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Francisco Ramos y Bascuñana

Biografía

Ramos y Bascuñana, Francisco. Hellín (Albacete), 4.V.1845 – Cartagena (Murcia), 13.III.1917. General de brigada de Ingenieros.

Ingresaba en la Academia de Ingenieros de Guadalajara el 1 de septiembre de 1861. Fue promovido a teniente después de completar los estudios reglamentarios, el 17 de julio de 1866, siendo destinado al Segundo Regimiento de Ingenieros. De 1868 a 1870 estuvo como profesor en la citada Academia de Ingenieros de Guadalajara.

Al ascender a capitán del Cuerpo, comandante de la Escala de Ultramar (al ser destinados a ultramar, recibían el grado inmediato superior, que perdían al volver a la Península), embarcaba con destino a las islas Filipinas el 11 de julio de 1871. Una vez llegado a las islas, tomó posesión de los cargos de jefe de obras de la Comandancia de Manila y de comandante de la plaza de Cavite. En 1872 tomó parte en las operaciones contra los insurrectos de Cavite y especialmente en las emprendidas para reducir a la obediencia a los posesionados del fuerte de San Felipe, que se rindieron poco después. Durante los años siguientes ocupó varios puestos en las islas del sur del archipiélago, trabajando tanto en construcciones militares como en proyectos civiles y entrando en contacto directo con el problema de la piratería malayo-musulmana (llamados “moros”).

En 1875 regresaba a Manila como jefe de la sección de obreros del Cuerpo de Ingenieros, del que se hizo cargo en febrero de ese año, ocupándose de adiestrar a sus obreros en la práctica de operaciones de campaña a fin de que pudieran tomar parte en la expedición que se preparaba contra Joló. Embarcó el 3 de febrero con la primera compañía y la sección de obreros con dirección a Zamboanga, donde desembarcó el día 7. Allí se le incorporaba la segunda compañía y continuó embarcado con ambas en dirección a Joló. Una vez en este archipiélago, tomó parte en el desembarco efectuado en Patícola y en la marcha a Tandú, durante la cual recibió una herida de bala de fusil en la boca. Por disposición del capitán general pasó a restablecerse a Zamboanga, regresando después a Joló y haciéndose cargo nuevamente del mando el día 26 de marzo. En 29 de julio de 1876 obtuvo el empleo de teniente coronel de Ejército (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, siempre por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo) por el mérito contraído y la herida recibida en la marcha a Tandú.

En febrero de 1877 se le autorizaba para regresar a la Península por haber cumplido el plazo de mínima permanencia, de seis años, embarcando en Manila el día 10 de julio y llegando a Cádiz el mes de septiembre. Había ascendido a comandante del Cuerpo el 10 de agosto de 1877. Quedaba en la situación de excedente hasta diciembre de 1877, mes en que fue destinado a la Comandancia General Subinspección de Valencia como jefe del detall de la plaza. Permaneció en ese puesto hasta febrero de 1879, en que pasaba a Ciudad Rodrigo como comandante de Ingenieros, donde se ocupó especialmente en el levantamiento del plano de la plaza y en las obras de acuartelamiento de Salamanca.

En julio de 1881 fue destinado a la plaza de Cartagena como jefe de la Comandancia de Ingenieros. En esta época tuvo a su cargo la dirección de las obras del fuerte de San Julián, el proyecto y ejecución del camino al mismo, el anteproyecto de reforma de la batería de Podaderas, su camino y también formuló el proyecto de un “cuartel-enfermería" para los baños de Archena. Formó, además, parte de la Junta Consultiva de Torpedos como vocal.

En 1884 era nuevamente profesor, pero en esta ocasión de la Academia General de Toledo y en agosto de 1885 ascendía a teniente coronel del Cuerpo por antigüedad, volviendo nuevamente a la Comandancia de Cartagena. En la plaza marítima dirigía la obra del camino a Cerro Roldán y realizaba el proyecto definitivo de la batería de Podaderas (obra que fue aprobada por Real Orden de 16 de junio de 1889), dirigiendo también la ejecución de las obras. Por Real Orden de 2 de marzo de 1887 le fue concedido el grado de coronel de Ejército por los importantes servicios prestados en la Comandancia de Cartagena y por la “asiduidad, celo, inteligencia y buen desempeño demostrados en cuantos asuntos le habían sido encomendados”. Entre 1887 y 1893, presentaba los planes de defensa de la plaza. De acuerdo con ellos, en 1888 y siguientes dirigió, además de las obras señaladas anteriormente, las de reforma de las baterías 47 alta y baja, San Leandro, Santa Ana, llamada “complementaria de Santa Ana”, y de “Santa Ana Acasamatada”, que se terminó en 1895, colocando ya la artillería en el interior de sus seis casamatas, de las que le viene el nombre, y finalmente la de Trinca Botijas.

