Pelori, Giovanni Battista de. Siena (Italia), 1483 – Francia, 1558. Ingeniero militar al servicio del emperador Carlos V.
Comenzaba su actividad sirviendo en diversas comisiones a la República de Siena. Fue alumno de Baldassare Peruzzi en Roma, interesándose inicialmente por los inventos e ingenios y por las matemáticas, la mecánica y la cosmografía, así como por la ciencia de la fortificación, siguiendo la mejor tradición erudita y científica de Siena. En 1536 entraba al servicio imperial en el Estado de Milán, aunque de esa época se le atribuyen, como arquitecto, dos o tres iglesias en Siena. Con anterioridad, en 1528, trabajó en España para Carlos V.
En 1540 pasaba a servir en el Estado Pontificio, con Pablo III, que le encargaba sustituir al ingeniero Antonio Sangallo el Joven, en la continuación de los trabajos de fortificación de las marcas (regiones) adriáticas de Ancona y Fano en 1542. Posteriormente volvía al servicio imperial en Milán, donde en 1547 estaba como gobernador Ferrante Gonzaga, que ordenaba la construcción de un nuevo recinto amurallado para la ciudad, para lo que convocaba a varios de los más acreditados ingenieros italianos, entre los que estaba Pelori. Según algunos estudiosos de las murallas de Milán, las características de éstas, con un diseño de cortinas, que, en vez de ser rectilíneas, se retraen en ángulo hacia el interior de la ciudad, diseño propio de Pelori, inducen a adjudicarle a este ingeniero la autoría de las mismas.
También se debe a Giovanni Battista Pelori la planta de la fortaleza española de Siena, con una gran implicación del gobernador de la ciudad, Diego Hurtado de Mendoza, que a finales de septiembre de 1550 enviaba a la corte imperial en Augusta las trazas de la fortificación, para que lo supervisara el ingeniero militar Giovanni Battista Romano.
Finalmente, dos dibujos con las fortificaciones de Mirandola y el Borgo di San Martino, conservados en el Archivo Estatal de Turín y algunos otros, igualmente atribuidos al ingeniero militar Giovanni Battista Pelori, se remontan a mediados del siglo XVI, presentando una típica “ciudad ideal” del renacimiento, con planta octogonal.
Bibl.: C. J. Hernando Sánchez (coord.), Las Fortificaciones de Carlos V, Madrid, Ediciones del Umbral, 2000; C. Plaza Morillo, “Arquitectura militar en Italia en el siglo XVI y la aportación española: el caso de Florencia y Siena”, en S. Huerta Fernández (coord.), Actas del séptimo congreso de la Construcción, vol. 2, Madrid, Instituto Juan de Herrera, 2011, págs. 1133-1146; P. Bragard, Dictionnaire Biographique des Ingénieurs des fortifications. Pays-Bas espagnols, Principauté de Liège, Franche-Comté, 1504-1713, Namur, Les Amis de la Citadelle de Namur, 2011; A. Cámara Muñoz, “Con disegno dato da Vespasiano Gonzaga’. La memoria de los nobles, constructores de fortalezas en el Renacimiento”, en Cuadernos de Historia Moderna, 44, 2 (2019), págs. 577-606.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
