 de diciembre de 1565, Laparelli fue ayudado sobre todo por Cassar, tan unido a él como para poder considerársele como heredero espiritual y el ejecutor material de sus proyectos, que incluso fueron en algunos casos modificados por este último, según las necesidades y circunstancias constructivas del momento. Cassar también le ayudó a diseñar algunas de las fortificaciones, asumiendo el cargo de director de las obras, tras la salida de Laparelli de Malta en 1569, primero provisionalmente, y a su muerte, un año después, ya consolidado como director.
Girolamo Cassar ya había trabajado para la Orden de Jerusalén en la isla de Djerba y en Vittoriosa, la anterior capital de Malta, donde residían los caballeros de la Orden antes de trasladarse definitivamente a la nueva sede de La Valeta, aún en construcción. Cassar destacó especialmente, ganándose la estima y el agradecimiento de la Orden durante el Gran Asedio, en el transcurso del cual había demostrado gran coraje y habilidad. Entre otras cosas, había inventado máquinas de guerra y también ideó una estratagema que le permitió situarse frente al enemigo, protegido por un cofre acolchado construido por él mismo, para destruir una torre enemiga que amenazaba peligrosamente las defensas del puerto maltés.
Para recompensarlo por los servicios prestados durante y después del Asedio, el gran maestre, Pietro del Monte, que gobernó la orden y la isla de 1568 a 1572, nombró a Cassar como “fra’ servient” en la “Venerable Lengua de Italia”. Como Cassar anteriormente, solo había diseñado arquitectura militar, fue enviado el 23 de abril de 1569 a Italia, con una especie de “beca” con el objetivo de “visitar la mayoría de los lugares de Italia para ver algunos edificios, especialmente en Roma, Nápoles y en otras partes donde hay edificios muy perfectos y dignos de imitación, para volver aquí lo antes posible y hacer uso de él, o en el trabajo que deberá realizar al servicio de nuestra Religión, y no para ningún otro efecto”. Aunque su visita a Italia fue breve, resultó muy provechosa, aprendiendo lo necesario sobre la arquitectura manierista. Con tal bagaje, regresó a Malta un año después, comenzando a diseñar y construir numerosos edificios. En efecto, la visita de 1569 a Roma, donde trabajaba el arquitecto Jacopo Vignola en la Iglesia del Gesú, sirvió sin duda para perfeccionar el estilo arquitectónico de Cassar, que dejaría su huella en la arquitectura de la nueva ciudad y de toda la isla de Malta, introduciendo la versión manierista del Renacimiento en la isla, donde su obra principal fue, además de las fortificaciones, la iglesia del convento de San Giovanni. Por otra parte, los conocimientos militares de Cassar explican el persistente carácter masivo y austero, casi militar, de sus obras. Al regresar a Malta a finales de 1569, recibió el encargo de construir todos los edificios principales de La Valeta.
Cassar se encargó, como se ha señalado ut supra, del diseño de los edificios del interior de la ciudad, sobre todo los distintos “albergues”, que eran la residencia de los caballeros de la Orden, como el Albergue de Castilla, antigua residencia de los miembros procedentes de Castilla, León y Portugal, o los Albergues de Aragón, Italia, Alemania o Provenza. También el Palacio del Gran Maestre o la Concatedral de San Juan y la panadería, los molinos y algunos palacios y casas privadas en La Valeta.
En definitiva, el aspecto de la capital de Malta sería muy diferente sin todos los edificios que diseñó Cassar, ya que, además de los citados, construyó las iglesias de Nuestra Señora de la Victoria, el convento carmelita o el templo de San Agustín, entre otras. Además, habría que sumar sus obras en otras poblaciones maltesas, como por ejemplo el Palacio de Verdala en Buskett o la iglesia de San Marcos en Rabat, en el interior de la isla.
Cassar murió después de enero de 1589, cuando hizo su segundo testamento, considerándose actualmente la de 1592 como la fecha más probable de su fallecimiento en Malta.
Bibl.: G. Mangion, “Girolamo Cassar Architetto Maltese del Cinquecento”, en Melita Historica, 6, 2 (1973), págs 192-200; A. Cerra, “Girolano Cassar, el Arquitecto maltés”, en Arte. La Guía, 3 de mayo de 2017 [en línea], disponible en https://arte.laguia2000.com/arquitectura/girolamo-cassar-el-arquitecto-maltes; G. Bonello, “https://timesofmalta.com/article/fra-gabriele-forgotten-son-girolamo-cassar.970589”, Times of Malta, 14 de marzo de 2024 [en línea], disponible en https://timesofmalta.com/article/fra-gabriele-forgotten-son-girolamo-cassar.970589.
Juan Carrillo de Albonoz y Galbeño