En el ramo de la ingeniería civil, Ramos fue miembro de la Junta de Saneamiento de Cartagena y uno de los coautores del Proyecto de Ensanche, Reforma y Saneamiento de Cartagena, fechado el 30 de diciembre de 1896. El proyecto tenía por objeto ordenar la zona futura para el desarrollo de la ciudad (el ensanche), las modificaciones a ejecutar en la ciudad antigua (la reforma interior) y las medidas para erradicar la insalubridad en la ciudad y su entorno (el saneamiento). El ensanche proyectado se estructuraba en cuatro zonas: El Ensanche Norte, ámbito localizado al norte de la ciudad murada; el Ensanche Este o Ensanche del barrio de Santa Lucía; El Ensanche Oeste o Ensanche del barrio de la Concepción; y El Ensanche de los barrios de San Antonio Abad y Peral.

De igual forma, Ramos Bascuñana fue el autor y redactor del Proyecto de Saneamiento del Pantano del Almajar, en el que mostró una profunda fe regeneracionista y transformadora de la sociedad, con la aplicación de la ingeniería sanitaria. El ayuntamiento de Cartagena calificó el citado proyecto de Ensanche como “grandioso y tan acabado como lo pudiera desear el más exigente”. Todavía hoy las líneas en él trazadas “sirven de ejes al desarrollo urbano”.

En marzo de 1891 ascendió a coronel del Cuerpo y poco después fue confirmado en su destino como jefe de la Comandancia de Ingenieros de Cartagena. En 1899 fue enviado en comisión a París por el Ministerio de la Guerra, para estudiar los adelantos que en ingeniería militar se presentaron a la Exposición Universal allí celebrada. También fue nombrado vocal de una comisión mixta, Guerra y Marina, para estudiar los sistemas de defensa de las islas Baleares. Continuaba en Cartagena hasta 1902, año en el que era promovido a general de brigada de la sección de Reserva, con arreglo a la ley de 6 de febrero de dicho año.

Estaba en posesión de las siguientes condecoraciones: Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica, Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo, Gran Cruz del Mérito Militar blanca, Cruz blanca Mérito Militar de 1ª clase, Dos cruces blancas del Mérito Militar de 2ª clase, Cruz blanca Mérito Naval de 3ª clase, Cruz y placa de San Hermenegildo, y Medalla de Joló. Era, además, Benemérito de la Patria.

 

Obras de ~: “Apuntes sobre ventilación de locales a prueba”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 45, nºs 10-21 (1890); “Algunos detalles sobre organización, pruebas y ejercicios de tiro de una de nuestras baterías de costa”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 47, nºs 10-11 (1892).

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia (AGMS), Exps. Personales.

“Necrología”, en Memorial de Ingenieros del Ejército, 72, 11 (1917), págs. 404-406; W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1923; J. Pérez Rojas, Cartagena, 1874-1936 (Transformación urbana y arquitectura), Murcia, Editora Regional De Murcia, 1993; J. López Muiños, Alguos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. L. Andrés Sarasa, Urbanismo contemporáneo: la región de Murcia, Murcia, Universidad de Murcia, 1995; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; A. Gómez Vizcaíno, “El agua en las instalaciones militares de Cartagena (1503-1945)”, en Revista Murciana de Antropología, 14 (2007), págs. 365-390; F. Quirós Linares, Atlas temático de España. Tomo I: La ciudad preindustrial, la Ciudad burguesa, El crecimiento industrial, Oviedo, Nobel, 2010; M. Ors Montenegro, “Ramos Bascuñana, Francisco de Paula”, en Memoria Digital de Elche, 7 de marzo de 2011 [en línea], disponible en http://www.elche.me/personaje/ramos-bascunana-francisco-de-paula; D. Ros McDonnell y M. A. Ródenas López, “La inundación de Cartagena, del 29 de septiembre de 1919”, en P+C, proyecto y ciudad. Revista de temas de arquitectura, 3 (2012), págs. 47-60; “La defensa de los puertos: la batería de Santa Ana Acasamatada”, en Medipiratas. Historia naval del Mediterráneo, 29 de marzo de 2015 [en línea], disponible en https://medipiratas.wordpress.com/2015/03/29/santaanaacasamatada/; “Batería de la podadera”, en Corremundos. Se hace camino al andar, 6 de mayo de 2015 [en línea], disponible en https://fotolog.miarroba.com/corremundos/bateria-de-la-podadera-1555/.

 

Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño